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Syberia - Komkolzgrad I

Esta aventura está protagonizada por una joven abogada de Nueva York llamada Kathe Walker. Poco a poco Kathe descubrirá que su futuro está ligado al de Hans Voralberg, un inventor y constructor de autómatas muy excéntrico. Ahora de la mano de la gran aventurera "Lorna" tienes aquí la solución para salir por fin de ese puzzle en el que estás atascado y poder solucionar esta entretenida aventura. ¡Adelante!

KOMKOLZGRAD (I)

De nuevo se detuvo el tren por el mismo motivo que la vez anterior. Había que darle cuerda. Kate salió del vagón y se encaminó hacia el autómata gigante que había frente a la locomotora. Ascendió por la escalerilla que sobresalía de su pierna y entro en la cabina. de ahí recogio un nuevo cilindro, un mapa del diseño del robot y una palanca.

Usó la palanca en la ranura de la consola que había en la cabina y la hizo ascender dos veces consecutivas para que el autómata avanzara y se dispusiera a la altura del tren. Entonces presionó el botón rojo para activar el mecanismo que daría cuerda al tren. Hizo retroceder el autómata haciendo descender la manivela dos veces seguidas y salió de él. en ese instante vio como alguien abandonaba furtivamente el vagón del tren. Preocupada por Óscar corrió hasta el tren y lo encontró amordazado y atado en su propia habitación. El furtivo le había robado las manos! Kate lo liberó y recogió del suelo las tenazas que el desconocido había usado para tal atrocidad.

Volvió al autómata y lo hizo avanzar sólo una vez. Salió al exterior y salto a la plataforma que tenía al lado. Usó las tenazas para quitar la chapa y poder entrar en una habitación de suministros. En ella recogió una especie de bobina. Volvió a dejar al autómata gigante en su situación inicial y corrió hasta el otro extremo del anden. Accionó una palanca para que subiera el ascensor. Descendió hasta la entrada de la mina y usó la bobina en el generador para iluminar el caminó, accionando una pequeña palanca. Anduvo por las galerías hasta llegar a otro elevador. Entró en él y luego se dirigió directamente hasta el órgano. Recogió un destornillador y lo uso para quitar la placa fijada sobre unas escaleras que la condujeron hasta la guarida del ladrón.

Habló con él de todos los temas y llegó a un trato: recuperaría las manos de Óscar si conseguía traer hasta Komkolzgrad a una famosa cantante de ópera. Para ello, visitó el museo que el director de la fábrica había erigido en honor de la cantante. Encontró dentro de un cajón un álbum de recortes y cartas destinadas a Helena que nunca llegaron a su destino. Decidió llamar a su madre, ya que recordó que su nuevo novio podría ayudarla a encontrarla. Averiguó que se encontraba descansando en Arabald.


Fue a decírselo al director de la fábrica y le preguntó como llegaría hasta allí (sólo tuvo que preguntar por la misión para conseguir ese dato). Por lo visto había otro habitante en Komkolzgrad que podía arreglar ese pequeño problema. Fue en su busca entrando en el transporte de control remoto que había justo a la salida de la guarida del ladrón.


Kate llegó a una nueva zona y la investigó hasta encontrar una cápsula. Entro en ella y encontró al hombreque buscaba. Lastima que estuviera borracho, porque de ese modo sería imposible encontrar un vehículo para llegar a Arabal.

Habló con él hasta conseguir que saliera de la cápsula. Entonces recogió una botella de vodka del suelo y una llave y una carta oficial de una estante metálico, cerca de la mesa.

Salió de la cápsula y se encamino a la consola que había justo en frente. Introdujo la llave y trasladó la cubeta en la que dormitaba el borracho, una vez hacia la izquierda y una vez hacia arriba. Dejó la consola y giró la manivela del agua. Volvió a la consola y liberó el agua para que cayera sobre el hombre. Ahora ya podía hablar con él. Siguió investigando por la zona y vio un globo aerostático. Le preguntó al cosmonauta sobre él y recibió las llaves a cambio. Lástima que hubiera tantos pájaros a su alrededor.

Kate se dirigió al centro espacial y subió por unas escaleras hasta llegar al globo. Entró e intentó activarlo, pero no hubo manera. Volvió a hablar con el astronauta y decidió ayudarlo a despegar en su nave. Para ello entro en la sala de control, se acerco a una terminal e introdujo en ella la llave que había justo a su lado. Abrió una tapa metálica y unió los dos cable sueltos. Encendió la consola, cogió el test de sangre y le pidió una muestra al cosmonauta. Una vez conseguida, la introdujo en la consola y pulso el botón que había justo debajo del dibujo de una jeringuilla. El análisis de la sangre indicaba un alto nivel de alcohol. Kate tendría que engañar a la máquina tomando una muestra de su propia sangre. De este modo ya sólo tenía que ir pulsando los botones desde la izquierda a la derecha y de uno en uno para completar la secuencia.

El cosmonauta pudo por fin despegar en su nave. Kate salió de la sala de control y encontró una manivela en el suelo, cerca de había estado el astronauta unos minutos antes. La usó para abrir la celda donde descansaba el águila del que hablo el cosmonauta. Una vez liberada despejo todo la zona del aerostático. Kete se subió a él y lo acciono para encaminarse a Arabald!