La otra vida de Fernández, el ‘cuidador’ del Barceloneta

A sus 33 años, Fran Fernández es el “sheriff” de la Selección española de waterpolo. El madrileño se encarga de la disciplina de un equipo que debutará el próximo martes en el Europeo de Budapest ya con el billete a Tokio 2020 bajo el brazo. “No especularemos. Llegamos liberados, pero soltaremos los galgos”, vaticina, después de la magnífica plata obtenida en el Mundial de Gwangju en agosto.

Esa disciplina la lleva tatuada en el cerebro y forma parte de su nuevo día a día. Fernández, licenciado en Fisioterapia, se encarga desde hace tres meses del Área de Salud del Atlètic Barceloneta, cargo que dirige y compagina con el waterpolo. “Todo empezó el año pasado”, recuerda: “Estuve seis semanas lesionado y eso me abrió los ojos. Tenía 32 años y quería mirar por mi futuro. Justo en ese momento, los responsables de esta parcela decidieron dejarlo”.

Como un balón dividido en la piscina, Fernández aprovechó la ocasión y creó Zona, una empresa que ya cuenta con varios empleados y que está integrada en las instalaciones del club marinero. Zona se encarga de ofrecer los mejores cuidados a los jugadores y a los socios. “Me llevo trabajo a casa, soy autoexigente. Se ha vuelto a despertar esa pasión en mí. Damos cobertura a gente de todas las edades. En la vida hay lesiones que son muy malas. A veces no es solo la incógnita de cómo te vas a recuperar, sino de cómo te ven los demás. Un deportista acepta ganar o perder, forma parte del juego. Pero las lesiones no avisan”, reflexiona.

El waterpolo es un deporte con “fecha de caducidad”. La mayoría de jugadores de la División de Honor tiene que compaginarlo con estudios o trabajos. Eso provoca que “la prevención y recuperaron no sean las mejores. Fui consciente de ello cuando me lesioné. A medida que maduras, valoras más los detalles”.

“Nada es para siempre, todo pasa”

“Coged las rosas mientras podáis, veloz el tiempo vuela. La misma flor que hoy admiráis, mañana estará muerta”. Esta estrofa de un poema de Robert Herrick es la presentación del jugador en su cuenta de Twitter. “Me gusta la poesía, la vida es fugaz y hay que disfrutarlo todo. Nada es para siempre, todo pasa”, comenta a pie de piscina.

Ese espíritu intenta inculcarles desde el primer día a los jóvenes. Noveles en la misma Budapest en el Mundial de 2017, sobradamente preparados en este Europeo. “El mérito es del entrenador. Él tuvo claro que los jóvenes tenían margen de mejora, que podían ser grandísimos jugadores. Con paciencia todo está llegando. En el Mundial de 2017 vivimos un varapalo, pero tuvimos paciencia, todo cambió y llegaron los resultados. A España no se le ve inferior, sino como un equipo incómodo que peleará por las medallas”, dice.

Fernández no solo dirige al Área de Salud del Barceloneta y es uno de los jugadores más importantes en su club y en la Selección, sino que impregna de valores al grupo. Este madrileño afincado en Barcelona desde hace 15 años valora también los momentos políticos y sociales actuales. “Dentro del equipo hay diferencias. No tocamos demasiado estos temas. Esto es una comida familiar, está el cuñado o la suegra, hay que convivir. En Madrid me hablan de los catalanes y les digo que están equivocados, y al revés. Somos personas y somos muy iguales. Ojalá algún día nos queramos todos más, la vida es más sencilla”.