Ciberpunk, lista de títulos que juegan al futuro distópico de pasado mañana

El resurgimiento de Cyberpunk 2077, a raíz del estreno en Netflix del genial anime Cyberpunk: Edgerunners, nos ha animado a recopilar videojuegos de este subgénero scifi. La lista es larga, aunque por suerte nuestro compañero Fran dio buena cuenta de los clásicos hace ya unos años. Con menciones a Deus Ex, Blade Runner, Sistem Shock, Flashback, Snatcher o Remember Me, os remitimos a su artículo para bucear en aquellos avezados títulos.

Lo que tenemos por delante es el establecimiento de una base común para contar historias, divertir y, según qué casos, hacer pensar al jugador. El Ciberpunk, establecido por el escritor William Gibson sobre todo a partir de la publicación de su novela Neuromante (1984), nos muestra un oscuro futuro cada vez más reconocible.

Antedecentes fílmicos como Blade Runner (1982) fijaron potentes imágenes que explotar en el imaginario colectivo. Aun eludiendo el clásico de Ridley Scott conceptos, demasiado etéreos o directamente inexistentes a principos de los 80, como el ciberspacio y los ciberdelincuentes asociados a mundos virtuales, externamente las ciudades y los seres que las transitan (sean estos humanos o sintéticos) siguen desde entonces un estándar visual.

Enormes urbes castigadas eternamente por la lluvia ácida crecen hasta el cielo siempre negro y amenazante con su ausencia de estrellas. La superpoblación multirracial sobrevive ahogada en la precariedad. La basura se acumula formando parte indeleble del paisaje, contrastando con los brillantes paneles de neón anunciando el último producto de moda.

Las corporaciones reinan en el ciberpunk. En Blade Runner era la Tyrell Corporation, pero cada pesadilla cibernética tiene la suya. Ellas dominan por encima de los gobiernos, asimilando a los transeúntes como mero fuel para alimentar su motor en eterno movimiento. En lo alto de los rascacielos la élite habita espaciosos apartamentos y se ahoga entre risas y drogas sintéticas. La prótesis y los aumentadores de capacidades físicas y mentales son cromados, lujosos y de primera calidad, lejos de las intervenciones clandestinas que se dan en infectas salas de operaciones en los barrios bajos para ciborgs de segunda.

Al otro lado de las pantallas, las autopistas de la información ofrecen grietas en su asfalto digital, donde se encuentran los hackers en eterna lucha con los firewalls. El resto de la población asimila el ciberespacio como Soma a la gris realidad. Metaversos con lugares paradisiacos en los que olvidarse por incontables horas de uno mismo y del mundo.

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We love ciberpunk

Repasamos a continuación algunos de los videojuegos que en el último lustro han cimentado sus historias sobre estas bases distópicas. Aunque alguno os parezca que se sale un poco por los márgenes, tened en cuenta que ya hemos dejado fuera títulos interesantes como Transistor, Narita Boy, The Eternal Castle, Blazing Chrome, Neo Cab o Desert Child. Estos, como los que sí aparecen listados, merecen igualmente que les echéis un vistazo. Los más curiosos también podéis mirar experimentos tan diferentes como Neon Lore, The Matrix Awakens o Agency. Y, dado que cubriremos solo los últimos cinco años, no dejéis pasar juegos anteriores como Dex (2014) o Satellite Reign (2015). Encendemos los leds, nos conectamos los diodos y comenzamos a teclear datos por riguroso orden alfabético.

ANNO: Mutationem (2022)

Juego que mezcla sabiamente polígonos y pixeles, 3D y 2D, en un entorno ciberpunk en el que no faltan las Inteligencias Artificiales, las simulaciones virtuales, los asistentes holográficos, los coches voladores y las fachadas abarrotadas de deslumbrantes neones. Todo ello aparece en pantalla menos oscuro y deprimente de lo que el subgénero suele ofrecer. Pletórico de color y buen rollo, ANNO: Mutationem establece una equilibrada mezcla entre narrativa y combate bajo un envoltorio brillante y encantador.

Cloudpunk (2020)

Adoramos este juego. Así quedó reflejado en el estupendo análisis de Fran Serrano y en este emotivo texto que publicamos en su momento. Y estamos hablando de un lanzamiento que coincidió con el apabullante Cyberpunk 2077. Cloudpunk nos ganó desde lo pequeño, a través de una narrativa que no descansaba en ningún momento (traducida excepcionalmente al castellano), y que crecía en las mil historias personales que se cruzaban en el camino de Rania, la protagonista del juego. Visualmente muy cercano al canon establecido por Blade Runner, lo novedoso del asunto es que todo estaba construido a base de voxels. El conjunto resultó maravilloso.

Cyber Protocol (2019)

Hay juegos muy pequeños que, al no poder abarcarlo todo en un género o subgénero, se focalizan en una característica particular. Es lo que hace Cyber Protocol con el ciberpunk y el hackeo. Una sencilla y efectiva presentación en forma de cómic da paso al grueso del título, que nos mete de cabeza en 100 puzles únicos ambientados en las entrañas de sistemas de seguridad informática. El juego cuenta demás con paquetes de niveles adicionales para expandir la experiencia por un módico precio.

Cyberpunk 2077 (2020)

El gran tótem que preside esta recopilación. Cyberpunk 2077 vivió un infierno en su estreno por flagrante mala praxis de CD Projekt. Pasados dos años y olvidadas las máquinas para las que nunca debió salir, PS4 y One, solo queda observar lo bueno, que a día de hoy es mucho. Su entorno de primer nivel que apuesta por la luz y la verticalidad, y las historias de personajes que consiguen importarnos han puesto finalmente al juego en su sitio. Nadie podía prever además que una acción comercial como el anime Cyberpunk: Edgerunners desvelara a un montón de jugadores a los que solo les hacía falta una excusa para lanzarse a probar el juego. Las cifras cantan, con números de usuarios únicos en steam por encima de los que reunió The Witcher 3, la venerada anterior obra del estudio polaco.

Encodya (2021)

Ambientada en Neo Berlin en el año 2062, Encodya estrena en esta lista las aventuras point and click (y no será la última). Al atrezo habitual del ciberpunk se unen petroleros varados en mitad de la nada y entornos verdes y silvestres en las antípodas de lo que solemos ver en esta temática. La tierna relación entre una niña y un protector robot nos empuja a pelear con ellos por la utopía que supone dejar atrás la distopía en la que viven.

Gamedec (2021)

Este título también introduce novedades en esta lista, y lo hace con fuerza y convicción. Mundo isométrico de bella factura que se deja abrazar por las historias que surgen de boca de los masters en las partidas de rol. Mucho texto, nada de combate, interesantes arboles de habilidades, decisiones morales complejas, mil caminos posibles marcados por nuestros actos… Gamedec es ambicioso en fondo y forma. Su argumento con tintes de cine negro de los años 40 nos sorprende por la integración natural en la trama de los propios videojuegos. Mundos en línea virtuales en los que tendremos que sumergirnos para resolver casos irresolubles desde el mundo físico.

Ghostrunner (2020)

La cultura asiática, los yakuza, las espadas samuráis, traiciones, honor… elementos posibles en el ciberpunk que Ghostrunner pone en primer plano. El juego busca que alcancemos el ansiado flow en un movimiento continuo en el que bailamos con el escenario. Sangre, golpes certeros y acciones ralentizadas consiguen en Ghostrunner un coctel explosivo.

Katana Zero (2019)

Y seguimos hablando de katanas. En este caso con un excelente título en el que un samurái traumatizado por su pasado es el arma a sueldo perfecta. Juego de pixeles y desplazamiento lateral, sorprende en Katana Zero la importancia que se le da a la narrativa, que incluye flashbacks a la infancia del protagonista, sospecha de manipulación por parte de nuestros contratadores y moral ambivalente. Y sorprende porque las depuradas mecánicas en este juego ya podrían serlo y significarlo todo. Frenético, intenso, ensayo y error, cámara lenta, planificación de movimientos, utilización del mobiliario en las peleas… Hasta podemos devolver los disparos golpeando las balas con nuestra espada. Pura acción para partidas cortas e intensas. Muy bueno.

Lacuna (2021)

Seguimos en el pixel y el desplazamiento lateral, pero apretamos el freno. Lacuna. “No tiene sentido tratar de ver el futuro. Enfrentaremos nuestros arrepentimientos al final”. Lacuna escoge la representación clásica del detective de gabardina y despacho con su nombre grabado en la puerta. Aventura con conversaciones que derivan en decisiones que marcarán lo que está por llegar. Muy recomendable.

Liberated (2020)

Interesantísima propuesta que mezcla comic y videojuegos con todas las consecuencias. A modo de novela gráfica interactiva, el juego se despliega en viñetas ligeramente animadas, bocadillos de diálogo y onomatopeyas mientras nos hace saltar de un cuadro a otro a medida que pasamos páginas. No es una evolución del cómic digital y sí una experiencia satisfactoria como forma distinta de disfrutar de ellos. Partiendo de la narrativa con la que crearon escuela Limbo e Inside en los juegos de desplazamiento lateral, Liberated implementa además la acción y los disparos. Cuenta actualmente con una versión mejorada convertida en estándar que pulió los gráficos en blanco y negro, incorporó voces y dos DLC´s.

Observer (2017)

Un clásico en esta lista con sus creadores, Bloober Team, ahora mismo en boca de todos por ser los elegidos para realizar el reamke de Silent Hill 2. De carrera irregular en los últimos años, Observer pertenece a la época en que solían acertar en sus propuestas, la época del estupendo Layers of Fear. La propuesta ciberpunk de Bloober Team va a las claras desde el principio al contar como protagonista con el ya tristemente fallecido Rutger Hauer, el mítico Roy Batty de Blade Runner. La trama es detectivesca, como mandan los cánones, y los entonos son aquí especialmente sórdidos, oscuros, barrocos, en una ambientación de diez. Disponible en múltiples plataformas, incluida Switch, el juego se actualizó como System Redux cuando llegaron al mercado PS5 y Xbox Series.

The Ascent (2021)

Junto a Cyberpunk 2077, posiblemente el juego más potente de la lista (no por calidad, que la tiene, si no por el punch de su propuesta). Y es que es apabullante lo que The Ascent despliega ante nuestros sentidos. Que no os engañe el enfoque lejano y en perspectiva isométrica, la riqueza de sus recargados escenarios os dejará sin aliento. Las calles respiran vida en cada rincón, y nos hacen sentir uno más en lo abigarrado de la gran urbe que se extiende por encima y por debajo de nosotros. Su acción es rabiosa, contundente, retante, y nos empuja una y otra vez a levantarnos tras morder el polvo para buscar esa mejora que marque la diferencia en la siguiente reyerta.

The Red Strings Club (2018)

Juego especial, extraño y único, Deconstructeam construyó The Red Strings Club a partir de minijuegos desarrollados por separado en gamejam o como mero experimento. El equipo español es capaz de erigir un todo coherente con un estilo pixel art exquisito. Devolver Digital supo verlo y se encargó de su distribución. Con los años transcurridos desde su lanzamiento, no podemos esperar más por un nuevo proyecto grande de tan personal trío.

Virtuaverse (2020)

Con una increíble banda sonora synth pop del propio creador de la historia, el juego de Theta Division fue un arduo trabajo de cuatro años. Aventura point and click, Virtuaverse vuelve a las raíces ochenteras del género ciberpunk mostrando faxes y disquetes de 3 ½. La recreación de una sociedad decadente está cuidada con mimo, e igualmente deja atrás la urbe, como algún otro juego de esta lista, para mostrarnos lugares libres de hormigón.

Llegamos al final con la sensación de que el ciberpunk está más vivo que nunca a casi cuarenta años de su nacimiento oficial. Y vive saludable en un medio como los videojuegos, que nos permite experimentar sus distopias de primera mano y a golpe de joystick, algo que encaja perfectamente con su imaginario. Como guinda al pastel os dejamos el tráiler de una eterna promesa. Una obra monumental realizada en plan guerrilla que avanza a paso lento hacia la realidad virtual (son los autores de la demo VR Agency, comentada al inicio de este artículo), otro de los puntales del ciberpunk. Un sueño hecho realidad para quienes quedaron fascinados en los 80 con Blade Runner tras verla en el cine o en un reproductor de video. Con todos vosotros, Lo-Fi.

Seguramente nos hemos dejado en el tintero un puñado de títulos interesantes. Contadnos sobre ellos, pero también si sois apasionados como nosotros de este futuro (esperemos siempre ficticio) a la vuelta de la esquina.