Los 10 mejores juegos para sentirte un granjero este verano

Llegamos a un momento del año especialmente propicio para embarcarnos en aquellas aventuras que se nos han quedado pendientes durante el primer semestre; sobre todo esas que requieren de muchas horas por delante. El verano es sinónimo para muchos de nosotros de JRPG, pero también de dejar de pensar durante al menos unos días y, simplemente, dejarnos llevar.

Los farming games en consola y PC han tenido un lustro de especial lucidez gracias a aciertos comerciales que han calado hondo en la escena independiente; pero no solo ahí, sino también de parte de grandes editoras con propuestas que han hecho confluir diferentes estilos y géneros para que la idea agraria sea, en definitiva, solo el principio.

En realidad, pocos de los juegos de los que vamos a citar a continuación son estrictamente de una vida en la granja; no pretendemos hacer una lista de juegos clónicos de Harvest Moon y Stardew Valley porque para eso están ya los originales, sino una serie de obras cuyo ritmo, tratamiento del tiempo y visión tanto mecánica como jugable nos transportan a la naturaleza haciendo que seamos nosotros los que nos valgamos de nuestros propios recursos.

Otro denominador común elegido es la calidad. No todos son sobresalientes, pero sí tienen hacen méritos para ser recomendados porque, si os gusta alguno de estos, seguramente encontréis la magia de los demás. Indicaremos, no obstante, en qué plataformas podéis encontrarlos y cuáles son sus principales bazas; quizá encontréis aquí el título que os acompañará en las vacaciones más extrañas —seguramente— de nuestras vidas.

Story of Seasons: Friends of Mineral Town (Nintendo Switch, PC)

El regreso de una de las entregas más queridas de la saga Harvest Moon es motivo de alegría. Quienes estén familiarizados con la licencia de Marvelous, ahora bajo otra nomenclatura distinta por un complejo cambio en los derechos, sabrán que la obra original de GameBoy Advance de 2004 se convirtió de facto en una de las más versátiles, profundas y gratificantes de la serie en tanto territorio portátil como en global.

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Y eso es lo que nos encontramos conStory of Seasons: Friends of Mineral Town, un título ya disponible en Nintendo Switch y PC adaptado a las tres dimensiones con un estilo preciosista, pensado para disfrutarse también en modo portátil, capaz de mantener los aspectos que hicieron grande al título original tanto por su ritmo como por la economía, cantidad de opciones jugables o lo bien equilibrado que está el tiempo en relación al número de actividades diarias que podemos hacer. A pesar de su lento inicio, creemos que el toque adictivo que presenta al poco de comenzar será gancho suficiente para que continuéis. Para este verano de 2020, el remake cumple de sobras con las expectativas sin ser una revolución técnica.

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Animal Crossing: New Horizons (Nintendo Switch)

Qué podemos decir de la que es seguramente la mejor entrega de la saga. Se hizo de rogar, siete años de diferencia con su última aparición canónica en Nintendo 3DS, pero ha merecido la pena. Animal Crossing: New Horizons es un título extraordinario por muchos motivos; no es perfecto, ni mucho menos, pero sus avances jugables nos hicieron sentir más que nunca dueños de nosotros mismos. Esta vez llegamos a una isla desierta, no un pueblo con ayuntamiento ni una ciudad repleta de lugares y vecinos. Aquí empezamos de cero, con lo que ello implica.

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Desde la creación de una lanza a una escalera para alcanzar zonas elevadas pasando por la primera hipoteca para tener un techo bajo el que dormir, el título plantea unas primeras horas donde la sensación de progreso es constante y donde se reúnen las mejores ideas de la serie ampliadas de formas que no habíamos visto nunca. La introducción de una mesa de crafteo para fabricar nuevos objetos y herramientas es todo un acierto, porque da sentido a la recolección de materiales y no lo limita únicamente a la venta directa. Poco a poco veremos que la isla tiene más forma de pueblo; que lo que antes eran saltos con la lanza ahora son caminos pisando un puente. Que cuando antes veíamos solo árboles a lo lejos ahora podemos vislumbrar hogares, vecinos, comercios, actividad.

Museo, la capacidad de nadar y bucear desde este verano, actualizaciones constantes de contenido, eventos temporales… Un videojuego lleno de vida que pretende durar años, que hace de la gestión algo mucho más agradable gracias al Nookófono, las Millas Nook y, para más inri, un apartado artístico que encandila. Imprescindible.

Stardew Valley (PC, PS4, Xbox One, Nintendo Switch, PS Vita, Smartphones)

Seguramente uno de los mayores fenómenos de los videojuegos de gestión y componente social más grandes desde Los Sims. Hablamos de un título que comenzó haciendo poco ruido, pero su lanzamiento progresivo en otras plataformas, actualmente en todas, ha llevado a la obra desarrollada por Eric Barone a convencer a más de 10 millones de jugadores. Es en Nintendo Switch donde tiene una actividad más grande actualmente, pero en PC es donde las novedades llegan en primer lugar y donde, seguramente, mejor se controle si usamos un teclado y ratón.

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Su variedad jugable es masiva, hasta el punto de ser considerado por muchos el mejor Harvest Moon de todos los tiempos sin necesidad de llevar ese nombre. Cada día es distinto, tienes libertad total para elegir cómo y de qué forma. De hecho, no es solo un videojuego de gestión de una granja; la vida agraria y ganadera son solo un elemento más. Tenemos un invernadero, un pueblo con el que entablar relaciones de amistad y sentimentales, una historia que se sigue ampliando, comercios que van a más con el paso de los años gracias a las actualizaciones, herramientas con opciones de mejora y un interesante toque rolero.

Si a eso sumamos opciones como la pesca, la mina, opciones de personalización… o que el progreso ofrece una recompensa por todo lo que hacemos, nos damos cuenta de que Stardew Valley no es un juego convencional, que va mucho más allá y se convierte, seguramente, en uno de los videojuegos más importantes de la historia del panorama independiente. Su éxito es merecido.

Dragon Quest Builders 2 (PS4, PC, Nintendo Switch)

Cuando termine la generación y tengamos que hacer una lista con los llamados juegos sleepers, Dragon Quest Builders 2 estará ahí. No es un juego de rol, pero sí traslada ese buen hacer de la saga principal con mucho tiento y atino para convertir todo esto en una suerte de Minecraft con una interesante historia, los diseños del inconfundible Akira Toriyama, jugabilidad basada en la construcción y la exploración más una serie de mejoras sustanciales respecto a la primera parte. Da gusto sumergirte en esta secuela.

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Lo analizamos el pasado verano y, según el contador de horas, entre Nintendo Switch y PS4 hemos sumado más de 100 (¡y estamos lejos de haberlo terminado!). Lo positivo es que Square Enix no quiso imitar al fenómeno de Mojang ni a alternativas como Terraria, sino que apostó por el componente rolero, incluir aspectos que pedía la comunidad como un modo multijugador exponencialmente ampliado y una profundidad en la construcción realmente cómoda.

Es un título al que le sobran detalles de calidad de vida, al que solo podemos achacarle que su sistema de combate sea demasiado simple. Ahora bien, no es su principal preocupación. Tenéis por delante un título de gestión, combate, construcción o meramente disfrute de entornos por explorar solos o en compañía. Es en verano cuando lo disfrutamos y es ahora cuando vamos a regresar. Muy bien tendrá que hacerlo un hipotético Dragon Quest Builders 3 para mejorar esta entrega, casi excelente.

Summer in Mara (Nintendo Switch, PC; próximamente PS4 y Xbox One)

La escena Española del videojuego ha sabido dar respuesta durante estos últimos años a multitud de géneros, pero Summer in Mara es seguramente el que mejor lo ha hecho en el mundo de los simuladores de gestión. Tras analizarlo, nos dimos cuenta de que no es tanto un título de gestión como una aventura narrativa donde su historia, su universo y personajes terminan estando por encima de la propia jugabilidad. Es una obra con defectos, tanto jugables como en estructura, pero que se presta a ser contemplado y disfrutado. Es hermoso, es lindo, y esa belleza se siente desde el primer minuto gracias a una Koa, protagonista, que crece junto a nosotros como jugadores.

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Tenemos la posibilidad de gestionar nuestro huerto, comerciar con él, explorar varias islas y territorios, hacer favores, completar misiones, navegar con nuestro barco… No reinventa nada; de hecho, no hay ningún aspecto donde sobresalga en exceso, pero su llegada ha sido muy bien recibida entre el público porque tiene personalidad, algo muy difícil de lograr en un mercado con tanta competencia, porque su banda sonora y apartado artístico son de notable alto, y porque perdernos en este universo es algo que nos gustó, sinceramente. Esperamos que las actualizaciones y parches corrijan algunos de sus problemas en mecánicas, que le den una vuelta a algunas misiones de recadero, porque por lo general tiene potencial para ser recomendado por encima de otros hoy presentes en la lista.

My Time at Portia

Nuestra relación con My Time at Portia fue inicialmente de amor y odio. Unos tiempos de carga horriblemente largos y unas mecánicas algo confusas, pero lo cierto es que actualmente poco tiene que ver con el producto original, aunque el port para Nintendo Switch siga presentando margen de mejora. El título de Pathea Games es realmente ambicioso en su propuesta, porque nos lleva a ser dueños de una granja en un pueblo repleto de actividad. Es abrumador la cantidad de opciones y posibilidades que ofrece, muy profundo y coherente, sin olvidarse de mecánicas de construcción, exploración minera y una historia que sirve como incentivo para seguir avanzando, aunque es de lo menos importante.

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Su cámara sigue siendo muy mejorable, aunque su ritmo va a más y, cuando queremos darnos cuenta, llevamos decenas de horas viendo cómo nuestro pueblo va avanzando. Seguramente su mayor virtud no sea otra que las opciones de construcción y lo fácil que es entrar en él —a pesar de que, como suele ser habitual en el género, las primeras horas son realmente lentas por los recurrentes tutoriales—, también para niños, así que lo recomendamos porque su precio actual es comedido, las actualizaciones lo han mejorado sensiblemente y su cantidad de contenido es más que suficiente como para estar jugando durante meses antes de notar que se empiece a hacer algo repetitivo.

Yonder: The Cloudcatcher Chronicles (PS4, PC, Xbox One, Nintendo Switch)

Pasamos ahora a algo ligeramente distinto, un videojuego de exploración donde la propia naturaleza es la protagonista. Se olvida de combates, se centra en la fabricación de objetos para justificar sus mecánicas de avance y progreso. Lo mejor de Yonder: The Cloudcatcher Chronicles es la relación que establece con la naturaleza, un mundo muy vistoso, con diferentes entornos, ecosistemas y aventuras, aunque algo limitado. No es el que más recomendamos de esta lista, pero hay elementos que no queremos pasar por alto porque tienen un mérito especial al que no estamos acostumbrados en producciones que podríamos denominar “menores”.

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Para empezar, tiene un diseño de interfaz cómodo, legible, que te facilita mucho las cosas a la hora de intercambiar objetos entre la mochila y el inventario (especialmente accesible en el comercio). Otro aspecto es su localización, con una traducción al castellano muy buena. A su vez, la atmósfera del juego es una caja de sorpresas porque siempre hay algo nuevo que explorar. Si os gusta caminar por diferentes entornos mientras hacéis uso de los recursos de los que os vais valiendo a lo largo del trayecto, estamos seguros de que encontraréis la chispa de una propuesta honesta, sin alardes, pero que enlaza perfectamente cada capítulo y te lleva de la mano hasta el final sin que ello implique impedir que te sientas libre.

Moonlighter (PS4, Xbox One, PC, Nintendo Switch)

¿Uno de los mejores títulos de la lista? Quitemos las interrogativas. 2018 fue un año excelente para la escena independiente y no podemos olvidar que Moonlighter selló su nombre en los libros de historia por ejecutar de manera excelente lo que s pretendía desde el estudio español Digital Sun Games. Se financió con éxito en Kickstarter con la pretensión de ser, ante todo, una aventura. Comenzamos siendo un tendero, pero terminamos siendo todo un valiente explorador a través de una historia donde no faltan los misterios, donde abundan las mecánicas de juego en mazmorras en las que en vez de roleo tenemos que estar pendientes de nuestro invntario. La gestión del mismo es sencillamente brillante, intuitiva, cómoda de navegar.

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Aunque todo comience en un entorno agrario, en realidad lo que la gestión de nuestra tienda y el pueblo, en general, son más bien un medio y no un fin. Podemos hablar también de lo bien que luce en tanto televisor (PS4, Xbox One, PC y Nintend Switch) como en modo portátil, capacidad exclusiva de esta última. Poco podemos reprochar a Moonlighter, de verdad, nos gustó mucho que un juego de mazmorreo se atreviese a introducir la gestión de un pueblo con tanto acierto, sin alardes, donde destaca el propio trabajo de un estudio repleto de talento. Deseamos saber qué tienen preparado para el futuro.

Little Dragons Café (PS4, Nintendo Switch y PC)

No es casualidad que tenga relación con Harvest Moon. Este Little Dragons Café, lanzado hace un par de años en PS4, Nintendo Switch y PC, está creado por Yasuhiro Wada, padre de la susodicha serie, un título que mezcla con acierto las mecánicas propias del género farming junto a una historia tierna donde tenemos que domesticar un dragón. Su empeño por contar una historia y ser más bien una especie de fábula se logra a medias, pues no deja de ser una obra pensada para el público más joven. No en vano, eso no impide que se pueda disfrutar, sobre todo si tenemos pequeños en casa, que son quienes van a verle más atractivo.

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Su apartado visual es muy resultón, con buenos acabados y una paleta de colores que salta a la vista. A nivel jugable tenemos dos tareas principales: por un lado, recolectar todos los materiales e ingredientes necesarios para nuestro negocio, una cafetería; por otro, ir garantizando que los clientes que lleguen sean más con el tiempo y su relación con nuestro establecimiento sea suficiente como para que vuelvan al día siguiente.

Tenemos también un huerto donde recolectar, plantar varios tipos de plantas y una fórmula de progreso que no requiere un tiempo excesivo para ver recompensa. Un juego notable, en definitiva, pensado esencialmente para niños y algo limitado si buscamos una experiencia más completa.

Farm Together (PS4, Xbox One, PC, Nintendo Switch)

Terminamos con una pequeña sorpresa que es más de lo que aparenta. Farm Together, no es el típico juego para móviles pobremente adaptado a consolas, sino un título diseñado a conciencia para satisfacer a los amantes de los videojuegos de simulación en la granja. Ni más, ni menos. Detrás del título no están unos desconocidos, sino el estudio español Milkstone Studios (White Noise o Ziggurat). Desde el primer minuto se nos da la bienvenida a la vida en el campo. Cultivos, cosechas, gestión de nuestro parque animal y una filosofía muy arcade.

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Estéticamente es modesto, pero no necesita ser siquiera realista. Su traslación a las tres dimensiones le da riqueza visual porque, con el paso de las horas, apreciamos mejor los cambios. Además, poco a poco vamos viendo que lo que inicialmente era solo una granja termina convirtiéndose en un parque temático con opciones no solo de gestión, sino de creación. Nos pareció muy adictivo en su momento, con un ritmo rápido, que no demanda decenas de horas para tener un progreso considerable en nuestro territorio. Además, su comunidad online está moderadamente activa, una oportunidad añadida para visitar las creaciones de otras personas e inspirarnos a hacer algo diferente con la nuestra. No busquéis una historia, porque para eso tenemos otros ejemplos mejores; tampoco una relación estrecha con los animales, sino un proyecto basado en la jugabilidad que te da mucho más de lo que te pide.