Poirier fue el diamante: noquea a McGregor en el UFC 257
Dustin Poirier derrotó por KO a Conor McGregor en el segundo asalto del duelo estelar del UFC 257. "Ahora tengo que volver", apuntó el irlandés.
"Ahora tengo que volver. No me puedo quedar con esta sensación", reconoció abatido Conor McGregor todavía sobre el octágono del UFC 257. Dustin Poirier, al que muchos no daban opciones, le acababa de noquear en el segundo asalto de su combate. Fue una sorpresa, en parte, porque una mano cambió todo cuando mejor parecía estar el irlandés. "He notado la inactividad. Quiero volver a estar activo en este negocio y ser el mejor", añadía el irlandés. Poirier confirma que poco tiene que perdió ante 'The Notorious' en 2014. Está en el mejor momento de su carrera. Lo ratificó sobre la lona y luego fue muy claro: "Si Khabib está fuera, esta debería haber sido una pelea por el título", espetó. Lo merecía. Ahora toca esperar la decisión del ruso. ¿Algo le habrá hecho plantearse salir del retiro? Solo el tiempo lo dirá.
El combate comenzó con la misma dinámica de toda la semana. McGregor está de vuelta porque disfruta de su trabajo y su cara lo reflejaba. Sintió el apoyo del público en su presentación y quería regalarles una victoria. El irlandés salió a achicar espacios, pero Poirier le sorprendió y le derribó. Rápidamente, Conor llevó su espalda contra la jaula para intentar levantarse. Lo hizo y revirtió la situación. Incluso acabó golpeando con su precisión habitual. El jab el vertical, tras un pequeño amago, le surtió efecto. Eso sí, debía tener cuidado: Poirier le contragolpeó dos veces con peligro.
El inicio del segundo round mostró un detalle que quizá fue clave. Con una patada a la pierna derecha de McGregor, Poirier le hizo trastabillarse. No parecía ir a más, pero al terminar el irlandés se quejó al médico de ella. Fuera importante o no, The Notorious fue a más. Comenzó a gustarse, sacó más trabajo y leyó a su oponente. Poirier fue atrapado dos veces por su pierna cuando quería patear abajo y se quedó pegado contra la jaula. Ese fue el principio del fin para McGregor. Tiene un gran boxeo, pero falló en distancia y lo pagó. Se quedó expuesto y Poirier le cruzó un crochet de derecha que le dejó tocado y con uno de izquierda a la sien le dañó. Las tornas cambiaron y si algo tiene Poirier es ritmo. Lanzó todo lo que tenía, falló, pero también conectó. Con otros dos crochets hizo retroceder a McGregor y cuando el irlandés caía le remató con una derecha recta a la frente. Quizá esa imagen, del rey cayendo, sea la más recordada en los próximos días. McGregor venía para brillar en la Fight Island, pero quien lo hizo fue el 'Diamante', Dustin Poirier.