La agonía de los clubes
ACEDYR enviará esta semana un manifiesto al CSD pidiendo ayudas, ya que las entidades deportivas cuentan con una caída de socios e ingresos.
La crisis del COVID-19 ha provocado que los clubes deportivos, 66.000 en España, entren en un círculo peligroso. El cese de actividad implica la pérdida de socios y de ingresos, y muchas de estas entidades son también centros de entrenamiento de olímpicos. "Hemos sido los primeros en cerrar y seremos los últimos en abrir", cuenta Ricardo Ruiz, gerente de ACEDYR (Asociación de Clubes y Entidades Deportivas y Recreativas), que reúne a 332 clubes y enviará un manifiesto esta semana al Consejo Superior de Deportes (CSD).
"Será muy difícil salir sin ayudas públicas", avisa Ruiz. El presidente del CN Sabadell, Claudi Martí, propone: "Es necesario un plan ADO para clubes". En el manifiesto se incluye un paquete de posibles medidas: la reducción de las cuotas federativas, deducciones de IVA, desgravaciones de IRPF o una Ley de Mecenazgo.
Hay clubes, como el Real Grupo Cultural Covadonga, con 39.100 socios, que cuenta con 25 secciones deportivas y que ha perdido un 20% de los ingresos, debido a la pérdida de las acciones dirigidas y los servicios. "Hemos tenido que hacer un ERTE, gestionamos cuatro instalaciones, pero intentaremos no tener que reducir presupuesto a la promoción deportiva", explica su gerente Jesús Martínez. Hay otros clubes que, además, cuentan con deportistas olímpicos en sus equipos. Y 2021 desemboca en Tokio.
O Selección masculina de waterpolo. "Tenemos 11 internacionales", se arranca Julián García, su presidente. Con un presupuesto de siete millones de euros, este centenario club cuenta con 11.500 socios. La instalación es municipal. Desde abril, sus usuarios ya no pagan los 40 euros y el club le ha aplicado un ERTE a 100 trabajadores, pero los gastos continúan siendo de 200.000 euros al mes.
"Pagamos un crédito de 40.000 euros mensuales para mejorar la instalación. BBVA, Banc Sabadell y La Caixa nos han dicho que pidamos otro", relata García. El club acoge a 400 deportistas. "Nosotros aportamos un 18% del presupuesto a la promoción del deporte. Si baja el presupuesto general, bajará el del deporte", apunta. "Y es año olímpico", remata.
Tenía 27.000 socios antes de que arrancara la crisis del COVID-19. Además, sus equipos de waterpolo y de natación aportan al menos cinco olímpicos. "En abril hemos perdido casi 3.000 socios", detalla Claudi Martí, su presidente. Esta entidad es privada. "Nuestros socios pagan unos 380 euros anuales. Debemos seguir cobrando la cuota para subsistir, nuestros gastos mensuales ascienden a 700.000 euros", afirma.
En mayo solo abonarán el 50% de la cuota (19 euros). "Hemos dejado de ingresar los servicios, las clases, los cursos de natación…". El club ha aplicado un ERTE a todos los trabajadores. El Sabadell, que remodeló su instalación por 40 millones, tiene que devolver ese crédito: "Este año hay que pagar 880.000 euros". La receta está clara: "En septiembre, si baja el presupuesto, se invertirá menos en deporte".
CN Sant Andreu
"Queremos tener la seguridad de que el club no se tambaleará", dice Ángel Bernet, presidente del CN Sant Andreu. Aglutina 8.000 socios y 4.000 abonados y gestiona dos espacios. "Tenemos dos instalaciones. Una es pública y no se cobra. La otra es privada y los socios pagan, pero se les ofrecerán descuentos si hay superávit este periodo. Los socios lo entendieron", se congratula el presidente.
El club cuenta con un presupuesto de 6,5 millones y ha aplicado un ERTE a parte de sus 120 trabajadores. Tienen unos 400 deportistas y han debido cancelar el Gran Premio Ciutat de Barcelona de Natación (con una subvención de 80.000 euros). "Nosotros destinamos un 14% de nuestro presupuesto al deporte. Somos como un CAR en natación", finaliza Bernet.
El Real Canoe (Madrid) contó el año pasado con 6.600 socios y a estas alturas del actual tiene 6.420. "Las cuotas son cada dos meses, puede haber más bajas", intuye el presidente y exsaltador olímpico Ricardo Camacho. "Somos un club privado que es de los socios. Tienen que pagar las cuotas para garantizar la supervivencia", comenta.
La cuota es de 45 euros al mes. De los 113 trabajadores solamente dos no se han sometido al ERTE. El club cuenta con alrededor de 700 deportistas (saltos, natación, artística waterpolo y baloncesto). "La base la vamos a mantener igual, pero quizás haya que reducir las becas", piensa.