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Opinión

Xbox Series S ya está cumpliendo su objetivo: los datos hablan

La nueva consola de Microsoft se dirige a un público concreto que, después de varios días a la venta, refleja la llegada de nuevos jugadores a Xbox.

Xbox Series S ya está cumpliendo su objetivo: los datos hablan

Se cumple casi un mes desde que comencé a utilizar una Xbox Series S de cara al análisis que publicamos en MeriStation. Ahora que ya dispongo de mi Xbox Series X como consola principal, puedo poner en perspectiva qué es y qué no la solución económica de nueva generación de Microsoft; y me doy cuenta de que su existencia no solo está perfectamente justificada, sino que su papel en el mercado está dando resultados desde el primer momento. Seguramente no sea la consola para mí, que busco y demando el máximo por mi circunstancia personal, pero creo que debemos mirar ahí fuera para darnos cuenta de que abrir las puertas a nuevos tipos de público esconde mucho sentido.

Microsoft informaba este pasado viernes que Xbox Series X|S ha registrado el mejor debut de la historia de Xbox. Aunque no quiero centrarme en eso, que es una carrera de fondo y, en realidad, es un dato que no nos dice nada ahora. Lo que sí nos habla de un futuro alentador para la firma norteamericana es que un 70% de las consolas Xbox Series X|S durante los tres primeros días a la venta estaban conectadas a Xbox Game Pass; entre antiguos y nuevos miembros. Si se mantiene ese porcentaje cuando haya 70 u 80 millones de consolas vendidas, los 15 millones de suscriptores actuales al servicio de juegos a la carta parecerán pocos en comparación a la base que se puede llegar a construir.

Xbox Series S está trayendo nuevos jugadores al ecosistema Xbox

Y es ahí donde entra en juego Xbox Series S, cuya naturaleza solo digital abraza de lleno a Xbox Game Pass. El primer informe oficial arroja un dato para nada baladí: Xbox Series S representó el mayor número de nuevos jugadores para cualquier consola Xbox en su lanzamiento.

Teniendo en cuenta que en el debut de Reino Unido un tercio de las Xbox Series se correspondieron con el modelo S, no cabe duda que hay un público nuevo que se está adentrando en el ecosistema Xbox. Si Nintendo quiso acercarse a nuevos horizontes con Wii y Nintendo DS (y lo consiguió a base de una innovadora forma de jugar más un software que casó con esa filosofía), Microsoft ha optado por rebajar la barrera de entrada a su ya de por sí atractivo ecosistema, cuyo mayor talón de Aquiles en la actualidad es la oferta de software exclusivo.

Que ese contenido llegará próximamente es algo garantizado, así lo atestiguan los 23 nombres que componen Xbox Game Studios. Ahora, por el momento, se plantea un escenario inédito: por 299€ podemos dar el salto a una nueva generación de consolas domésticas que libran la gigante nipona y la norteamericana.

Ese otro público, el joven que calcula pagas mes a mes y vende antiguos bienes para que le salgan las cuentas, ese que tiene todavía un monitor con el que usa al mismo tiempo su ordenador, no se preocupa por el 4K, no tiene la costumbre de comprar juegos en físico y no distingue entre teraflops. A ese público es también al que va dirigido Xbox Series S, una consola que puede hacer su función perfectamente en el salón, para una familia o como consola complemento “todo en uno” que haga también las veces de reproductor de Nerflix, Disney+ y compañía.

¿Sabéis qué? Durante este primer mes con Xbox Series S no he notado tantas diferencias con Xbox Series X como esperaba. Es rápida, mucho más rápida y eficiente que Xbox One X; a la que no encuentro motivos para regresar. Es limitada, en espacio y resolución; pero es potente, vaya si lo es.

La pregunta ahora es si las compañías (Capcom o SEGA, que han prescindido de funciones con Devil May Cry V y Yakuza: Like a Dragon) van a fijarse en esta alternativa llamada a representar a mucha gente. Xbox Series S tiene más sentido del que creíamos, pero solo el tiempo nos dirá cuál es su lugar en esta generación.