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Motociclismo | Campeonato del mundo

Pedrosa acaba con quince años de sequía

Dani se ha convertido en el segundo campeón español de 250cc tras el doblete que consiguiera Sito Pons en las temporadas de 1988 y 1989. Muchos otros españoles lo intentaron sin éxito durante esta década y media

<b>EL SUCESOR. </b>Desde 1989 el motociclismo español buscaba al heredero de Sito Pons como campeón de 250cc. Y ahora ya conocemos su nombre: Dani Pedrosa
afp

Durante mucho tiempo pareció que las cilindradas medías estaban vetadas para los pilotos españoles. Los títulos mundiales de Ángel Nieto y Ricardo Tormo (incluso de Jorge Martínez Aspar) en las categorías pequeñas de 50, 80 y 125cc no encontraban el complemento del éxito en clases superiores. Hasta 1988. Esa temporada, Sito Pons acabó con lo que parecía una maldición y se anotó la primera de sus dos coronas consecutivas de 250cc. Y las suyas habían sido, hasta el domingo, las primeras y las últimas, pese a que otros muchos habían intentado seguir los pasos del catalán.

Quince largos años han tenido que pasar para que Dani Pedrosa reconciliase al motociclismo español con la corona del cuarto de litro. El título de Álex Crivillé en 500cc en la temporada de 1999 sirvió de bálsamo aliviador en esa larga travesía por el desierto, pero no tenía sentido que tras numerosos intentos de otros españoles en 250, todos hubieran resultado infructuosos.

Porque, aunque pudiera parecer lo contrario, la presencia nacional en esta categoría viene de lejos. El primer español que consiguió puntuar en el cuarto de litro lo hizo nada menos que en 1964, cuando Ángel Nieto ni siquiera había llegado a los grandes premios. Fue Jorge Sirera, que con un sexto puesto en el GP de España disputado en Montjuic sumó aquel histórico puntito.

Desde entonces, muchos fueron los intentos por ocupar un puesto destacado en la categoría. Lo logró Pons casi tres lustros después de ese primer punto mundialista, pero con él lo buscaron Juan Garriga y Carlos Cardús, también campeones de otras cilindradas como Aspar y Álex Crivillé, pilotos peleones como Alberto Puig, Dani Amatriaín o Luis d´Antin y más recientemente valores en alza con el talento de Fonsi Nieto o Toni Elías.

Los 250cc han sido, además, un vivero interminable de escuderías españolas, algunas de ellas ahora en ese coto de privilegiados que es MotoGP. Desde finales de los 80, los principales fabricantes (básicamente Honda y Aprilia) han depositado su confianza en estructuras españolas, como las que en su día tuvieron el propio Pons o Ángel Nieto, o en la actualidad mantienen Aspar o Puig. Todo gracias al esfuerzo de unos patrocinadores que también consideraban que aquellos laureles de Pons debían reverdecer, e invirtieron cantidades ingentes en intentarlo.

Década y media después, tanto esfuerzo ha tenido su recompensa. Porque los segundos tiene poco sitio en la historia, y logros como los subcampeonato de Garriga (1988), Cardús (1990) o Fonsi (2002) no eran suficientes para saldar esa deuda pendiente.

Con las cinco victorias de Pedrosa en la temporada de su coronación y la de Elías en Portugal, España atesora ya un total de 44 en la historia del certamen, sólo superada por Italia (182), Gran Bretaña (90), Alemania (80) y Japón (57). Incluso llegamos a tener dobletes en el podio: cuatro de Pons y Garriga en 1988 y uno más de Fonsi y Elías en 2002. Así que el título, estaba claro, era sólo una cuestión de tiempo...