Zombie Revenge
Zombie Revenge - Episodio 3
Zombie Revenge es un juego que se juega rápido. Las limitaciones de tiempo por áreas ayudan a ello. Además tampoco hay mucho que explorar. Lo que sí hay que tener son bien templados los nervios y andarse con mucha calma, que las prisas son para los ladrones y los malos toreros.
EPISODIO 3 (ÁREA 4)
Nada más llegar nos espera el comité de recepción de la empresa formado por extrabajadores de la fábrica reconvertidos al gremio de los zombis malhumorados. Aquí más que nunca hay que moverse constantemente para evitar ser cercados. La mejor táctica será centrar el ataque en uno de ellos hasta acabar con él y luego pasar a otro, porque sí repartimos un poco de plomo y estopa a cada uno no acabaremos con ellos nunca. De la otra manera enseguida pasaremos a tener que vigilar 2 zombis en lugar de 3 (cosa más complicada). Y luego ya, uno sólo.
Aparecerán más zombis, esta vez armados, y se unirán al comité de recepción (o a lo que quede de él). Solo después de acabar con todos ellos cogeremos al fondo, una vida y una mina de tierra que hay en dos cajas.
Avanzamos por la derecha y nos encontramos con dos zombis saltarines. Una táctica es mantenerlos a distancia y esquivar sus hachas, aunque lo más rápido es quitarles el hacha de un golpe y luego, a distancia, coserlos a balazos. También podemos colocar la mina terrestre y apartarnos, para esperar que la activen y ayudarlos a saltar un poco más alto y en muchos más pedazos.
Una vez acabado el trámite de estos zombis saltarines nos percatamos de un hombre que atraviesa una ventana.
Al ir a auxiliarlo "nos damos cuen" de que es demasiado tarde, y tras avisarnos que la Planta Química va a salir por los aires, se transforma en zombi y habrá que deshacerse de él. Cosa que no gusta a sus nuevos colegas, que aparecerán acto seguido, en masa, para mostrarnos su disconformidad. Alguno viene con ametralladora y todo, lo que deja claro el nivel de cabreo que tienen.
Una vez que acabamos con ellos nos dirigimos a por el siguiente Jefe Final. Usd-02; este es un tipo duro. Además de escupir veneno en las distancias cortas y ráfagas de fuego en las largas, viene acompañado de unos bichitos que salen de él y que no hacen más que interferir en nuestro sistema de puntería. Sí nos quedamos a una distancia intermedia, pegará un salto para caer sobre nosotros. Si lo esquivamos en este salto, podemos colocarnos a su espalda y dispararle por detrás (si, ya sé, otra vez la ética y los principios, pero ¿qué queréis?, ¿o ellos o nosotros?). ¡Pero no acaba la cosa con el jefe, no!. Nuestro camino hasta el helicóptero que nos salvará, está obstaculizado por unos 10 zombis que quieren que nos quedemos contemplar los fuegos artificiales desde cerca. No hay que matarlos a todos. Simplemente vigilar el tiempo y pasar de ellos en cuanto podamos acceder a la escalera del helicóptero. Libre, como el ave que escapó de...