RUGBY | SEIS NACIONES

Brotes verdes en la 36ª derrota seguida de Italia

La Azzurra suma su cuarta derrota de la edición, pero esta vez dando la cara y con un gran estreno de Ange Capuozzo, que anotó dos ensayos.

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Justin SetterfieldGetty Images

Hay maneras y maneras de perder y este sábado Italia lo hizo con honra, dando la cara. Cayó ante Escocia (22-33) en el Olímpico de Roma, acumulando ya 36 derrotas seguidas en el Seis Naciones y cuatro en la presente edición. La cuchara de madera será suya por 17ª ocasión en sus 22 apariciones. Panorama nada halagüeño que sin embargo hay que calibrar en su justa medida.

Si en anteriores fechas de este año era de recibo leerles la cartilla a los transalpinos por un estancamiento que ya huele, esta vez hay que reconocerles el mérito de al menos competir durante 80 minutos ante un equipo que, dicho sea de paso, tampoco se guardó muchas armas consciente de la necesidad de su oponente y lo deshonroso que hubiera sido terminar peleando por evitar el farolillo rojo en un año en el que partía como uno de los aspirantes al título.

De los pequeños brotes verdes que asoman en la maleza italiana destacó especialmente Ange Capuozzo, un combo ala-zaguero algo escaso de musculatura para los perfiles que se manejan hoy en día en esas posiciones, pero bravo y eléctrico en el desequilibrio. Entró al campo poco después del descanso en sustitución de Bruno y firmó dos ensayos cuando Escocia ya se dejaba ir tras conseguir una renta amplia. Buena noticia para Kieran Crowley este nuevo cachorro de 22 años, que se suma a la camada de los Garbisi, Lamaro, Menoncello y compañía. Además le ha fichado recientemente el Toulouse tras cuatro años en Grenoble. Buen destino para refinar lo que se intuye puede ser un jugador importante dentro de su selección en un futuro no muy lejano.

Antes de la irrupción de Capuozzo, una primera parte en la que Johnson y Harris dieron vuelo al Cardo. Respondió Italia con posado de Braley a descarga audaz de Bruno, pero de nuevo Harris ensanchó la brecha al filo del descanso y en la apertura del segundo acto Graham asestó otro aguijonazo. La tibieza en defensa y desconexiones puntuales alejaban a los locales en el marcador más de lo que su desempeño general merecía. La distancia se tornó prácticamentes insalvable a 20 minutos del final con un ensayo de Hogg, que dejó a los caledonios en standby. Ahí emergió Capuozzo, otra boya en medio de la marejada a la que Italia puede agarrarse.

Consulta aquí la clasificación completa del Seis Naciones.

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