The Division 2: consejos para recién llegados a Washington

The Division 2, consagrado como el mejor shooter looter de la generación mientras no se demuestre lo contrario, es mucho más que un juego de disparos. Nada más lejos de la realidad, esta secuela a cargo de Ubisoft Massive presenta muchas más capas de profundidad que el original, mucho más contenido, y por ello, quienes no jugaran a aquel se encontrarán con varias actividades y aspectos a tener en cuenta que tal vez puedan sentirse abrumados según lleguen a Washington. Por ello, presentamos unos breves consejos con algunas de las cosas que deben ser prioridad a las pocas horas de comenzar el juego. Comenzamos.

Desecha el equipamiento obsoleto

Los toques de RPG presentes en The Division 2 hacen que el progreso sea contínuo también en cuanto a nuestro inventario. De hecho, esta secuela es incluso más generosa en este sentido que el original, con lo que permanentemente nos vamos a encontrar con un montón de objetos completamente obsoletos, objetos que no deberían durar mucho. No tenemos que encariñarnos mucho con un arma, ya que es posible que pocos minutos después descubramos una más poderosa y lo que es también probable, de un tipo diferente, lo que cambiará nuestra manera de jugar. Sin embargo, esta norma claramente aplicable al arsenal no lo es tanto a la armadura.

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En The Division 2 las estadísticas importan, pero no solo el parámetro de armadura de cada pieza de indumentaria, sean pistoleras, rodilleras o guantes. La que tenga la cifra más alta no tiene porqué ser siempre la mejor, y siempre debemos fijarnos en si puede tener un efecto adicional sobre el arma que en ese momento tengamos equipada, como por ejemplo, daño extra. Esto tiene una doble lectura, ya que si estamos tentados de deshacernos de una pieza que otorga beneficios a una ametralladora ligera porque tenemos equipado un rifle de asalto tal vez debamos conservarlo, ya que nunca sabemos cuál será nuestra próxima arma principal.

La pregunta es… ¿cómo deshacernos de las piezas? ¿Las vendemos o reconvertimos en materiales? Como siempre, depende de la decisión personal del jugador, pero al menos en las primeras horas del juego es recomendable romperlos para craftear elementos necesarios para la creación de otros mejores o donarlos en los asentamientos para completar proyectos.

Desbloquea pisos francos y mejora asentamientos

El mapa de The Division 2 es realmente grande, o al menos lo suficiente como para que recorrerlo a pie sea algo en lo que seguramente no deseemos invertir mucho tiempo, máxime cuando caemos en una actividad y tenemos que reaparecer a muchos metros de distancia del lugar de nuestra muerte. Por eso es prácticamente imprescindible que lo primero que hagamos al llegar a una nueva área del entorno sea desbloquear el piso franco correspondiente para crear tanto un punto de reaparición como de viaje rápido. Esto es algo que ya estaba presente en el original, pero en esta segunda entrega tenemos una novedad: los puestos de control y sobre todo, los asentamientos.

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Donar objetos y mejorar los asentamientos es algo muy necesario en tanto en cuanto no solo nos otorgan diseños sino más que nada, personal que reclutar para la base de operaciones en la Casa Blanca. Por su parte, al completar proyectos y donaciones no solo conseguimos objetos, sino lo que puede ser más importante, sobre todo en el caso de quienes gustan de jugar solos, nos da la posibilidad de pedir refuerzos por parte de estos supervivientes en caso de necesitarlos, algo que ocurrirá bastante frecuentemente.

Aprende una habilidad y ten en cuenta una de apoyo

A los pocos minutos de juego ya podremos desbloquear una de las ocho habilidades presentes en The Division 2, siendo una de ataque la más recomendable por el momento, bien sea el dron bombardero, la mina rastreadora o el lanzaquímicos incendiario, por poner unos pocos ejemplos. Sin embargo, según avancemos en el transcurso del juego, descubriremos en nuestras propias carnes que la dificultad se acrecenta, así como la dureza de los enemigos, con lo que nuestra salud va a sufrir en numerosas ocasiones. Es ahí cuando entra en juego alguna habilidad de curación o incluso reanimación, imprescindible esta última si jugamos en compañía, ya que por mucho que aumentemos la capacidad de kits de armadura, no siempre será suficiente. En este caso, el enjambre ofrece dos variantes perfectas: restaurador y reanimador, uno de los cuales debería llevar uno de los miembros de nuestro equipo sí o sí.

Aprende a distribuir tu tecnología en ventajas

A lo largo y ancho del mapa encontraremos maletines o cajas con tecnología SHD, con la cual obtendremos diferentes ventajas para nuestro agente, de las cuales obviamente, no todas tienen la misma importancia. Siendo de obligado cumplimiento el desbloquear como primera opción la segunda ranura de arma, la siguiente ventaja que deberíamos conseguir es aumentar nuestra capacidad de kits de armadura que podemos llevar encima, así como las granadas, más útiles en The Division 2 que en su antecesor, debido a la mejora en la IA enemiga. Una vez hecho esto, incrementar la capacidad de nuestro inventario y activar el reabastecimiento automático al entrar en un espacio seguro parecen las opciones más inteligentes, pero a partir de ahí se abre un abanico más amplio de alternativas que ya dependerán exclusivamente de la build del jugador o de que hayamos alcanzado el nivel 30.

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Prioriza tu plomo entre los enemigos

Dentro de las tres facciones antagonistas en The Division 2 hay diferentes clases de enemigos, con lo que no todos concentrarán nuestro fuego de la misma manera. La clasificación más evidente es por niveles, siendo el rojo el más débil, pasando por el morado hasta llegar al amarillo, los más fuertes, aunque no siempre esto tiene que ser una señal inequívoca acerca de quién debemos ocuparnos primero. De hecho, lo más habitual es que sea el enemigo más poderoso el que debamos dejar para el final, eliminando primero a los de color rojo que aún siendo en la teoría y en la práctica los más débiles, eso no quiere decir que no puedan meternos en dificultades.

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Realmente es su arsenal lo que debe indicarnos el orden en que debemos deshacernos de ellos. Los que combaten cuerpo a cuerpo deben ser la prioridad, ya que con su actitud kamikaze pueden asestarnos golpes devastadores mientras sus compañeros nos fríen a plomo desde lejos. Los escopeteros deben caer a continuación, seguidos por los armados por lanzallamas, subfusiles, rifles de asalto, ametralladoras ligeras y rifles de francotirador. Este es un orden lógico, pero no tiene porqué tomarse como una regla de oro, ya que depende de la situación, del equipamiento de nuestros compañeros y del nuestro propio.

Explora sin prisa, también en la Zona Oscura

The Division 2 premia al curioso, y al contrario de lo que suele ocurrir en otros juegos de mundo abierto, en esta ocasión la busqueda de materiales de crafteo no es en absoluto una actividad tediosa, sino que está integrada de manera orgánica en el juego. Es decir, por si solos encontraremos multitud de mochilas o cajas con items valiosos, pero si investigamos en profundidad y buscamos entre los numerosos recovecos del excepcionalmente bien diseñado escenario obtendremos recompensas más cuantiosas. No será extraño encontrar de hecho incluso piezas de armadura o armas, directamente.

Esta norma se aplica, evidentemente, a la Zona Oscura, con la salvedad como sabemos de que será necesario extraer todo lo que hayamos conseguido. Esto conlleva el riesgo de ser asesinados por otros jugadores y así estos se queden con nuestro botín, pero el riesgo y la recompensa están perfectamente equilibrados.