Assassin's Creed II
Assassin's Creed II, guía completa - Secuencia de ADN 5
Te ayudamos a consumar la venganza en Ezio.
-Una hoja con muesca
1- Ve a hablar con Lorenzo.
2- Llévale el códice a Leonardo.
1- Ve a Monteriggioni y habla con Mario.
2- Aprende sus lecciones en el foso. Primero esquiva sus ataques; luego desármale.
3- Dirígete a la Toscana.
1- Dirígete a la esquina inferior derecha del mapa y habla con el hombre de Mario. Nos da indicaciones y bombas de humo.
2- Ve al monasterio. Está fuertemente vigilado, con guardias camuflados como sacerdotes. Usa la vista de águila o el mapa para saber quién es quién.
3- Trepa hasta el claustro sin que te vea y localiza a Stefano.
4- Es inevitable que nos persigan habida cuenta de la cantidad de testigos que han presenciado el asesinato. Huye usando las bombas de humo.
1- En la esquina superior derecha se encuentra la villa Salviati. Hablamos con el contacto de Mario.
2- Dirige a los mercenarios cerca de la puerta principal. Que se batan con el enemigo.
3- Trepa la muralla y abre la puerta principal para que tus tropas entren en el recinto.
4- Acaba con Salviati. Cuidado con su hacha.
1-Encuentra al hombre de Mario en el interior de la ciudad.
2- Escala la Torre del Diablo con precaución por los muchos arqueros que la custodian. Los cuchillos son muy útiles aquí.
3- Mata a Antonio Taffei.
1- Localiza a Bernardo Parencelli en la zona este de la ciudad, donde marca la señal amarillenta.
2- Usa la vista de águila para señalarlo.
3- En cuanto te vean los guardias, la alarma saltará y Bernardo huirá. Se dedica a hacer círculos por lo que una buena opción (la mejor) es llegar sin ser vistos hasta el pozo que hay cerca, meternos dentro y esperar a que Bernardo esté a tiro.
4- Huye y lee la carta.
2- Camina guardando las distancias, contratando cortesanas si es debido, hasta que llegues a las ruinas romanas que está al oeste de la ciudad.
3- Es una trampa. Te atacarán muchos enemigos, demasiados. Lo mejor es matar a Pazzi mientras agoniza en el suelo y luego usar una bomba de humo para huir.