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F1 | ALONSO

El Aston Martin no permite inventos en la estrategia

“Me sorprendió parar en la vuelta siete, precisamente hablamos de equilibrar los ‘stints”, dice Alonso tras el 11º puesto en Hungría. Spa, mejor circuito para el AMR24.

Budapest
Fernando Alonso y Lance Stroll (Aston Martin AMR24). Hungaroring, Hungría. F1 2024.
ATTILA KISBENEDEKAFP

De entrada, sorprendió la selección de neumáticos que tenía Aston Martin para la el domingo del GP de Hungría: apenas tenían un juego nuevo de medios y otro de duros, más varios juegos usados de blandos. Lo hicieron para asegurar una buena posición en parrilla, pero les obligaba a pasar el trago de montar los blandos en una carrera a dos paradas. Alonso era séptimo y Stroll, octavo antes de iniciar los cambios de neumáticos, y ocurrió lo que no debía ocurrir: el muro decidió adelantar la parada de Fernando a la vuelta siete para cubrir el posible undercut de Albon y Magnussen. Sería casi imposible resistir las 63 vueltas con solo dos juegos de ruedas y no regalar los puntos al volante de uno de los monoplazas que más degrada las gomas en 2024.

“En ese momento el equipo pensó que era lo adecuado, me sorprendió parar en la vuelta siete porque por la mañana hablamos que tenemos un coche que es duro con los neumáticos, y si paras en la vuelta siete, tienes 63 vueltas por delante con un medio y un duro. Fue un desafío a partir de entonces, no teníamos ritmo y la estrategia no ayudó”, sentencia Alonso, que advirtió de la necesidad de hacer tres stints equilibrados y no uno muy corto: “Hablamos de equilibrar los stints porque si haces uno muy largo con el mismo juego, el precio a pagar es caro. Me pararon en la vuelta siete, en la vuelta ocho sabía que la carrera había terminado”.

Con Stroll no se cometió ese error. El canadiense paró en la vuelta 14, siete más tarde que el español, y también pudo retrasar ocho vueltas su segunda parada con respecto a Fernando. Eso le permitió llegar con mejores gomas al final y que le dejara pasar el asturiano para disputar la novena posición a Tsunoda. Lance acabó décimo finalmente, por el undécimo de Alonso. “No me importó mucho, era un punto para el equipo y no me importa quién lo sumara, él lo intentó hasta la última curva (con Tsunoda), es lo adecuado”, zanjó el piloto, que no quiso relacionar esa decisión con la polémica de McLaren: “La victoria es diferente que el décimo puesto. Pero si hay un acuerdo antes de la carrera se debe seguir”.

En ese contexto de alta degradación y decisiones estratégicas cuestionables, el paquete de evoluciones estrenado en Hungría (suelo y difusor) se queda pendiente de evaluación. “Tenemos que analizarlo, hay mucho que aprender del coche en estas 70 vueltas, es la primera larga distancia que hacemos con este paquete, analizaremos los datos y los números. Espero también que podamos aprender algo de la degradación de neumáticos para Spa”, opina Alonso. Viene un gran premio en un circuito que puede ser más provechoso para Aston, largas rectas y muchas zonas de pie a fondo que pueden beneficiar a un monoplaza eficiente con un efecto DRS muy potente. En Canadá les fue mejor que en las pistas de alta carga y curvas de todo tipo. Aunque el top-4 es inalcanzable para cualquiera en una F1 igualada delante y detrás, pero de dos velocidades.

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