Guía The Division 2: consejos básicos para Zona Oscura

The Division 2 lo está petando. Tras unas semanas iniciales que han demostrado el buen hacer de Massive Entertainment, lo nuevo de Ubisoft ha calado hondo entre la comunidad. Por ello, y como parte de nuestra guía detallada, hoy ponemos el foco en la zona oscura, otro de los grandes atractivos de su oferta. Junto al competitivo, ambos conforman un frente realmente interesante de cara a la obtención de recursos.

Conceptos básicos

Debemos tener presente los cambios que ha tenido la zona oscura respecto a lo visto en la primera entrega. El corazón de Manhattan desplegaba un único territorio dividido según el nivel de los enemigos. Sin salir de ella, podíamos pasar entre los enclaves para buscar el que mejor se adaptara al poder de nuestro personaje. The Division 2 deja atrás la falta de diversidad para introducir tres zonas oscuras: Sur, Este y Oeste. Pese a ser barrios de menor tamaño, están pensadas para aprovecharse de dentro hacia fuera. La cantidad de interiores y de puntos de interés permiten que en ningún momento se eche en falta algo más de expansión.

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Por otro parte, debemos hablar de la normalización. Ahora, todos los usuarios que entren en una zona oscura verán equiparado el poder de su equipamiento y armamento. El único matiz reside en las habilidades pasivas, que sí tendrán impacto dependiendo de las que tengamos. A su vez, no todos los objetos obtenidos estarán contaminados, sino que parte de ellos será equipables desde el primer momento. Solo las piezas de mayor rareza deberán ser extraídas en uno de los dos puntos de extracción de la zona.

No hay que alarmarse si la pieza obtenida se normaliza automáticamente. Comprobar qué aumento real tiene es muy sencillo, tan solo debemos ir a un piso franco para así conocer el efecto que tendrá en el resto de modos de juego. Todo lo que habéis leído hasta el momento corresponde a la zona oscura básica. Para todos aquellos que quieran una experiencia similar a la original (y difícil), tras llegar al nivel 30, una de ellas estará invadida por los Colmillos Negros. Esto rotará periódicamente; sabremos cuál ha sido la elegida por el cuchillo rojo en el centro del mapa.

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Renegado

Ya no hay lugar a traicionar a la célula de The Division por un desliz con el gatillo. Ahora, si mantenemos pulsado el botón select, podremos entrar en la primera etapa del sistema sin tener que realizar ningún paso previo. Mientras estemos en este estado, no podremos acercarnos a ninguno de los pisos francos, puesto que se activarán las defensas automatizadas. No solo eso, sino que apareceremos con una calavera en el mapa cada vez que disparemos a enemigos.

Durante este estado, tendremos un tiempo máximo en el que podremos permanecer en él. Una vez se acabe, volveremos a ser agentes corrientes. Sin embargo, existe un método para alcanzar el límite de tiempo sin preocuparnos por la pérdida paulatina. Durante la exploración, veremos algunos transmisores por el mapa llamados 'repetidores SHD'. Al piratearla, entraremos automáticamente en estado renegado pero con la particularidad de que iniciaremos una especie de yincana a través de esa zona oscura. Se nos desplegará en la interfaz el siguiente punto de pirateo, ya sea otro receptor o una caja de seguridad de The Division. Lo que está claro es que nunca os perderéis en la ruta, y tras unos cinco puntos en la ruta podremos pasar directamente a ser renegados vitalicios.

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Pensaréis, pues, que siendo parte de esta nueva política no podremos tener ningún punto a salvo de las amenazas que imperan ahí fuera. Craso error, puesto que de esta forma desbloquearemos la guarida de ladrones, un piso franco en el centro de la zona oscura que nos permitirá poner a punto nuestro equipo y actualizar los materiales necesarios que el mercador requiere cada cierto tiempo. La primera vez que lo hagáis, recibiréis un trofeo o logro, según la plataforma; os aconsejamos que os hagáis a ella si queréis comprobar el espectro completo de esta faceta del PvP.

Estrategias

Entrar en la zona oscura en solitario es una empresa de alto riesgo. No os vamos a engañar: vais a morir, sobre todo si no estáis acostumbrados a lidiar con los dos tipos de amenazas, tanto humaanoides como otros jugadores que pululan por ahí. Sin embargo, podéis aprovechar la escalada hasta el nivel 30 para poder haceros de manera más liviana a todo lo que da de sí. Los enemigos controlados por la inteligencia artificial no están divididos según el nivel, como ocurre en el resto de Washington D.C, sino que el rango en el que se encuentran lo dicta un rango específico previo a nuestra entrada.

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Por ejemplo, si elegimos la dificultad difícil en una misión de la historia, los enemigos desplegarán un par de niveles por encima en el que nos encontramos. Sin embargo, una vez entramos en la zona oscura, la dificultad de las amenazas las dictan los puntos de interés, zonas de encuentro contra enemigos en los que deberemos hacer frente a varias oleadas hasta poder dar con la recompensa final. En difícil, simplemente harán más daño, además de que habrá rotación de arquetipos de mayor rareza, como tanques o ingenieros.

Antes de abandonar la seguridad del piso franco, debemos tener presente qué es lo que queremos realizar en nuestra internada. Si bien improvisar es parte de la graia de esta modalidad, lo cierto es que plantear una pequeña ruta previa mejorará la manera en la que exprimiremos la visita. Si queremos conocer si se encuentran renegados por los alrededores, tan solo debemos prestar atención a las señales visuales que aparecerán dentro del mapa.

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Estirad al máximo el número de objetos contaminados que llevéis al mismo tiempo. Una vez pidas la extracción, ésta aparecerá como señal para todos los usuarios dentro del servidor; pillad una posición ventajosa, a poder ser con coberturas que dejen una buena línea de visión para la torreta básica, y rezad para que no haya mucho baile de plomo. En menos de un mínuto tendréis la cuerda lista para poder colocar todo lo que tengamos.