Garbrandt vuelve a soñar con el título tras 1.254 días sin ganar
Cody Garbrandt dejó atrás una mala racha de tres derrotas consecutivas en el UFC 250. Con su espectacular KO a Assunçao se queda muy cerca del cinturón del gallo.
Entre el UFC 249 y el UFC 250 no hubo ni un mes de diferencia, pero en ese tiempo el orden establecido en el peso gallo saltó por los aires. Henry Cejudo derrotó a Dominick Cruz y anunció su retirada. El título quedó vacante y en el UFC 250 había tres peleas que podían dejar a tres hombres muy cerca del título. La primera idea de la compañía es que Jose Aldo, quién iba a enfrentarse a Cejudo, pero no pudo por las restricciones de entrada a Estados Unidos por el COVID, choque contra el número tres del ranking, Petr Yan. Apunta a ser una pelea de la 'Fight Island', pero de momento no hay nada oficial.
Mientras, el número dos del ranking, Aljamain Sterling, el nueve, Cody Garbrandt, y Sean O'Malley, quien no estaba ranqueado al volver de una sanción por dopaje, han presentado su candidatura. De todos solo Garbrandt sabe lo que es ser campeón. Su espectacular victoria ante Assunçao y esa condición hacen que pida volver a las peleas titulares. "Escuché que irán a 'Fight Island' y solo hay un nombre con el que quiero pelear allí: Petr Yan. Así que Dana, estoy sano, estoy listo, quiero recuperar este cinturón, quiero recuperar este campeonato mundial. Está vacante por una razón. Es mi destino para recuperarlo. Así que pasaré por quien sea, pero es inevitable que sea mío ", apuntó tras su triunfo.
Cody se mostró muy confiado y no es para menos. Dejó atrás una racha malísima. Garbrandt logró el título en su undécima pelea. Estaba invicto y parecía que nadie podría con él, pero TJ Dillashaw le noqueó en la primera defensa. Ocurrió lo mismo en la revancha y también contra Pedro Munhoz. El estadounidense tiene mucha calidad y una mano que da miedo, pero cuándo se aceleraba concedía demasiado. A base de tropiezos se dio cuenta y lo corrigió. Un nuevo luchador apareció en el UFC 250. Fue más pausado, cerebral... y mantuvo su potencia. El de Ohio estaba contento y no era para menos. Su última victoria fue el 30 de diciembre de 2016 y no volvió a ganar hasta el sábado. Es decir, casi tres años y medio sin ganar.
Esos 1.254 días sin alzar la mano en señal de triunfo le hicieron caer mucho, como es lógico, pero un tiempo tan grande tiene truco. Tras perder ante Munhoz, el luchador quiso desconectar durante un año y cuando estaba cerca de volver una lesión le alejó. En total estuvo 15 meses alejado de la competición. Mucho tiempo, pero necesario para renacer. Ahora quiere el título y si no llega ya baraja otros nombres. O'Malley y Sterling están ahí y le podrían dejar en una lucha por el cinturón. También habló de una trilogía con T.J. Dillashaw. Esa no podría ser en el corto plazo, pues el excampeón está suspendido por dopaje hasta enero de 2021, pero Garbrandt no se olvida de él: "Estamos hablando de T.J., quién todavía está suspendido. Ni siquiera está aquí, pero esa es una pelea que me gustaría volver", concluyó.