Las cinco claves de la derrota de McGregor ante Poirier
Dustin Poirier noqueó a Conor McGregor en el combate estelar del UFC 257. El estadounidense llegaba en su mejor momento, aun así, sorprendió a muchos.
Conor McGregor regresó este sábado a la acción. Volvía así después de su tercera retirada. Fue amarga, ya que él esperaba noquear y pensar en Khabib, pero su camino será más largo. Estas fueron las claves de la pelea.
La inactividad de McGregor
No es un secreto que Conor McGregor notó la falta de actividad. Era algo que se podía presuponer en la previa y que el mismo luchador reconoció al terminar el pleito. El irlandés disputó en la Fight Island su tercera pelea de MMA en tres años y medio. Poca acción. Además, hay que recordar que ante Cerrone el duelo no llegó ni al minuto. La falta de distancia, que permitió a Poirier golpearle a la contra, fue uno de los motivos que generó el KO.
El momento de forma de Poirier
Si hay que tener en cuenta la inactividad de McGregor también hay que hacerlo con el momento en el que llegaba a la Fight Island Poirier. El estadounidense lo hacía en el mejor punto de su carrera, y eso se notó. Pese a que en su penúltima pelea antes de la de este sábado venía de perder, el 'Diamante' aprendió mucho de sus últimos pleitos. Eso lo sacó a relucir en el octágono. Además, estaba muy confiado en sus posibilidades y que pocos le diesen opciones le quitó presión. No tenía nada que perder.
Buen pateo bajo de Poirier
Una vez que finalizó la pelea, McGregor le dijo al médico que le dolía la pierna derecha. Al comenzar el segundo asalto, Poirier le dio una patada y el irlandés se trastabilló. Parecía que no iría a más, pero por sus gestos de dolor al terminar, le perjudicó. Es un lance del combate y sucede muchas veces, ya que es algo que se suele buscar. En esta ocasión Poirier tomó ventaja de ahí y después McGregor salió del pabellón apoyado en una muleta. La dolencia no era momentánea.
La precisión y volumen de golpes de Poirier
No se puede denominar un 'golpe de suerte' el triunfo de Poirier, porque sabía lo que hacía, pero sí que hay que destacar dos factores. El primero es que el primer crochet deja despistado a McGregor, pero el que cambia la pelea es el segundo. El estadounidense golpeó en la sien con su mano izquierda al irlandés. Esa zona es muy sensible, y si te impactan bien, pocos se recuperan. Por otro lado, Poirier se caracteriza por sacar muchos golpes. Lo hizo en cuanto vio que McGregor estaba sentido. Eso hizo que aunque The Notorious movió la cabeza, no fue capaz de frenar el vendaval y como consecuencia llegaron más impacto que obligaron al árbitro a detener el pleito y así salvaguardar la integridad de física de McGregor.
El plano mental de McGregor
Está última clave es la que no podremos comprobar, salvo que McGregor la cuente. El irlandés se mostró muy feliz durante toda la semana y también en los instantes previos al combate. Estaba disfrutando del momento y de su trabajo, pero quizá la ansiedad por llamar la atención de Khabib y lograr una revancha pudieron pasarle factura. No hay que olvidar que en el momento en el que Poirier cambia la pelea, el irlandés dio muestras de ir encontrando distancia y de leer el plan de ataque del estadounidense. ¿Precipitación por agradar? Quizá un poco, mas cuando Chandler había maravillado en el combate anterior y Khabib había puesto como condición para salir de su retiro que tenia que ver algo que le gustase. Le llevaban ventaja.