Los 6 indies más fresquitos para jugar en julio de 2020

“Solo hay una estación, el verano, tan bella que las demás giran alrededor”, comentó el escritor Ennio Flaiano en su día. Una afirmación especialmente válida para los jugadores, pues suele ser entre junio y septiembre cuando disponemos de más tiempo para sujetar el mando y vivir aventuras. El periodo estival, cuando el frenético ritmo de lanzamientos se adormece como quien se dispone a echar una siesta, nos concede un respiro. Hay quien lo aprovecha para aligerar el backlog y saldar esa deuda perenne con el clásico retro de turno o el aspirante a GOTY que todavía no podido catar. Otros, sin embargo, se valen del verano para dedicar tiempo y partidas a obras más pequeñas, asfixiadas por el ruido en torno a este o aquel triple A. Las vacaciones son una época excelente para refrescarse con propuestas más directas, atrevidas e innovadoras. Y julio de 2020 llega cargado de ellas.

La llegada del calor y de junio trajo consigo propuestas tan diversas como The Almost Gone, un juego de puzles con alma de novela negra, Summer of Mara, la promesa de un verano eternamente kawaii, y Beyond Blue, un vasto simulador de vida submarina. Julio nos ha dejado y dejará un marcado predominio de la estética retro, con guiños a los 16 e incluso 8 bits. No obstante, en la séptima hoja del calendario también caben otras estéticas y todo tipo de mecánicas: desde shooters low-poly hasta city-builders en tonos pastel. Desde luego, el verano en general y julio en particular prometen decenas de horas junto al mando, el ratón y el teclado.

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Superhot: Mind Control Delete (Superhot Team)

Aunque Mind Control Delete no se trate de una nueva entrega de Superhot, esta expansión viene con varios añadidos de calado. El primero, una buena nómina de niveles para un juego “cuatro veces más grande que el original”, según indica el propio Superhot Team y conforme corroboran las aproximadamente ocho horas de duración completamente gratis si ya teníamos el original. En segundo lugar, y más importante si cabe, Mind Control Delete da un paso más —o dos, o tres— en lo jugable. En nuestro análisis te damos todos los detalles al respecto.

La nueva versión de Superhot tiene vocación de roguelike. Eso se traduce en que cada partida nos pone a pegar disparos por una selección de varios de los 32 niveles totales mientras obtenemos habilidades aleatorias por el camino. Si el juego original podía antojarse como algo lineal, Mind Control Delete es más abierto y agresivo. A esto último contribuyen detalles como que ciertos enemigos solo puedan derrotarse disparando en zonas concretas de su cuerpo o que haya rivales indestructibles que aparecen si nos pasamos demasiado tiempo sin avanzar. Mind Control Delete es más y mejor Superhot. Y no hay mejor invitación al vicio que esa.

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RITE (Pond Games Pty Ltd)

Super Meat Boy generó una nueva corriente plataformera en una escala muy similar a la de Dark Souls respecto a los RPG. Tras el éxito del Team Meat, decenas —incluso cientos— de desarrolladores independientes recuperaron el plataformeo preciso, exigente y preciosista que parecía perdido en otra época, una con menos botones y bits. El Meat-like —de algún modo hay que bautizar al subgénero— nos ha brindado todo tipo de sucesores. Algunos más directos, como hizo el propio Edmund McMillen con The End is Nigh, y otros con la misma intensidad en los saltos, pero con el foco en otros aspectos. Celeste y su atención al desarrollo de personajes es un ejemplo muy potente. RITE, el nuevo miembro de la lista, encaja mejor en el primer grupo y se centra en brindar niveles de los que destrozan mandos.

A lo largo de 160 niveles que son pura artesanía pixelada, RITE nos fuerza a botar y rebotar esquivando sierras circulares, hachas colgantes y otros obstáculos. Si sobrevivir a semejante peregrinación no es suficiente, cada fase contiene varias monedas que hacen las veces de coleccionables e imponen un desafío adicional. Como ocurre en Super Meat Boy, The End is Nigh, Celeste y similares, su jugabilidad está tremendamente pulida. En la obra de Daniel Freer, los saltos se dan con precisión de relojero y los tiempos de respuesta son inmediatos. También los reintentos, algo de agradecer en un juego que torna las muertes en rutina. Pura jugabilidad de inicio a fin, RITE es la propuesta más atractiva de julio para los fans del plataformeo. Y más si cabe por su precio: tan solo 3,99 euros en Steam.

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Carrion (Phobia Game Studio)

En aquel lejano E3 de 2019, cuando los eventos todavía eran presenciales y la conferencia de Los Ángeles refulgía en el calendario de todo jugón, Devolver Digital apostó por Carrion. Descrito como un juego de terror a la inversa, la compañía de Texas nos invitó a ponernos en la piel del monstruo en lugar de en la de la víctima. Y a despellejar a esta última, todo sea dicho, por experimentar con nosotros.

Con cierto regusto al cine de John Carpenter, en particular a su The Thing, Carrion propone un terror visceral en sus partidas repletas de sangre, vísceras y gritos. Es una suerte de beat ‘em up totalmente descompensado e injusto en el que nuestras presas pueden hacer poco o nada, pero he ahí la gracia. Carrion es puro gore, pura fantasía de poder. El 23 de julio tendremos la oportunidad de cumplirla y de ponernos en los rojos tentáculos de su protagonista. Los usuarios de Xbox One y PC, además, podrán disfrutar de este indie mediante Game Pass, puesto que será uno de los añadidos del mes junto a Yakuza Kiwami 2, Grounded y otros tantos juegos.

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Ooblets (Glumberland)

Llevamos dos años hablando de Ooblets como una joyindie a la que prestar atención. En la selección de indies de 2018 os hablamos de un título pequeñito, a medio camino entre el simulador de granja y los JRPG herederos de Pokémon. Por fin, julio de 2020 es el mes en el que tenemos la oportunidad de catar la obra de Gloomberland. En él, como en la saga de Game Freak, podemos entrenar a todo tipo de adorables criaturas para combatir y vivir aventuras a su vera.

Eso sí, no solo de Pikachu vive lo indie. Ooblets también es deudor de Animal Crossing y Harvest Moon, puesto que tiene tanto de pocket monsters como de simulador de granja. En lugar de atrapar a los monstruitos de turno, aquí se plantan y riegan hasta que brotan listos para la batalla. Si su propuesta tan cuqui y relajada os llama la atención —y no se nos ocurren razones para lo contrario—, podéis disfrutarla en Early Access a través de la tienda de Epic Games.

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Townscaper (Oskar Stålberg)

Townscaper es un título para jugar entre tema y tema al preparar un examen, cuando nos atascamos juntando letras en un artículo o simplemente para quemar tardes en verano. Hay que tenerlo siempre minimizado, calentando a la espera de que la procrastinación lo llame para jugar unos minutos en uno de esos partidos que nadie recuerda. En ese contexto, como entretenimiento puntual para desconectar de todo y conectar con uno mismo, Townscaper brilla como la luz de los faros que coronan sus ciudades.

La obra de Oskar Stålberg tiene mucho de experimental y así es como la define su propio autor. Este constructor de ciudades marítimas quiere ser un juguete que disfrutar sin objetivos. Aquí no hay más ambición que la estética ni más meta que la pura inventiva. Townscaper nos permite construir desde pequeñas aldeas flotantes hasta grandes urbes perdidas en el medio del mar. Bloque a bloque, edificio a edificio, con una fluidez relajante y sonidos acuáticos que encajarían perfectamente en una sesión de meditación. Su Early Access ya está disponible en Steam y por menos de 5 euros probaréis el que para nosotros es el juguete del verano, como en su día lo fueron los spinners o la bola loca.

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Sprout (Sparkee Software)

En su libro Polo de Limón, el periodista Íñigo Domínguez habla del verano como el verdadero paso a otro año en detrimento de la Nochevieja. Es entre junio y septiembre cuando muchos cambiamos de trabajo, de casa, de ciudad, de pareja, de hábitos y de vida. No son pocos los que hallan en el verano la oportunidad de empezar algo nuevo, de “interpretar el papel de estar vivo”, que diría Domínguez. En el caso de los videojuegos, hay quien se lanza y acomete desafíos como el speedrunning. Y Sprout, un plataformas en miniatura, es una forma inmejorable de aventurarse en el arte de pasarse los juegos a velocidad extrema.

Sparkee Software bebe de Celeste con más honestidad que descaro, como reconoce en su propia página de Steam. En concreto, de los niveles con estética Pico-8 que hay en la obra de Matt Thorson y que encapsulan la esencia desafiante y precisa de Celeste en minifrascos. O más bien, en mininiveles. Sprout nos obsequia con 100 pantallas divididas en cinco zonas únicas en las que saltar, conseguir la gema de turno y pasar al siguiente nivel. Sus fases están pensadas para invertir unos pocos segundos, resolver sus pequepuzles en cadena y alcanzar la jugada perfecta. Es un juego breve porque quiere que lo rejuegues hasta conocer cada rincón y puedas superarlo en el menor tiempo posible. Una excusa perfecta para iniciarse en el speedrunning que llegará el 30 de julio a PC.

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Un verano repleto de indies

Las selecciones de indies que hemos publicado en junio y julio dejan claro que este verano, como ocurre con el hielo en un buen granizado, está cargado de juegos refrescantes. Hay propuestas para todos los gustos; desde la calma de Ooblets y Townscaper hasta el frenesí de Carrion y Superhot: Mind Control Delete. Agosto no será una excepción y el último mes del verano nos deparará otra tanda de indies con esa valentía, originalidad y fuerza que va más allá de un presupuesto limitado. Y, como siempre, en MeriStation os descubriremos las novedades más relevantes del desarrollo independiente de videojuegos.