El número uno de Rahm peligra en Hilton Head
El vizcaíno se atasca en el día de movimiento en Hilton Head y se aleja de un top-10 que, con Scheffler arriba, necesitaría para mantenerlo.
El día de movimiento en el RBC Heritage fue cuesta abajo para Jon Rahm. Un viernes espléndido que le catapultó hasta la 18ª plaza dio paso a un sábado agridulce, que concluyó con -2 para -8, 21º.
Perdía dos posiciones respecto a la jornada anterior el vasco, un motor diésel en otro día amable en Hilton Head (Carolina del Sur, EE UU) en el que rugieron varios bólidos. Y eso que empezó potente Jon, tres birdies seguidos (cinco en total, por un bogey). Secuencia malograda por un doble bogey al cuarto que ni con una filigrana, golpe de espaldas al green porque su bola quedó en tierra firme de milagro, sin margen para un swing natural, pudo evitar.
No volvió a despegar ya, aunque dejó auténticas guindas como la del 8, donde no la metió desde la calle por pulgadas, en un golpe que daría para una disertación de física, o la del 13, en el que dio la de cal y la de arena: dardo a cuatro pies del agujero para después fallar el putt. Sí restó en el 16, la buena noticia de unos segundos nueve hoyos algo planos, solo ese birdie y el bogey del 10 para romper una dinámica de pares.
Este domingo Rahmbo necesitará una gran tarjeta para mantener el número uno del ranking. Porque Scottie Scheffler, -2 para -11, merodea un triunfo que le daría el trono. En caso de ser segundo el tejano, empatado con no más de otros dos jugadores, Jon necesitaría un séptimo puesto. A partir de ahí los escenarios son múltiples.
La semana de Jimmy Walker
Para depender de sí mismo, Scheffler tendrá que pelear en cualquier caso con un entonado Matt Fitzpatrick, -8 para -14, y con el protagonista del torneo, Jimmy Walker. A sus 44 años, el de Oklahoma se pasó gran parte de la temporada anterior fuera de los campos. Tras sufrir en 2016 la enfermedad de Lyme, una dolencia extraña que se contrae por la picadura de una garrapata y provoca dolores de cabeza, sarpullidos, mareos, palpitaciones cardíacas o artritis, la confianza de un seis veces campeón en el PGA Tour, incluido el PGA Championship de 2016, se había evaporado. Pero Jimmy, +1 para -11 en un sábado complicado, decidió darse una nueva oportunidad este año, aprovechando una exención, y está a una buena vuelta de volver a tocar metal tras seis temporadas en blanco.