Y de repente... Jon Rahm
El vasco, de 25 años, juega desde hoy (Movistar Golf, 22:00) el Charles Schwab en el reinicio del PGA Tour. Rahmbo aspira a ser número uno mundial si gana.
Aviones para transportar exclusivamente a golfistas, test rápidos, control de temperatura a pie de campo, sin público, con televisión... Todo está medido para el regreso del PGA Tour, este jueves (Movistar Golf, 22:00) en el Colonial, el campo texano en el que se celebra el Charles Schwab. Allí estarán Sergio García, Rafa Cabrera Bello... y Jon Rahm. El vasco, de 25 años, es el principal favorito a la victoria y si la consigue podría ser número uno mundial. Necesita que McIlroy acabe peor que tercero en solitario o que cuarto igualado con otro. Un trono extraño.
Aunque en la rueda de prensa previa al torneo, Rahm centró la atención por otro motivo. "Como inmigrante hispano en Estados Unidos, aunque no estoy cerca de experimentar lo que algunas personas han sufrido por discriminación, sí he podido comprobar como por el solo hecho de hablar español me han mirado mal", apuntó el de Barrika, que lleva en el país norteamericano desde que comenzó su etapa universitaria en Arizona State, donde se ganó el apodo de Rahmbo. El Charles Schwab parará en las cuatro jornadas un minuto por George Floyd a las 8:46 (el tiempo que permaneció en el suelo Floyd).
Ejemplo antirracista y figura mundial del golf profesional, Rahm estará en el Colonial junto a su caddie Adam Hayes, que sí podrá acompañarle en el torneo. "Cuando me registré en el club la sensación fue extraña, igual que lo será la atmósfera de la competición, pero espero que pueda ser entretenido y divertir a los fans", seguía el aspirante a número uno que dejó su carrera por el trono en The Players, el considerado quinto major que se cortó a mitad de torneo, un 13 de marzo. Desde entonces: cierre temporal.
"Estuve siete semanas sin jugar por la cuarentena, y después ya si pude entrenar", explica Rahm, que se ejercitó en Arizona donde tiene residencia. Esa será la otra incógnita, su estado de forma, como el de todos los componentes del field. Entre ellos, McIlroy y Koepka que compartirán partido estelar con Rahmbo. "Me gusta que juguemos los tres juntos", dice McIlroy.
Este Charles Schwab será el inicio de una "extraña" temporada que tiene en su programación tres majors (PGA, 6 de agosto; US Open, 17 de septiembre y Masters, 12 de noviembre) y una Ryder (25-27 septiembre en Wisconsin). "Los grandes podrían ser con limitación de espectadores, pero la Ryder no debería. La gente la hace grande", dice Rahm, aspirante a número uno sin problemas para decir lo que piensa.