Alex Kidd in Miracle World, retro análisis

Fue uno de los bombazos del evento Summer of Gaming y con razón. El protagonista de la primera aventura de muchos de nosotros, Alex Kidd, estará de vuelta muy pronto con Alex Kidd in Miracle World para Xbox One, PlayStation 4, Nintendo Switch y ordenadores compatibles. Además lo hará gracias a un equipo de desarrolladores españoles enamorados de la propuesta original.

Con motivo de su anuncio hemos querido regresar al pasado y retroanalizar el videojuego original de Master System para comprobar por qué fue una aventura colosal en todos los sentidos. Un título por el que no pasan los años.

Go go Goku!

Lanzado en 1986 para Master System como respuesta al enorme éxito de la consola NES de Nintendo, Alex Kidd in Miracle World no se concibió para ser el juego que todos conocemos. La idea original de Kotaro Hayashida, creador del emblemático personaje que da nombre al título, era hacer un videojuego de Dragon Ball con Goku de protagonista pero tras perder los derechos de la licencia tuvo que reinventar el cartucho hasta lo que hoy conocemos.

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Influido también por la obra cumbre de Nintendo, Super Mario Bros., el desarrollo de Alex Kidd in Miracle World dió un brusco giro para acercarse un poco al título de la gran N introduciendo mecánicas innovadoras y alejándose al mismo tiempo de la idea original de un juego basado en el éxito de Akira Toriyama.

Alex Kidd in Miracle World cuenta la historia de un joven, heredero de Radaxian, en su lucha contra Janken the Great del planeta Janbarik. Este alienígena invasor gobierna con maldad la ciudad del héroe, algo que éste no puede permitir, pero para llegar a él primero debe sortear los diversos problemas que le acechan a base de puñetazos en hasta diecisiete escenarios diferentes.

Islas, montañas, ciudades, escenarios acuáticos, vehículos, tiendas, power-ups… ¡Alex Kidd in Miracle World tenía de todo! El juego, en dos dimensiones, ofrecía desde saltos imposibles a enemigos a los que batir en duelo. Algunos de ellos se presentaban a modo de jefes al finalizar con éxito una pantalla y contaban con diferentes maneras de abatirlo. La más recordada, sin duda, es a través del mítico juego de manos Piedra, papel o tijera. Por supuesto, derrotarlos era cuestión de pura suerte aunque un objeto único era capaz de predecir el movimiento del jefe y así acabar con él fácilmente. Si lo encontrabas...

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Sí, también habían vehículos; una moto, una lancha y un helicóptero. Solo se podían acceder a ellos en determinadas fases y eran fáciles de perder pero aportaban un plus al videojuego como ningún otro antes. Algunos incluso permitían disparar a los enemigos a distancia por lo que no solo servían como método de transporte rápido si no para también limpiar la pantalla de obstáculos.

Pero sí, seguramente el recuerdo imperecedero que tenemos sobre él son las batallas contra los jefes. ¿Quién te iba a decir a ti que la lucha contra un jefe de fin de fase iba a ser tan absurda como divertida? Nadie se lo esperaba y ello junto a la variedad en las mecánicas de Alex Kidd in Miracle World hacen que el videojuego sea tan recordado. También es cierto que tres años después de su lanzamiento el título venía integrado en la memoria de la consola lo que hizo que todos pudiéramos disfrutar de él como juego de inicio.

Exprimiendo a Master System

Que viniera incluido en Master System fue una gran jugada de SEGA y aunque la idea preconcebida de que todo lo gratis es de escasa calidad para nada se cumplía en este espectacular combo. El título aprovechaba bastante bien el hardware de 8 bits con una paleta de colores muy llamativa y con unos sprites bien definidos. Sorprendía sus animaciones, muy variadas y fluidas así como en el diseño de enemigos. Era admirable para la época también ver cómo los sprites usados para enemigos y jefes de fin de fase eran de un tamaño considerable comparado, claro está, con otros títulos del mercado.

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Algunos escenarios se sentían un tanto vacíos pero estamos hablando de un videojuego que prácticamente podría ser considerado de la primera hornada de la vieja consola de SEGA, aunque todos estaban bien resueltos y con elementos adheridos estratégicamente para hacernos perder vidas.

A la batuta se encontraba Tokuhiko Uwabo, un compositor ahora célebre que aportó música a grandes clásicos como Fantasy Zone, Phantasy Star, Afterburner, Space Harrier o Quackshot entre otras decenas de memorables juegos de SEGA. Es cierto que Alex Kidd in Miracle World tenía pocas pistas de audio pero todas y cada una de ellas tenían la particularidad de grabarse a fuego en tu cerebro y, con ello, tararearlas hasta la extenuación sin darnos cuenta. ¿Sabrías tararear ahora mismo, sin pistas de por medio, la melodía del primer nivel de este título? La respuesta seguramente sea sí y esa es la magia que consiguió Tokuhiko con su banda sonora.

El legado de Alex Kidd

La inicialmente mascota de SEGA es muy querida por los jugadores quienes siempre han pedido que vuelva a los hogares en un nuevo videojuego. Ya sea por su banda sonora, el diseño de sus niveles o por las divertidas batallas de Piedra, papel o tijera, los usuarios no han podido disfrutar de tan emblemático personaje desde Sonic & All-Stars Racing Transformed, el último videojuego en el que le vimos participar.

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Su última aventura como protagonista la tuvo con Alex Kidd in Shinobi World, en 1990, aunque ésta última fue muy diferente de la que hoy os hablamos. La presentación de la versión DX de Miracle World evidencia el cariño del público para con Alex, quien ahora volverá a sistemas más avanzados con su primer capítulo remasterizado.

En su corta historia de apenas cuatro años el héroe de traje rojo ha contado con siete aventuras exclusivas —cada una de su padre y de su madre, incluyendo un videojuego de BMX— , y todo ello debido al éxito de Alex Kidd in Miracle World. Parecía imposible que volviera a la palestra pero ahora, gracias al estudio español Merge Games y a Jankenteam, volverá a la vida..