Natsuki Chronicles
- PlataformaXBO8.1PC8.1PS48.1
- GéneroAcción
- DesarrolladorQute
- Lanzamiento24/12/2019 (XBO)18/02/2021 (PC, PS4)
- TextoInglés
- VocesJaponés
- EditorRising Star Games
Navecitas, cielo azul y pop japonés
Natsuki Chronicles, análisis con aroma a clásico
Analizamos Natsuki Chronicles, un shoot em up con muchas capas de profundidad
Además de un estudio poco conocido en occidente, Qute Corporation debe ser un lugar bastante especial si es que tiene oficinas permanentes. Según parece, además de diseñar shoot’em ups, hablamos de una empresa que ofrece labores de consultoría en áreas como la salud o el diseño gráfico. Es casi seguro que nos sorprenderíamos si viésemos por la rendija todas las cosas en las que ha trabajado este sello independiente japonés, pero la cuestión es que su legado en videojuegos ya es suficiente como para otorgarle un lugar de mérito entre lo mejor de los últimos años en un género. Recapitulemos, pues: aparte de sus títulos para la portátil Wonderswan -diseñada por Gunpei Yokoi–, hablamos del estudio que ideó uno de los shmups verticales más hipnóticos y bien llevados a cabo que hemos visto nunca, el sensacional Eschatos. Ahora sabemos que aquel título –que mereció mejor suerte y debería ser reeditado para las consolas de ahora– era la primera piedra de un proyecto a largo plazo. Tras aquel vertical que hacía gala de un ritmo de juego diferente a todo lo visto hasta entonces, Qute ha seguido disparando con oro y diamantes para el que guste de los matamarcianos. Porque, tengámoslo claro desde el principio, tanto Ginga Force –lanzado hace unos meses en occidente– como este Natsuki Chronicles son obras grandiosas, cada una a su manera, para el que no se canse de pilotar navecitas en un plano bidimensional.
¿Un estudio de culto?
Los tres grandes shmups de Qute comparten un puñado de rasgos que les dan una identidad propia muy cuidada. En todos ellos tenemos un disparo principal, otro secundario y un tercer artilugio que casi siempre será un escudo pero que también puede usarse para atacar, sobre todo a medida que vamos comprando mejoras. Se identifican con facilidad diseños enemigos que aparecen en todos los juegos y, en general, los tres inciden en paleta de colores luminosa que nos transporta a un universo de anime, cielos azules y música pop japonesa con un apartado técnico que cumple sin más. Con semejantes rasgos, perfectamente podríamos pensar tras un par de partidas que estamos ante títulos menores, casualizaciones de un género que siempre ha brillado ante la dificultad elevada, pero estaríamos equivocándonos por mucho. Natsuki Chronicles es el ejemplo más refinado de un enfoque para todos los públicos en el que Qute parece profundizar con cada lanzamiento. Es una suerte que Rising Star Games esté publicando en occidente estos juegos que ya han alcanzado estatus de culto –Eschatos salió hace ya diez años– para los más forofos del género: los juegos de Qute pedían con urgencia una distribución a la altura para salir del nicho. Incluso dentro de un género que ya es de nicho en nuestro tiempo.
Qute se enfrenta a la horizontalidad
Anunciado en 2014 y con un desarrollo prolongado, hasta tal punto que parecía que no iba a terminar de cuajar, Natsuki Chronicles es el primer intento de Qute dentro de la variante horizontal, aunque parece deber más a Darius y Thunder Force que a los más tradicionales Gradius y R-Type. Una salida de la zona de confort que no llega precisamente en un momento con pocos títulos de nivel en este estilo, sobre todo con lo que hemos visto venir desde la escena indie europea de los Super Hydorah, Rigid Force Redux o Devil Engine. La principal característica de Natsuki Chronicles es que se trata de un juego pensado para satisfacer por igual -y esta vez es de verdad- a cualquier principiante que quiera iniciarse en el género, sin olvidar por supuesto al virtuoso que lleva años tragándose todo lo que la escena independiente le ha permitido llevarse a la boca. Spoiler: ha sido suficiente como para una indigestión muy severa.
De entrada, Natsuki Chronicles plantea muy bien dos modos de juego que pueden parecen similares -en ambos recorremos los mismos diez niveles- pero terminan por no parecerse en nada. Qute ha acertado con un modo historia que divide el juego en actos independientes con una peculiaridad que fomenta la rejugabilidad a niveles de absoluta demencia: podemos atacarlos en cualquiera de las cuatro dificultades a medida que las vamos conquistando, pero siempre obtenemos recursos para comprar armas y nuevos escudos que nos van facilitando la misión si queremos que así sea. Esto nos va proporcionando una sensación de progreso que se siente tan nueva como bien integrada en un juego así. El anterior Ginga Force ya apuntaba en esta dirección, pero todo está mucho más maduro en esta ocasión, y se nota con claridad la evolución.
Los shoot’em up – en especial los horizontales– llevan tiempo planteándose qué hacer con su legendaria dificultad para no frustrar al jugador que no desea ser humillado pero sí llegar a ver el final del juego, una meta poco menos que imposible en los viejos salones donde proliferaron estos juegos. Con la idea de evitar esta frustración siempre presente, el primer asalto a cualquier nivel o modo de dificultad en Natsuki Chronicles puede ser un fracaso, pero siempre hay una mejora en los escudos –son las vidas de este juego que no las tiene– o el juego nos permite comprar una nueva pieza de equipamiento que seguramente querremos probar de inmediato. En estas circunstancias, con un ritmo de desbloqueos y una curva de dificultad tan cohesionados entre sí, el modo fácil resulta perfectamente asequible a cualquier jugador…hasta tal extremo que no dudaríamos en recomendar este título a quien lleve veinte años sin jugar absolutamente nada de este género, o siempre haya pensado que la fiesta terminó en 2004 con Gradius V.
Para todos los públicos
Quien se atreva a seguir más allá de ese tutorial que es el modo fácil, irá encontrándose poco a poco con todo lo que realmente brilla en los shoot’em up de Qute. Las oleadas enemigas, los diferentes patrones de ataque, las velocidades de los proyectiles y el diseño de los diez niveles empiezan a mostrar su cara más exigente, que aun así sigue siendo justa y superable. Incluso el modo normal, que en juegos recientes como Devil Engine termina yéndose más bien a la vertiente hardcore, podremos ir superando los capítulos a medida que las recompensas lo van haciendo posible, y esa es una fantástica noticia, porque Natsuki Chronicles sube de interés cuando hemos desbloqueado los suficientes ítems. Es entonces cuando se ve lo bien hecho que está todo en este título.
A lo largo de los diez niveles asistimos a otra lección magistral de pacing, algo en lo que Qute es experta, con el añadido de que podremos usar una variedad realmente imponente de formas de jugar sin que nada se resienta en ningún momento. Esto nos parece muy destacable porque los niveles tienen de todo: disparos hacia atrás al estilo Darius, momentos de scroll vertical o invertido, esquiva de rayos masivos y zonas intrincadas de puertas y entornos estrechos en los que nos podemos golpear con las paredes. No son elementos precisamente novedosos, pero todos se utilizan con la precisión del experto en un juego que podría encararse con cualquiera de los mejores en este aspecto. Si a todo esto le sumamos que cada nivel de dificultad crea, en realidad, un escenario nuevo, valoraremos en su justa medida la cantidad de horas que podrá dedicarle el usuario más completista que se decida a variar su estilo de juego unas cuantas veces, porque el juego incita precisamente a eso. Por último, quien quiera olvidarse de la historia podrá jugar de primeras en un modo arcade que sacrifica esta progresión a cambio de un enfoque más tradicional y contrastante, que sin embargo mantiene esa accesibilidad. En él, cada partida completada nos proporciona un crédito adicional –con lo que la sensación de recompensa sigue ahí– pero los power ups nos otorgan también mejoras en los escudos. Sobre el papel parece poco cambio, pero realmente es otro juego el que nos plantea y llega a una profundidad estratégica muy curiosa en los niveles elevados.
Calidad de vida
Natsuki Chronicles es obviamente un juego que no deja atrás a los asiduos del género, que encontrarán en él razones para profundizar gracias a muchas sutilezas que pueden pasar desapercibidas, aunque siempre han sido marca de la casa para Qute. Por citar algunas, recordaremos los diferentes niveles de velocidad al estilo de Thunder Force: han sido reducidos a la posibilidad de combinar dos de ellos dejando al jugador la posibilidad de elegir entre ocho diferentes, pero al mismo tiempo se nos permite alternarlos de dos formas que –sorpresa– pueden llegar a transformar por completo nuestra manera de jugar. También nos ha llamado la atención la posibilidad de visualizar la trayectoria de las balas, realmente útil para quienes quieran memorizar los patrones más salvajes de las dificultades elevadas, si bien resultan un poco confusas como para tener esta opción activada todo el tiempo. Pese a todo, la interfaz de usuario y las posibilidades que nos brinda son otro punto en el que Qute también lo clava mejorando lo visto en Ginga Force. Sobre todo, porque deja abiertas posibilidades que no siempre habíamos tenido a mano y se integran en el juego mucho más de lo que parece.
Conclusión
Natsuki Chronicle es uno de los mejores shoot’em up horizontales del momento, que se une a campeones como Super Hydorah y Vritra Complete Edition mientras esperamos el regreso de la saga R-Type para dentro de bien poco. Qute lo hace casi todo bien en un juego para expertos y principiantes por igual. Un shmup medido al milímetro que se identifica claramente como la evolución horizontal de sus anteriores trabajos, los verticales Eschatos y Ginga Force con los que comparte universo. Si hace tiempo que no juegas un juego de este tipo, Natsuki Chronicles quiere ser tu amigo…pero te clavará una espada si así se lo pides.
Lo mejor
- Accesible: pasarse el modo fácil es posible con la dosis justa de desafío
- Profundo: casi inabarcable en cuanto desbloqueamos muchas armas y nos aventuramos en los niveles más altos
- Tremendamente configurable
- Los niveles se adaptan a una multitud de maneras de jugar
Lo peor
- La opción de visualizar la trayectoria de las balas: monta demasiado lío en pantalla
- En general va algo justo de músculo técnico
- Algunas explosiones son manifiestamente mejorables
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.