Bucles temporales en los videojuegos: el arte de repetir sin hacerse pesado

El tiempo es un elemento que nos acompaña durante toda la vida. Sabemos, o mejor dicho, creemos saber cómo funciona, pero las posibilidades de alterar sus reglas son nulas. Como mucho, tenemos medios para gestionar con un poco de margen lo que hacemos mientras las manecillas del reloj giran incansablemente. De nosotros depende la importancia que damos al próximo destino al que nos lleva: ¿pensamos en las horas que restan para despertar un día más? ¿o en un futuro lejano en el que a todos nos espera un terrible destino?

Por suerte, en los videojuegos podemos decir que todo —o casi— vale, y manipular el flujo del tiempo es algo que podemos hacer en numerosos títulos. No nos referimos a ralentizar su avance o realizar un salto que nos permita omitir un momento determinado, algo que podemos hacer en The Legend of Zelda: Ocarina of Time o Lightning Returns: Final Fantasy XIII, sino en saber qué va a suceder a continuación y disfrutar del don de cambiar las cosas a nuestro antojo. Hoy nos centramos en los bucles temporales, y repasamos los juegos más interesantes que se basan en ellos.

The Legend of Zelda: Majora’s Mask y el terrible destino de Link

No podemos hablar de las reglas del tiempo en los videojuegos sin que aparezca uno de los  más populares de todos los tiempos. “Te has encontrado con un terrible destino, ¿verdad?” es la frase que el misterioso vendedor de máscaras espeta en el interior de la Torre del Reloj nada más comenzar el viaje. Un viaje marcado por la inminente caída de la luna sobre Ciudad Reloj. 72 son las horas que tenemos para completar un gigantesco rompecabezas y evitar el triste final que el destino ha querido imponer a los habitantes de Términa.

Majora’s Mask es una de las entregas más queridas de la franquicia, una distinción que ha conseguido gracias al hecho de ser diferente a las demás. Las manecillas del reloj fluyen constantemente, aunque gracias a los instrumentos musicales podemos ralentizar —o acelerar— el ritmo al que lo hacen. Una de las claves reside en compaginar las mecánicas de tiempo con el diseño tradicional de la saga, valiéndose de eventos que se suceden en diferentes horarios para aportar frescura al desarrollo de la aventura. Desde que conocimos la segunda entrega de la franquicia para Nintendo 64, no hemos vuelto a mirar a la luna igual. De todos modos, si finalmente impacta contra la tierra, siempre habrá otras 72 horas por delante... y otro terrible destino para nosotros.

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Outer Wilds: el placer de explorar… durante 22 minutos

No es mucho tiempo, pero es más que suficiente para comenzar a vislumbrar la respuesta a la pregunta que el ser humano se hace desde que es conocedor de su propia existencia: ¿estamos solos en el universo? En el título de ciencia ficción de Mobius Digital conocemos a los nativos de Lumbre, un diminuto planeta de un sistema solar relativamente similar al muestro. Como si de la NASA se tratase, la corporación Outer Wilds Ventures está formada por exploradores que no descansarán hasta saber qué hay más allá del cielo que cubre su hogar.

22 minutos para peinar la galaxia parece una locura, pero nada más lejos de la realidad: como si de El Día de la Marmota se tratase, estamos atrapados en un bucle de 22 minutos que siempre termina con la explosión del sistema. Sin embargo, a diferencia de los que nos rodean, somos conscientes de todo lo que sucede y podemos registrar los avances logrados en el ordenador de nuestra nave. Outer Wilds se ha convertido en un juego muy querido entre los amantes de la temática, y la clave de su éxito reside, ni más ni menos, que en conseguir que nos olvidemos del paso del tiempo. Recientemente, el estudio lanzó la expansión Echoes of the Eye, una nueva misión que nos invita a investigar una misteriosa sombra capaz de eclipsar al mismísimo sol.

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Deathloop: con la muerte en los talones

Sin lugar a dudas, uno de los juegos destacados de 2021. Como si del mismísimo Dark Souls se tratase, lo nuevo de Arkane Lyon nos pone en la piel de Colt Vahn, un hombre condenado a morir hasta el infinito y despertar cada día en la orilla de una playa solitaria. En Deathloop, el conocimiento es nuestro mejor aliado; por mucho que volvamos al punto de inicio y pasemos una y otra vez por los mismos lugares, el hecho de ser consciente de que estamos atrapados nos permite memorizar información y ver el siguiente amanecer desde otro punto de vista.

Con un diseño de niveles al más puro estilo Arkane (Dishonored, Prey) y acción a raudales, el título gira en torno a una serie de enemigos que debemos derrotar mientras luchamos contra las manecillas del reloj. Nadie dijo que fuese fácil matar a tanta gente en tan poco tiempo, aunque saber que vamos a morir y renacer constantemente nos otorga la ventaja de la anticipación; ¿por qué no usarla para alterar el futuro de nuestra presa y lograr que se ponga a tiro en el momento ideal?

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The Sexy Brutale y cómo evitar lo inevitable

A diferencia de lo visto en Deathloop, en el título de Tequila Works no debemos encontrar el modo de matar a nadie, sino de salvarles la vida. Ya hay otras personas decididas a borrarlas del mapa, así que nuestro papel es ordenar las piezas del puzle y ayudar a gente inocente a dar esquinazo a La Parca. En The Sexy Brutale asistimos a una lujuriosa fiesta celebrada en la ostentosa mansión de un marqués… que desaparece bajo extrañas circunstancias en cuanto la cosa empieza a animarse.

Lafcadio Boone, el protagonista de la historia, cuenta con un misterioso reloj que le permite reiniciar el ciclo diario y comenzar todos los días desde las 12:00 horas. Consciente de que la cadena de asesinatos está a punto de sucederse, el objetivo es descubrir quién mueve los hilos y ha organizado semejante barbarie. Una de las peculiaridades del juego es que no podemos permanecer en una misma sala junto a otros personajes; debemos estudiar sus rutinas y hallar el modo de cambiar sus quehaceres desde fuera, modificando el escenario y permaneciendo alerta ante cualquier movimiento.

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Minit: ¿tienes 60 segundos?

¡Entonces puedes salvar el mundo! ¿Imagináis cómo habría sido The Legend of Zelda si la vida de Link apenas durase un minuto de reloj? Pues justo eso es Minit, uno de los indies más aclamados de 2018. 60 son muy pocos segundos, pero son los que tenemos y algo debemos hacer. Lo único que conservamos en cada ciclo son los objetos obtenidos, pero nada más. Desde el punto en que comenzamos hasta alcanzar nuestro objetivo, debemos memorizar caminos, conocer a los personajes que habitan el mundo y encaminarnos rápidamente a cada mazmorra.

La dirección de arte, que apuesta por el blanco y negro y el diseño minimalista son parte del encanto de uno de esos juegos que merece la pena probar. Además, que las urgencias por completarlo y lo fugaz que resulta la vida del simpático protagonista no os engañen; el mundo de Minit cuenta con muchos secretos por encontrar y la historia es lo suficientemente interesante como para atraparnos. Porque, a veces, las mejores experiencias no tienen por qué durar demasiado.

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Returnal y la odisea de Selene

El roguelite de Housemarque exclusivo de PS5 es capaz de combinar dos elementos tan complejos como la pérdida de memoria y el hecho de sentirnos atrapados en un ciclo que no tiene fin. La protagonista del juego, Selene, despierta en mitad de un bosque junto a su nave accidentada. No recuerda ser astronauta, y mucho menos haber empuñado el arma que tiene en su mano. Lo único que sabe a ciencia cierta, es que no solo necesita descubrir qué hace en un lugar así; también ansía saber quién es realmente.

Aunque la acción y los elementos roguelite son las principales señas de identidad de Returnal, no podemos olvidarnos de su compleja historia, repleta de sorpresas y sostenida por una puesta en escena cinematográfica. Buena muestra de ello son las secciones en primera persona, en las que el título se convierte, momentáneamente, en un walking simulator. Hay tantos enemigos a los que hacer frente como preguntas sin responder. Un ejemplo práctico de cómo lograr que la repetición se convierta en el principal atractivo para el jugador, pues hay ocasiones en las que no hay mejor final que un nuevo comienzo.

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Twelve Minutes: el thriller fugaz

Con un enfoque cinematográfico y elementos point and click, el breve —aunque intenso— thriller diseñado por Luis Antonio bajo el amparo de Annapurna Interactive nos sumerge en una pesadilla constante. Llegamos a casa después de un duro día de trabajo, nos recibe nuestra esposa y nos disponemos a dedicar el escaso tiempo libre que tenemos para disfrutar de placeres tan cotidianos como una charla sentados en el sofá o una cena, entre otros. De repente, un extraño con cara de pocos amigos que dice ser agente de policía aparece por sorpresa y trata de detenernos.

Todo sucede en cuestión de segundos; los que pasan hasta que volvemos al punto de partida y todo comienza de nuevo. Nuestro papel a los mandos del juego consiste en interactuar con objetos y realizar determinadas acciones que nos permitan dilatar el poco tiempo que tenemos en aras de adquirir conocimiento de la causa y tratar de cambiar el amargo final que el destino parece habernos asignado. Sin lugar a dudas, se trata de uno de esos títulos que no son para todo el mundo. Por eso mismo, no se nos ocurre mejor opción que probarlo.

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Shadow of Memories: investigando tu propia muerte

El género de las aventuras gráficas siempre ha sido un gran conducto para narrar buenas historias, y la de Shadow of Memories, desarrollado por Konami en 2001, no dejó a nadie indiferente. Nos ponemos en la piel de Eike Kusch, un joven nativo de una pequeña ciudad alemana que acaba de tener un día de suerte, pues una extraña entidad ha decidido cancelar su cita con la muerte. Eso sí, el hecho de recuperar la vida no es suficiente para sentir curiosidad por saber quién —y porqué— decidió asesinarlo unos minutos antes.

Si un día somos asesinados y tenemos la oportunidad de volver de entre los muertos, nos gustaría investigar un poco, ¿verdad? Shadow of Memories es un título muy interesante por otros aspectos más allá de su intensa historia: exploración, puzles, diálogos… Los ingredientes indispensables de toda aventura gráfica que se precie. Además, ofrecer la posibilidad de desbloquear numerosos finales compensa su duración, que se sitúa por debajo de los cánones del género.

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Loop Hero: el último fenómeno entre los idle games

Es probable que el mejor ejemplo para identificar el término sea Cookie Clicker, al que muchos consideran el padre de este tipo de juegos. Lo usamos para definir experiencias que no requieren prácticamente de ninguna actividad por parte del jugador, más allá de orquestar una serie de acciones y dejar que el paso del tiempo se encargue de todo lo demás. Y Loop Hero es uno de los más populares que hemos visto durante los últimos años.

El paso del tiempo es inevitable, aunque en este caso no es algo que deba preocuparnos. Todo lo contrario, pues nos interesa alcanzar el final del bucle para sobrevivir y armarnos de valor —y de recursos— para comenzar con buen pie el siguiente ciclo. A pesar de ser un idle game, Loop Hero esconde muchas cosas interesantes bajo su sencillo envoltorio, como una interesante historia y los diferentes personajes que conocemos entre el final y el comienzo de cada período.

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Overboard! y el arte del engaño

Con una premisa similar a la vista en títulos como Twelve Minutes y The Sexy Brutale, en Overboard! no debemos ni evitar, ni resolver un asesinado, sino ¡ocultar el que hemos cometido! La protagonista, Verónica Villensey, ha asesinado a su marido a bordo de un gigantesco crucero. Las partidas duran un máximo de media hora, y es prácticamente imposible que logremos esquivar a la justicia en las primeras rondas. Por suerte, al comienzo de cada día podemos ayudarnos de la información recopilada en el anterior y tratar de tomar un camino diferente.

El juego tiene tintes de aventura gráfica y recolectar objetos, dialogar con los pasajeros del barco o aprovechar el conocimiento adquirido para alterar el futuro próximo de otros personajes son piezas claves para torpedear el avance de las autoridades en su investigación. Eso sí, independientemente de que consigamos ayudarla con éxito o no, Verónica tendrá que explicarnos algún día cuáles fueron los motivos que la llevaron a poner punto y final a la vida de su esposo.

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Lemnis Gate: el más exótico de la lista

¿Quién dijo que no era posible implementar bucles temporales en un shooter competitivo? Con un enfoque más estratégico que otros de su especie, el recién lanzado juego de Ratloop Games Canada pone sobre la mesa una idea de lo más interesante, en la que los jugadores no solo se enfrentan entre sí; también lo hacen contra sus propias decisiones 25 segundos después de realizar sus movimientos. No importa lo que hagamos; el reloj nunca se detendrá.

Menos de medio minuto es muy poco tiempo, pero es suficiente para ser conscientes de que el ciclo se repetirá hasta el infinito, estudiar las acciones de nuestro rival y aprovechar el arma más poderosa que podamos imaginar: la anticipación. En lugar de desenvainar un rifle y apuntar directamente al objetivo, en Lemnis Gate es más recomendable desplegar un dron y observar cada centímetro del mapa, identificar qué sucederá en los bucles creados por otros jugadores y hacer lo imposible por arruinar sus planes.

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