Prisoner of Ice
Prisoner of Ice - Base Edwards.Islas Malvinas
El submarino que cargaba el fruto de la investigación en el Polo sufre un accidente. La criatura ahora anda suelta...
BASE EDWARDS. ISLAS MALVINAS. 13-1-1937
El comandante de la base, SEARS lo que seas, confirma a RYAN que han encontrado al desaparecido HAMSUN agazapado dentro de un armario, probablemente horrorizado por el juego. Se lo han llevado a la enfermería. La tercera caja ha sido puesta a buen recaudo, aparentemente. Aparece por la puerta un soldado que dice que la película de Miss Molly ya ha llegado. Es una espía que trabaja para los ingleses, contra los alemanes. Más tarde "la" veréis aparecer en el desarrollo del juego... si tenéis paciencia.
En cuanto puede, RYAN echa un vistazo a los papeles sobre la mesa. Una solicitud de pase. Tomad nota, chicos. También le da por abrir unos cajones, donde encuentra un papel. Se lleva también el paquete de cigarrillos y su ficha de identidad. Tras meditarlo brevemente (en este juego no hay que pensar mucho) decide no llevarse las paredes.
Aparece el cabo QUINCY, quien corta el bacalao en esta base, por cierto, y le hace saber a RYAN que algunas cosas de HAMSUN han desaparecido. Todo desaparece en este juego. Los cigarrillos también.
Al salir al corredor, RYAN saquea el escritorio y se lleva la película de Miss Molly. Igual es porno. Tras buscar un sitio donde poder pasarla, encuentra la sala de proyecc... no, el juego dice "sala de instrucción". El caso es que encuentra también al operador de cine, McLAGLEN. Tras hablar un rato con él y compartir chismorreos sobre QUINCY, accede, sobornado por los cigarrillos, a pasarle la película a RYAN. Desgraciadamente, tan sólo se ve a un monstruo aparecer como por arte de magia de un ¿cadáver? y cometer un nazicidio.
Antes de irse, RYAN debe comentar con McLAGLEN el asunto del paradero de las fichas, y encontrar UN libro solitario en la estantería. Tras abrirlo, y usar la hoja rampiñada antes, tiene una combinación... de alguna caja fuerte. ¡Oh, vamos! No estaríais pensando que encontraría ropa femenina en este juego. Eso son cosas de Larry.
Tras localizar al operador de radio, SHAW, este le hace entrega de un mensaje secreto procedente de los U.S.A. Hay un traidor en la base. ¡Siempre hay alguno! Bueno, tras averiguar de boca de SHAW el paradero del archivo con las fichas de personal, usa la suya sobre el hervidor para arrancar la foto.
Otra vez en el despacho de SEARS, RYAN decide continuar el saqueo. Tras mover el cuadro y accionar la caja fuerte, usando la combinación, recoge la llave del capitán LLOYD (Q.E.P.D.) y un sello. Luego, de encima del escritorio, pega su foto sobre el proyecto de pase y le da un sellazo que ni el encargado de Correos. Et voilà. Ya tenemos un pase para RYAN.
Mientras el despelote y el caos va en aumento en la base, RYAN continua su búsqueda de fichas y traidores. En el hall pulsa el botón del ascensor y se mete en él, accediendo al sótano. Una vez allí hace entrega del pase "auténtico" al centinela, que le deja pasar. Decide empezar el saqueo por el trastero. Tras incautar una lata de fabada masona de una estantería, abre un baúl con ánimo de encontrar más donaciones a su persona. Mas sólo encuentra un cadáver recubierto de moco color verde claro. Más mocos provienen de la rejilla.
Una vez fuera del trastero, y tras asistir al cambio de guardia, se mete en el consultorio médico dispuesto a que la enfermera juegue a médicos con él. Tras pedirle una cita, le atiende el médico. ¡Dita sea! Le cuenta que le duele el estómago, y le muestra la lata de fabada caducada cuando el capitán Trueno era cabo. Mientras el médico va en busca de la aspirina más grande que pueda encontrar, RYAN recoge una guía de montajes. ¿Pero para qué la querrá? Pues mire Vd., señor GONZÁLEZ, dimita y convoque elecciones. Tened confianza, todo lo que se pega a los dedos de RYAN tiene utilidad. Todo. ¿Alguien se acuerda del Monkey Island II?
Pues sí. Tras llamar a la puerta de la armería, su guarda, de nombre exótico, FINNLAYSON, le deja entrar si le da la guía. Hermoso. Tras preguntarle dónde están las fichas al susodicho guardia, le niega acceso a ellas. Pero eso nunca detiene a RYAN, no señor. Coge el pitillo del cenicero, el extintor del estante y mete el pitillo en la papelera, escondiéndose en un rincón oscuro. Tras la desbandada de los guardias, apaga el fuego con el extintor, y saquea el fichero. O al menos lo intenta.
Tras abrir el cajón, descubre que alguien se le ha adelantado y que sólo queda la ficha de un tal PARKER.
El comandante SEARS agasaja a RYAN con otro de sus brillantes y descriptivos resúmenes de la situación. Otra caja del proyecto POLARIS (que creo que quiere decir algo así como "caramelo a la puerta de un colegio a las cinco de la tarde") ha desaparecido. Los guardas que lo custodiaban han pasado a mejor vida (un wargame).
Han encontrado al muerto del baúl (RYAN puede comprobar que a pesar de ello, no le han dado sepultura). RYAN le cuenta lo de la criatura y el hechizo. SEARS le manda de visita al VICTORIA.
La escotilla del submarino está atascada, y el piso resbaladizo. Tras recoger un cable y atarlo a una "estaca", puede alcanzar un depósito, abrirlo, recoger dos piezas y unirlas para tener una llave, que convenientemente usada le permite entrar en el submarino. Raudo, se mete en los dormitorios y examina el armario. Encuentra unos papeles, que evidentemente se lleva. Contienen más hechizos. ¿No lo esperabais, eh?
Tras salir del dormitorio, otra bestezuela del campo le acecha. Parece que le tienen una cierta manía a nuestro amigo RYAN. Pero éste no se acobarda, y tras pulsar el botón del panel de mando y usar la llave en el lugar oportuno, huye por las escaleras antes de que el submarino estalle.
De vuelta al Hall, la confusión y el cachondeo van en aumento. La radio no funciona. La sala de máquinas (¿¿¿¿einh???) tampoco. El HMS VICTORIA ha estallado. SEARS ha desaparecido. El Sevilla y el Celta, con un pie y pico en 2ªB. El médico le muestra a RYAN una alucinante muestra de sangre de HAMSUN. Le muestra un libro que tenía el susodicho, lleno de hechizos arcanos. La enfermera entra en la consulta dando gritos histéricos. Un día normal y corriente.
RYAN entra en la sala de las camas vacías. Todos están muy sanos en la base.
Excepto QUINCY, que sirve de primer plato a OTRA bestezuela. Antes de desaparecer, literalmente, grita no sé qué de la piedra y el mapa. ¿Puede ser la misma piedra, la piedra de Mnar, mencionada en los escritos que poseía HAMSUN? RYAN detiene el avance de la bestia dibujando un signo en el suelo con la sangre de HAMSUN.
Ahora toda la base puede ser registrada a placer, pues parece que todo el mundo ha huido presa del pánico, el extréss, la enfermedad del hielo o cualquier otra memez. Pero lo único que encuentra como novedad es un puntito rojo en el mapa de la Antártida (o Polo Sur según el juego). Tras registrar todo, absolutamente todo, cansado de todo, abs... bueno, eso, RYAN aposenta sus posaderas sobre la mesa del despacho del doctor...
Ya lo sabéis, la mejor manera de encontrar una aguja en un pajar es sentarse encima.
Bueno, tras recoger la aguja hipodérmica de encima de la mesa del despacho del doctor (creedme, está allí) y clavarla en el mapa susodicho, éste gira mostrando un escondrijo. Tras recoger el informe y la piedra (de Mnar), RYAN regresa al hospital, donde el monstruo aún le espera dando zarpazos inocuos al aire. RYAN pasa al monstruo por la piedra, y recoge los expedientes X... ahhhh, quise decir las fichas de QUINCY.
Afortunadamente, los ingeniosos desarrolladores del juego, pensando que los usuarios pudieran perderse dentro de las sutilezas del juego, hacen que el médico confirme que QUINCY, del que todo el mundo hablaba mal, no era el traidor.
Era SEARS, desaparecido por lo visto. Ahora RYAN debe viajar a BUENOS AIRES y encontrar a un tal JOHN PARKER (otro) y un libro, denominado OTR 2832. Pues fale.