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Top 10

Los mejores juegos de zombis

Desde Resident Evil hasta The Last of Us, celebramos Halloween eligiendo nuestros títulos favoritos para enfrentarnos a las hordas de no muertos.

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Los mejores juegos de zombis

Hoy es Halloween, aunque ya llevemos días pensando en él porque es la época ideal para recordar nuestros juegos de terror favoritos. Como cada año, las compañías han aprovechado para lanzar o rebajar obras de este género, y aquí en MeriStation tampoco nos hemos querido quedar atrás, por lo que, si todavía no los habéis leído, tenéis reportajes dedicados tanto a exponentes de pleno derecho como a otros donde el terror asoma más por sorpresa. Y ahora, para cerrar formalmente la temporada, también hemos decidido celebrar este domingo de muertos vivientes eligiendo —mediante votación de redactores y colaboradores— los mejores juegos de zombis.

Aunque desde su estreno en 1996, la saga Resident Evil ha proyectado una sombra alargada, lo cierto es que los zombis llevan formando parte del medio desde mucho antes. Plataformas antiguas como Spectrum o Atari ya tuvieron su buena dosis, la popular serie Ghosts ‘n Goblins los incluyó entre sus enemigos corrientes y el Zombies Ate My Neighbors de LucasArts alcanzó bastante notoriedad en Super Nintendo, por poner algunos ejemplos. Desde entonces se han apuntado muchos otros nombres como Wolfenstein, The House of the Dead o Days Gone, y los infectados también se han abierto camino hacia sagas de diferente temática como Red Read Redemption, Metal Gear o, por supuesto, Call of Duty, que desde hace tiempo tiene entre sus modos estrella el de zombis. Pero a pesar de esa variedad de ofertas, solo diez juegos podían pasar el corte y acabar en nuestro top. Así que vamos con ellos.

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10. Left 4 Dead 2

Con Back 4 Blood todavía caliente, es difícil no acordarse de la saga que popularizó esto de enfrentarse a oleadas de zombis en cooperativo a cuatro. Estrenado en 2008, y respaldado por una veterana de los multijugadores online como Valve (Counter Strike, Team Fortress 2), el primer Left 4 Dead en seguida atrapó a los usuarios de PC y Xbox 360. Sus campañas apenas se molestaban en ofrecer contexto argumental, pero el frenetismo de su jugabilidad, con docenas de zombis en pantalla y criaturas especiales con diferentes propiedades como los Boomer (explosivos), los Hunter (saltadores) o Spitters (lanzadores de ácido), así como la necesidad de trabajar en equipo para sobrevivir, lo convirtieron en uno de los grandes títulos de aquel año.

La sorpresa vino cuando Valve anunció una secuela casi de inmediato, ya para 2009, lo que creó anticipación ante las nuevas posibilidades, pero también cierta confusión o incluso frustración entre los que preferían que la compañía siguiese apoyando al original durante más tiempo. Sin embargo, cuando Left 4 Dead 2 salió a la venta, hubo pocas dudas sobre su superioridad. Con más mapas, más armas y más tipos de criaturas, el juego dejó anticuado al primero, del que encima acabó heredando contenido para convertirse en la experiencia Left 4 Dead definitiva. Además, siguiendo una vieja tradición de Valve, la saga se detuvo ahí y nos dejó sin tercera parte, por lo que la segunda sigue siendo la mejor forma de disfrutar esta fórmula.

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9. The Walking Dead

Otro nombre que logró bastante impacto y creó escuela fue The Walking Dead, franquicia con origen en cómics que aumentó su popularidad gracias a la adaptación televisiva antes de dar el salto a los videojuegos de mano de Telltale Games. Entonces conocido por desarrollar aventuras gráficas más tradicionales como Sam & Max o Tales of Monkey Island, el estudio californiano se apoyó en el drama humano creado por la invasión zombi para girar hacia el tipo de aventura más narrativa que definiría su carrera de ahí en adelante. La primera temporada, repartida en cinco capítulos estrenados a lo largo de 2012, incluso fue premiada como uno de los mejores juegos del año, garantizando tanto la continuidad de esa serie como favoreciendo la adaptación de otras licencias como Batman, Juego de Tronos o Borderlands.

Así como Left 4 Dead triunfó gracias a la necesidad de hacer piña con los demás jugadores, The Walkind Dead conectó con la audiencia gracias a la crudeza de su trama y las difíciles decisiones que debíamos tomar en la piel de Lee Everett, protagonista de un reparto extenso —con amigos y enemigos— que equilibraba la supervivencia en el apocalipsis con zombi con la tutela de Clementine, niña desamparada que se acabaría convirtiendo en personaje central con el transcurso de la serie. El viaje a través de las siguientes temporadas no siempre fue el más agradable, y Telltale Games incluso quebró por el camino, dejando la misión de cerrar la aventura de Clementine en manos de otro estudio. Pero con altibajos o sin ellos, The Walking Dead siempre será un capítulo destacado en la historia de los videojuegos de zombis.

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8. Resident Evil 3: Nemesis

Resident Evil aparece por primera —pero no última— vez con la conclusión de la trilogía original. Tras consolidar el género Survival Horror en la mansión Spencer, y después llevarnos a la comisaría local y sus alrededores, Capcom amplió la escala en Resident Evil 3, juego ambientado en exteriores durante gran parte de la aventura. En las calles de Raccoon City se pudo perder la claustrofobia de las entregas previas, aunque las últimas horas de Jill Valentine en la ciudad capturaron mejor el caos de la invasión zombi y nos hicieron pasar por localizaciones tan variadas como parques, restaurantes, gasolineras o incluso un hospital al tomar control del mercenario Carlos Oliveira. Todo ello sin bajar la guardia por si el temible Nemesis, criatura capaz de esprintar y disparar un lanzacohetes, aparecía a la vuelta de la siguiente esquina.

En Resident Evil 3 aumentaron los números, tanto de enemigos como de armas, estrenando de paso un sistema de combinado de pólvoras para crear diferentes tipos de municiones. En su momento, muchos vieron en él un giro bastante pronunciado hacia la acción (no sabíamos qué pasaría de RE4 en adelante), pero ofreció algunos de los puzles más elaborados de la saga y el modo difícil, más equiparable a los normales de antaño, todavía exigía gestionar con cabeza los recursos. El año pasado, el juego fue reimaginado con gráficos y controles modernos, aunque se tomó bastantes licencias, dejando sin adaptar ciertos lugares y criaturas, perdiendo los puzles e incluso las decisiones que alteraban algunas partes del desarrollo. Es por eso, y no solo la nostalgia, por lo que la versión original de 1999 sigue siendo nuestra favorita.

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7. Dying Light

A pocos meses de recibir su esperada secuela, el primer Dying Light es otro de esos juegos que no podían faltar en una lista de estas características. Estrenada en 2015, la obra de la polaca Techland quizá no destacó por ser la más puntera o la mejor rematada, pero sí por ofrecer una propuesta que la diferenció al momento de cualquier otro título de zombis (incluyendo el Dead Island que firmara este mismo estudio algunos años antes): Dying Light no solo nos soltaba en un mundo abierto para explorar, cumplir misiones y defendernos de los no muertos con cualquier arma que encontrásemos por ahí, también introdujo mecánicas de parkour (saltar, escalar, lanzar un gancho hacia los edificios, bajar usando tirolinas, etc.) para convertirse en un plataformas en primera persona bastante en la línea de Mirror’s Edge.

Claro que correr por tejados evitando hordas a pie de calle podía ser una experiencia placentera, pero también poco duradera: tarde o temprano tocaba bajar y/o meterse en interiores, donde había encerronas, las cosas se ponían feas y nos manchábamos inevitablemente las manos. Además, al caer la noche, la ferocidad de los zombis se multiplicaba, dificultando cualquier misión y requiriendo buscar refugio hasta la mañana siguiente... si es que era una opción. La mejora de atributos mediante su uso también le dio un apropiado toque RPG, y el crafteo permitía crear bombas u otros objetos para resolver ciertas situaciones con mayor facilidad, acercándolo al terreno de los simuladores inmersivos. La ejecución de sus muchas ideas se dio con un grado de éxito dispar, pero no cabe duda de que a Dying Light le sobraba ambición y aún hoy es capaz de erigirse como un referente entre los juegos de zombis.

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6. The Last of Us: Parte II

Fácilmente catalogable como uno de los juegos más controvertidos del año pasado, The Last of Us: Parte II también fue uno de los mejores, al menos en lo que a puesta de escena y pasarlo bien “pasándolo mal” se refiere. El mundo creado por Naughty Dog se presentó más duro y cruel que nunca, aunque esta vez fue incluso más por la intervención de sus habitantes sanos que por la de los infectados que provocaron el apocalipsis en primer lugar. El agridulce desenlace de la historia de Joel y Ellie en la entrega original condujo hacia una épica turbulenta y miserable, que no agradó a todos los fans debido a algunas de las decisiones tomadas, pero que sí reintrodujo y retorció con efectividad varios de sus temas como si fuesen un cuchillo.

Muchas de sus virtudes siguieron en el plano narrativo, pero el juego como juego, la sucesión de encuentros donde debíamos desplegar el sigilo, los tiroteos o una combinación de ambos, también se vio beneficiado por las mejoras que proporcionan la experiencia y el salto a un hardware más potente como el de PS4. Los escenarios eran más amplios, el repertorio de acciones de Ellie (y Abby) aumentó, los enemigos también incorporaron más rutinas, el uso de hierba alta dio pie a nuevas oportunidades para esconderse y la presencia de perros guardianes patrullando sirvió para que los jugadores se sintiesen peor consigo mismos al liquidarlos. Otro de los esfuerzos de Parte II se dedicó a juntar enemigos humanos y zombis en algunas zonas, por lo que esta vez los infectados también podían servir como aliados improvisados.

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5. Dead Rising

Entramos en la mitad alta de la lista con un juego de zombis de Capcom que, sorprendentemente, no lleva el nombre Resident Evil. Bueno, en realidad no es tan sorprendente porque, si bien sus secuelas no lograron darle la clase de continuidad que todavía mantiene a la saga hermana entre las más populares e influyentes del medio, el primer Dead Rising también logró un gran impacto a su llegada. En 2006, con la generación de Xbox 360 todavía en sus albores, este juego se tomó muy en serio las influencias de George Romero y nos llevó a un centro comercial plagado de zombis. Y cuando decimos plagado, es plagado. Docenas y docenas (y docenas) de muertos vivientes merodeaban sus pasillos y tiendas, llenando la pantalla de un modo inviable en las consolas que entonces aún acabábamos de dejar atrás.

Dead Rising tenía un tono más ligero que Resident Evil, era más juguetón, un sandbox donde experimentar y encontrar nuevas formas de matar zombis era más divertido que seguir la trama. Sartenes, motosierras, bates, sombrillas, botellas, bancos: si podías agarrar algo, podías usarlo para golpear, y eso incluía a los propios zombis. Usar vehículos como bicicletas, motos o coches para arrollarlos también era una opción, aunque no podíamos hacerlo de forma indefinida, ya que el juego se regía por un sistema horario dividido en tres días al estilo Majora’s Mask y tanto las misiones como el desenlace dependían de cumplir requisitos determinados por el tiempo (que, por supuesto, se podía reiniciar manteniendo la progresión del personaje). Además, siendo fotógrafo profesional, Frank West también debía usar su cámara para sacar instantáneas de todo tipo, a veces relacionadas con misiones, otras para conseguir puntos y mejoras. En definitiva, un juego tan original como alocado.

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4. Resident Evil 2

Ahora sí, volvemos a Resident Evil y a la era de la primera PlayStation, donde Resident Evil 2 terminó de consagrar una saga que ya había empezado con gran pie. La secuela cogió el testigo de uno de los juegos más influyentes de la generación y aligeró su ritmo, aumentando la acción (aunque todavía con recursos bastante ajustados para preservar la tensión de un buen Survival Horror), puliendo los controles, mejorando de forma muy significativa los gráficos y ofreciendo una historia más dramática, que se beneficiaba mucho más de jugar con tanto Leon como con Claire que antes con Chris y Jill en el original: los dos nuevos protagonistas no solo tenían acceso a armas propias e interactuaban con otros secundarios (amistosos o antagonistas), también pasaban por localizaciones exclusivas y descubrían diferentes partes de la trama.

Una vez completado el juego con uno de ellos, además, el otro tenía acceso al llamado escenario B, la ruta hacia el verdadero jefe final donde parte del itinerario variaba respecto al escenario A de ese mismo personaje (haciendo que, en efecto, Resident Evil 2 tuviese cuatro desarrollos diferentes), algunas decisiones tomadas durante la primera partida afectaban a los objetos que podíamos coger, los temibles Lickers (enemigos ciegos, pero veloces y mortales) aparecían en nuevos lugares y Mr. X, el imponente Tyrant con gabardina, nos perseguía y pillaba por sorpresa en localizaciones que creíamos seguras debida a nuestra experiencia previa con el otro protagonista. Un juego tan intenso como rejugable que aumentó el pedigrí de la saga y aún hoy se mantiene entre los más grandes del género.

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3. The Last of Us

Interrumpiendo temporalmente el dominio de Capcom, reaparece Naughty Dog con el primer The Last of Us, juego que ahora puede tener una factura bastante más humilde que la de su secuela, pero sigue siendo tan o más querido por el público y sacudió de una forma más profunda el medio a su llegada. En 2013, los creadores de Crash Bandicoot y Jak and Daxter ya eran más conocidos por la serie Uncharted, Third Person Shooters inspirados por el cine de aventuras con abundantes tiroteos, chascarrillos y secuencias interactivas de gran espectacularidad. Sin embargo, la aparición de The Last of Us marcó un punto de inflexión claro. El juego heredó parte de su esqueleto jugable y escenográfico, pero era más lento y metódico. Áspero en el buen sentido de la palabra. Sin el mismo glamour de hiperrealidad hollywoodense.

En TLOU desaparecieron las regeneraciones de vida mágicas, las toneladas de balas, los saltos imposibles. Si Joel se internaba en una zona con tres o más enemigos patrullando, era mejor optar por el sigilo, lanzar algún ladrillo y crear una distracción, o nos podíamos ver en serios problemas y quemar en veinte segundos los recursos que habíamos acumulado durante veinte minutos. Fue una dureza al servicio de una narrativa igual de dura, que nos dejaba vivir el inicio del apocalipsis zombi antes de saltar muchos años hacia delante y embarcarnos en un viaje de varias estaciones a lo largo del devastado continente norteamericano. Lo que inicialmente se presentaba como una aventura para lograr una cura para toda la humanidad, paso a paso revelaba ser en realidad un pretexto para que Joel recuperase la suya propia gracias a su Ellie, joven protegida con la que creaba un genuino vínculo paternofilial.

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2. Resident Evil (Remake)

Porque no hay dos sin tres, completamos la trilogía inicial de Resident Evil con la primera entrega, aunque no en su versión de PlayStation, sino mediante el remake creado para GameCube en 2002. Después de todo, remakes puede haber muchos, ¿pero cuántos de ellos son dirigidos por la misma persona que concibió el original? Fue el caso de Shinji Mikami, que después de consagrarse como el padre del Survival Horror, firmar el también terrorífico Dino Crisis y ver cómo su obra espoleaba multitud de imitadores y secuelas de éxito, aceptó el reto de rehacer la mansión Spencer sin las ataduras de un hardware 32-bits: entornos prerrenderizados tan fotorrealistas que aún hoy quitan el hipo, controles mejorados, actuaciones a la altura, nuevas estancias e incluso una subtrama de estreno centrada en la malograda familia Trevor.

Para veteranos, jugar a Resident Evil Remake era como jugar a un escenario B de Resident Evil 2 en esteroides. El desarrollo se rediseñó casi por completo, requiriendo pasar por diferentes lugares, en diferente orden y recogiendo diferentes objetos. Los puzles se rehicieron, Chris y Jill podían usar los preciados ítems de defensa para evitar ser mordidos en el último momento, y el queroseno introdujo una aterradora revelación: ahora los zombis derrotados podían volver con el paso del tiempo, mucho más veloces y poderosos, si no los quemábamos o reventábamos su cabeza de un buen escopetazo. Incluso podían abrir algunas puertas y cambiar su localización, haciendo que la exploración fuese más tensa e impredecible. Lejos de acomodarse en su condición de remake, Resident Evil volvió a reinventarse y logró que el germen del fenómeno fuese también su exponente definitivo...

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1. Resident Evil 2 (Remake)

...O al menos así es cuando se trata de cámaras fijas, porque si aceptamos una perspectiva más moderna, hay otro remake capaz de plantar cara. Con apenas un punto de diferencia, la reimaginación de Resident Evil 2 ha conseguido abrirse camino hasta el primer puesto y, aunque los fans de la vieja escuela puedan no estar todos de acuerdo, si hay un terreno donde difícilmente se puede negar la superioridad de este título es en los zombis. Los de la nueva comisaría de Raccoon City son ZOMBIS con mayúsculas. Más detallados, más resistentes, más impredecibles. Más peligrosos. Al igual que Dead Space (juego que merece mención de honor aunque sus necromorfos hayan mutado hasta salirse de entre los zombis convencionales), RE2 integró un sistema de cercenamientos que permite arrancar de cuajo brazos y piernas, limitando su movilidad para esquivarlos con más facilidad, así como de críticos para reventar cabezas y zanjar el tema de una vez por todas como en el anterior remake.

Apuntar con cuidado, racionar las balas, elegir qué ítems defensivos llevamos en el inventario limitado e incluso tapiar ventanas con tablones de madera son prácticas esenciales para sobrevivir en los primeros compases de un juego que luego, como no podía ser de otro modo, también nos lanza los Lickers, los G adultos de las alcantarillas o los zombis hiedra del laboratorio. Eso sin olvidar a Mr. X, ya presente desde la primera partida para perseguirnos y sacar el máximo provecho posible a la mejorada navegación (sin tiempos de carga entre salas) y el sonido envolvente. Resident Evil 2 es un Survival Horror de ayer creado con la tecnología más puntera de hoy. Con una ambientación sobrecogedora y unos controles precisos, pero también con puzles y backtracking real, de ese que requiere pararte a pensar dónde estás, a dónde debes ir, y qué puedes a encontrar por el camino. Una delicia para los amantes de los zombis.

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Resident Evil 2

  • PS4
  • XBO
  • PC

    Resident Evil 2 llega a PC, PlayStaton 4 y Xbox One como la nueva versión del popular título de acción y aventura survival horror del mismo nombre aparecido originalmente en PlayStation a manos de Capcom, en el que sus dos protagonistas, Leon S. Kennedy y Claire Redfield, viajan hasta una Raccoon City infestada de zombis.

    Carátula de Resident Evil 2
    9.4