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Fórmula 1 | Una retirada a medias

Renault negocia la venta de su sede de Enstone

Carlos Ghosn, presidente de la marca francesa, ha echado cuentas y quiere deshacerse de la fábrica de chasis. Pretende que la gestione Prodrive, con o sin el nombre de la multinacional, y buscan un inversor.

Carlos Miquel
<b>FECHA LÍMITE: EL 15 DE DICIEMBRE. </b>Carlos Ghosn y Bernie Ecclestone se vieron ayer en la sede de la marca y se cree que el desenlace está bastante cerca. De hecho, se espera una decisión sobre el futuro de Renault F1 para antes del 15 de diciembre. Desde Prodrive, cuyo dueño David Richards es amigo personal de Bernie, no se pronuncian: "Haremos un anuncio el día que tengamos que hacerlo, pero lo cierto es que Prodrive ya presentó su candidatura y tiene todas las garantías para afrontar el desafío de la Fórmula 1".

Al final, todo encaja. ¿Por qué le entregó Renault la cabeza de Briatore a la FIA? La razón es simple, pero maquiavélica: el italiano era el gran obstáculo para deshacerse de Enstone. La fábrica de chasis era el bastión de Flavio, que se la vendió a la marca francesa cuando volvió a las carreras y asumió la dirección del equipo. Carlos Ghosn necesitaba una chispa, una excusa para quitarse a Briatore, y el asunto de Singapur se lo puso en bandeja. Ahora, el presidente de Renault, negocia directamente la venta de las instalaciones británicas a Prodrive, el equipo que gestiona David Richards.

Las gestiones fueron adelantadas ayer por Anne Giuntini, en 'L'Equipe'. Pero no es tan fácil, porque Richards tiene nombre y experiencia, pero también una notable falta de dinero y necesita un inversor. Y es Renault el que lo está buscando. Si lo consigue, el equipo podría mantener el nombre o convertir a la casa francesa en un simple motorista. El que está más cerca de poner el dinero es Gerard López, presidente de la empresa luxemburguesa Gravity, que ya estuvo detrás de hacerse con Sauber.

El objetivo lanzado en el consejo de administración es volver a ser suministradores de motores (al viejo ex equipo titular y a Red Bull) hasta 2012. A Ghosn no le salen las cuentas de la F-1 y quiere deshacerse del elevado gasto de desarrollo que conlleva Enstone. Y no es sólo un problema de la crisis, el brasileño está muy enfadado con la ausencia de resultados en los dos últimos años tras gastarse una millonada en construir el centro de dinámica de fluidos (CFD).