La transición de Jessica Vall: de la piscina al despacho
La nadadora, que mantiene el ritmo de entrenamientos, ha empezado su desconexión de la elite y compagina su deporte con su nuevo trabajo en Ettix Nutrition España.
Jessica Vall ha empezado a leer 'Open', la magnífica biografía de Andre Agassi, ha llorado con la película 'El Método Williams' y se ve reflejada en algunas partes del documental sobre la nadadora Federica Pellegrini ('Bajo el Agua', Amazon Prime). "He seguido el caso de Gervi (Gervasio Deferr) y hay momentos que se viven como lo hacía él en el deporte de elite. Cada uno tiene su manera de tolerar la frustración. Yo me encierro en mí misma y no quiero hablar con nadie, ni con las psicólogas", explica la barcelonesa desde la cima de una carrera (bronce mundial, semifinalista olímpica y triple medallista europea en piscina de 50 metros) que apura sus últimos metros y que ahora afronta un viraje decisivo: la transición a una vida sin deporte de elite.
Y la nueva vida de Vall ya alterna la piscina del CN Sant Andreu ("hemos reducido un poco el entrenamiento") con un cuarto piso en el centro de Barcelona donde Ettix Nutrition España, marca que distribuye productos de suplementación y alimentación deportiva, tiene sus oficinas. Desde la segunda semana de enero, Vall, licenciada en Bioquímica, es la brand manager en todo el país. "Me encargo de hacer el plan de márketing anual. Estoy coordinada con la sede central en Bélgica, patrocinamos algunos eventos deportivos y nos encargamos de la distribución", explica ahora, con el bañador en el armario, en una faceta que le ayuda a "enfocar mi temporada de otra manera. Trabajar me lo va a hacer todo más fácil, el problema vendría cuando no cambias rutinas y lo dejas de golpe", manifestó.
A sus 33 años, la especialista en 100 y 200 braza acude todas las mañanas a la oficina después de una sesión matinal de entrenamientos. No quiere todavía dar un paso a un lado, pero tampoco se marca objetivos. "Estoy preparada para competir, pero no sé cuáles serían mis tiempos ahora", desliza, mientras duda si acudir a las próximas competiciones, como el Nacional de Málaga de abril. "Quiero ahora conectar con la esencia. Me encanta entrenar y competir, y una de las cosas que más se echarán en falta es vivir esa emoción. No estoy preparada aún para dejarlo", advierte.
Aunque fuera de manera puntual, en el pasado Campeonato de España por Comunidades por edades, Vall, que ha sufrido en estas primeras semanas de año problemas estomacales, desempeñó otro rol acompañando a la selección catalana y dándoles apoyo y consejos como nadadora de elite. "Me gusta estar con niños y niñas que aún no están quemados, que solamente quieren hacerlo bien. Si aún sigues en activo es más fácil conectar con ellos. Me gustó la experiencia", comenta, mientras apunta que la Federació Catalana de Natació ampliará este programa a otros nadadores para que puedan vivir este tipo de oportunidades.
La nadadora, que sigue entrenándose a las órdenes de su inseparable Jordi Jou, espera seguir disfrutando de la natación y poder participar esta temporada en alguna de las múltiples competiciones que hay en el calendario, ya sean los Europeos de Roma, el Mundial de Budapest o los Juegos Mediterráneos de Orán, en Argelia. Mientras tanto seguirá en esa transición que ahora la lleva a compaginar la piscina con su nuevo trabajo en un cuarto piso del centro de Barcelona.