Francia resiste el test de Cardiff y está a un paso del Grand Slam
El Gallo se lleva un partido típico del Millenium con un único ensayo, obra de Jelonch, y suma el cuarto triunfo de la edición, a uno del pleno.
Tarde de lluvia, un Millenium copado y la vigente campeona contra la gran favorita a inscribir su nombre en el siguiente renglón del palmarés del Seis Naciones. Gales y Francia dirimieron este viernes en Cardiff un duelo típico de la guarida del Dragón. Mucho juego al pie, más protagonismo de las delanteras que de las líneas y tanteo bajo. Se lo llevó el Gallo (9-13), que da otro paso firme, el penúltimo, hacia un Grand Slam que no consigue desde 2010. Ya solo le queda un obstáculo por salvar: una Inglaterra que si gana este sábado a Irlanda puede convertir el Le Crunch del próximo sábado en una final.
Gales mantuvo el partido apretado por la inercia de un equipo que en casa, sea cual sea su estado, no da ni la hora. Parafraseando al Cholo Simeone, no negocia el esfuerzo. Pero la realidad es que a este Puerro de Pivac le falta un plan, especialmente en lo ofensivo, y ambición. Con bajas sensibles al comienzo del torneo como Navidi o Faletau ya recuperados han ganado consistencia pero ayer, una vez más, la idea fue esperar a ver qué hacía Francia.
Y los de Galthié hicieron lo que acostumbran, atacar con ritmo alto y dobles cortinas que presentaban problemas a la defensa local. Tras cruzar patadas a palos Biggar y Jaminet en los primeros compases, Jelonch aprovechó un desequilibrio en el costado izquierdo para posar a los ocho minutos. Especialmente sintomático de la carestía galesa fue que Biggar optase poco después por sumar tres puntos en un golpe sobre la línea de cinco, cuando la lógica de un equipo del historial del suyo dictaba ir a touch y buscar la marca.
El del tercera francés sería a la postre el único ensayo de un partido que se cerró definitivamente en la segunda mitad. Solo el pie de Jaminet movió el marcador y Ntamack intentó poner tierra de por medio con un drop que no cuajó. Con la diferencia en cuatro puntos hubo toque de corneta local en el último tramo, pero ahí emergió una vez más el entramado defensivo armado por Shaun Edwards, a la sazón exinternacional galés, en esta Francia. El reflejo simbólico de la resistencia fueron los brazos al aire de Lucu tras una infracción forzada por Mauvaka que dio la puntilla. Su expresión celebraba otra prueba de fuego camino al pleno.
Todo o nada en Twickenham
Este sábado, como se apuntaba anteriormente, Inglaterra e Irlanda se jugarán a una carta (17:45, Movistar Deportes) seguir vivos en la pelea por el título. Quien gane en Twickenham podrá disputarle la corona en la última jornada a Francia. La Rosa contará con el impulso de los recuperados Sinckler y Dombrandt, mientras que el Trébol tendrá que echar mano de un viejo rockero como Cian Healy ante la ausencia de Porter y recuperará su columna vertebral tras rotar contra Italia. Esta última recibirá a una Escocia (15:15) que, como reconoció estos días su seleccionador, Gregor Townsend, no ha cumplido con las expectativas y está fuera de la pugna. Más alicientes tienen los transalpinos, que con un triunfo cortarían su funesta racha de 35 derrotas seguidas y todavía podrían intentar evitar la cuchara de madera contra Gales la próxima semana.