Final Fantasy XIV: Endwalker, impresiones. El emocionante viaje a la luna

La espera ha terminado para los Guerreros de la Luz, los héroes y protagonistas del videojuego Final Fantasy XIV. Hace unos pocos días se inició la aventura más grande, emotiva y ambiciosa del mmorpg de moda creado por Square Enix Creative Business Unit III y dirigida por Naoki Yoshida; Endwalker.

La última hoja del cuaderno donde se escribe la historia de Hydaelyn y Zodiark, la luz y la oscuridad, está a punto de firmarse con el nombre de su protagonista, pero hasta que lleguemos a eso, en MeriStation queremos contaros en este avance qué podéis esperar sobre la última fantasía final que está encandilando a millones de jugadores.

El viaje más emotivo de tu vida

Son muchos años, si Tataru nos lo permite, liderando a los Vástagos del Séptimo Amanecer, que sus miembros son ya parte de nuestra familia. Los hemos visto unirse, crecer, madurar, enfrentarse a peligros, divertirse o resolver problemas allá donde se les necesite. Naoki Yoshida y su equipo han conseguido forjar una amistad entre nosotros, los jugadores, y su elenco, casi igual de fuerte que la de estos héroes entre sí en el videojuego. Por eso, cuando se anunció que Endwalker cerraría una trama en la que ellos han estado involucrados desde el principio, sabíamos que lo que estaba por venir iba a ser muy especial.

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Unas cincuenta horas de juego nos separan del inicio de esta nueva trama hasta nuestra posición actual, y os podemos asegurar que así es; Endwalker es extremadamente especial. La expansión es un grito de libertad donde los secretos mejor guardados salen por fin a la luz. Donde Hydaelyn, esa misteriosa mujer capaz de comunicarse con el héroe y otros protagonistas juega un papel tan importante o más como el de Zodiark, su contraparte. El cierre de una “saga” que llevamos esperando más tiempo del que creíamos pero que era necesario que sucediera para después adentrarnos en nuevos misterios.

Final Fantasy XIV: Endwalker no es solo una puerta que cierra, es un viaje a través de 11 años de servicio —contando la versión 1.0— y lo que ello conlleva. Un apunte a la importancia de la amistad, los que han estado a tu lado, a los que has ayudado, los que están por conocer o los aliados que has hecho por el camino. Un oda a lo maravillosa que es la vida, el mundo que nos queda por descubrir y lo diferentes que somos unos de otros. Este extenso recordatorio de detalles en los que a veces prestamos poca atención se expande con innumerables otros hacia la saga de la que toma su nombre. Puede ser en un acorde, en el diseño de un personaje, en un nombre, escenario o en una acepción. Es un cartel luminoso donde la palabra gracias brilla lo más fuerte posible y encarado a aquellas personas que tiempo atrás trabajaron en la franquicia que muchos jugadores adoran.

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Mucho se habla de sus nuevos escenarios, los dos nuevos trabajos que se añaden a la expansión, las nuevas incursiones de banda o la resolución tan esperada entre el bien y el mal, pero Endwalker es mucho más que eso. Aunque con fecha de caducidad, es un adiós donde cada detalle está cuidado al máximo, sea en historia, jugabilidad, gráficos o banda sonora. El equipo de Naoki Yoshida ha trabajado duro en enfatizar este punto y podemos deciros que lo han logrado con absoluta perfección.

La Luna es solo el principio

Cerrar un arco argumental de este modo ha supuesto que Square Enix Creative Business Unit III haya suministrado a sus seguidores la información a cuentagotas. La Luna, el esperado escenario que todo jugador quería visitar desde hace tiempo, es solo uno de los puntos fuertes de Endwalker, pero no el único. La sorprendente recreación del satélite de Hydaelyn es solo una tapadera para lo que está por venir. Sin entrar en demasiados detalles, el jugador llegará a un punto en el que la Luna será solo un capítulo más de su cuaderno de bitácora, pues la última expansión de Final Fantasy XIV oculta muchas sorpresas después —y antes— de nuestro viaje al espacio.

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En este menú de sobresaltos se incluye, por supuesto, a la trama principal. Han habido muchas teorías y suposiciones en internet sobre cómo podría terminar la batalla entre la luz y la oscuridad, el Guerrero de la Luz y Fandaniel/Zenos o, en tono de humor, si Tataru fuera un Primal. Nada de lo que ninguno de vosotros hayáis leído ocurre en Endwalker. Absolutamente nada. Y su guionista, Natsuko Ishikawa, quien ya escribiera las aventuras de los Scions of the Seventh Dawn en Shadowbringers, sabe cómo hilar todo este largo entramado que hemos ido disfrutando año tras año, expansión tras expansión. Postdata: asegúrate de comprar suficientes paquetes de pañuelos para lo que vas a vivir.

En lo que respecta a la jugabilidad, además del rediseño de clases, algunas mejor que otras, el equipo de Yoshi-P ha añadido calidad de vida a algunos de los puntos críticos en los que flaqueaba el videojuego. “Chorraditas” como dirían algunos, que una vez las ves en funcionamiento no quieres que cambien nunca más. El nuevo diseño de la interfaz de logros, la mejora del menú de teletransportación entre aetherytes, un aviso visual para los tanques en momentos críticos, la renovada pesca submarina o nuevas mecánicas en las misiones son algunas de ellas, pero no las únicas.

Final Fantasy XIV ha demostrado que es capaz de mejorar allá donde flaquea en cada parche o de responder ante las necesidades de los jugadores. Buena prueba de ello es su asociación con Embody para mejorar el sonido de Endwalker con el Immerse Gamepack, un plugin que añade sonido espacial de 360º al videojuego del que os hablaremos con más detalle en nuestro análisis, pero que según el caso, potenciará la inmersión en el título.

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Y no podíamos dar por cerrado este avance sin hacer mención a la banda sonora. Masayoshi Soken, compositor habitual del décimo cuarto capítulo, lo ha bordado. Acogiéndose a la temática del adiós de Endwalker, las variadas composiciones de esta expansión coquetean con lo melancólico, el piano, los coros y los cambios de ritmo. No hay una melodía mejor que otra porque todas son fantásticas. Que Soken es un genio en lo suyo ha sido demostrado en más de una ocasión, pero su trabajo en Endwalker es para quitarse el sombrero. Como el propio juego; cuando crees que lo has visto todo es cuando comienzas a rascar la superficie.

Todavía tendréis que esperar un poquito más hasta que podáis leer nuestro análisis de Final Fantasy XIV: Endwalker, pero sí os podemos adelantar que ha valido la pena la espera. Hay emoción, mucha intriga, una historia que atrapa sin remedio y muchas lágrimas, ¡pero que me aspen si no son las mejores que he derramado nunca!