Coches sin turbo para reducir los presupuestos

El Campeonato del Mundo de rallys busca soluciones a la grave crisis que atraviesa. Tras conocerse el jueves que Citroën y Peugeot podrían abandonar la especialidad (posibilidad con la que también han amenazado Ford, Mitsubishi y Skoda), ayer se supo que se está estudiando por vía urgente un cambio de reglamentación revolucionario.

Buscando una reducción de costes drástica, se quiere aprobar que para el año 2006 los motores de los vehículos pasen a ser atmosféricos, y no turbo como hasta ahora, con una cilindrada de dos litros, manteniéndose la tracción integral a las cuatro ruedas.

Una solución que abarataría enormemente el precio de los actuales World Rally Car, pero que a su vez restaría espectacularidad a las competiciones. Ford ya se ha pronunciado y ve con buenos ojos el cambio. Además, esta solución cuenta con el apoyo del presidente de la FIA, Max Mosley: El problema de los rallys no es de exceso de pruebas, sino de exceso de gasto.