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TRIATLÓN

Gómez Noya detiene el reloj

El gallego, de 36 años, prepara el asalto a su segunda medalla olímpica. "Sigo con los mismo tiempos que antes", explica Javi.

Gómez Noya detiene el reloj
JOAQUIN CORCHERO ARCOSDIARIO AS

Javier Gómez Noya mira con frecuencia al reloj y lo detiene. No quiere saber la hora que es, ni la edad que tiene, sino comprobar si está apto para competir. "Cuando me entreno tomo de referencia los registros que hago y sé si estoy listo o no. El crono es el que dicta sentencia. Y todavía me salen las cuentas", avisa el gallego, de 36 años y plata olímpica en Londres 2012, que prepara con mimo los Juegos de Tokio, sobre los que se cierne la espada de Damocles del coronavirus, pero él se lo toma "tranquilo": "Sólo podemos tener paciencia y asumir estos cambios".

Gómez Noya hizo un clinic en los Desayunos del Santander, en la sede del COE. Llegó desde Nueva Zelanda y ahora irá a Pontevedra para preparar la cita olímpica "con tranquilidad, en casa", una vez canceladas las Series Mundiales de Abu Dabi. "Cuando hay que estar bien es el 27 de julio", explica Noya, que no se conforma con nada en Tokio: "No firmo el bronce. Si quieres ganar una carrera tienes que ir con esa idea. Tengo una plata olímpica y no renuncio al oro. Luego a lo mejor quedo el 25".

El gallego tiene el objetivo más fijo aún después de haberse quedado fuera de Río 2016 por una caída en la bici, que le fracturó el codo: "El cabreo me duró dos días, luego me puse a trabajar y logré algunos buenos resultados. El deporte no es un camino de rosas".

En sus sesiones de entrenamiento, Noya hace a la semana 25 o 30 kilómetros de natación, sobre 350 o 400 de bici y 100 a pie. "Es mucho, pero lo importante no es sólo la cantidad de volumen, sino la calidad que puedes hacer", sigue el cinco veces campeón mundial, que en 2019 fue tercero en las Series Mundiales en un camino de retorno del Ironman: "No considero que por haber hecho larga distancia, me haya quedado más lentos". El reloj habló de nuevo.

Noya sí reconoce que de su versión de Londres 2012 hasta la actual hay cosas que han cambiado. "Para empezar tengo ocho años más, pero la forma de entrenar es la misma. Cuido mucho más la parte de descanso, de alimentación, de ir al fisio…", señala Noya, detallista al máximo.

Una ventana adicional que se podría abrir Noya es el relevo mixto, olímpico por primera vez en Tokio y en distancia supersprint. "Yo estoy disponible para el seleccionador". Listo para arrancar y detener el reloj.