Whyte 'pide turno' con Wilder tras sufrir ante Rivas en Londres
Dillian Whyte derrotó por decisión unánime (115-112, 115-112 y 116-111) a Óscar Rivas. Es el nuevo campeón interino WBC del pesado y retador obligatorio de Wilder.
Dillian Whyte es todo corazón y eso se nota cuando se sube al ring. El británico ha sido el gran perjudicado de todo el terremoto que se ha generado en los pesos pesados en los últimos meses. Pese a ello, no desistió en su empeño y aprovechó sus bazas. Tuvo la oportunidad de realizar el WBC interino del peso pesado este sábado y no la dejó escapar. Ganó, alzó el cinturón y se convirtió en retador obligatorio de Deontay Wilder. El estadounidense debe incluirle en calendario, el cual está muy copado. De momento Luis Ortiz y Tyson Fury están citados delante. Whyte es el tercero en discordia. A esa posición llega tras una vibrante pelea ante Óscar Rivas, al que derrotó por decisión unánime (115-112, 115-112 y 116-111). Le tocó sufrir, se fue al suelo en el noveno asalto y solo su arrojo le permitió seguir. El gran combate que tanto lleva esperando está más cerca.
Rivas era un desconocido para el gran público y su tarjeta de presentación en Londres no pudo ser mejor. Salió sin complejos al O2 Arena. Tomó el centro del ring, sacó ritmo y metió a Whyte contra las cuerdas en cuanto pudo. El primer asalto se lo llevó, pero en el segundo el británico despertó. Comenzó a sacar su jab, golpe con el que ganó la pelea. Lo coloca duro y preciso, como un punzón que va minando a su oponente. Así lo hizo con el colombiano. Le percutió, sin prisa, pero sin pausa y fue inclinando la pelea a su favor. Whyte es muy listo y solo sacaba su derecha cuando tenía muy claro que podía hacer daño. Iba ganando con lo justo, aunque no mostraba fisuras. Se tapaba bien, contragolpeaba y así logró meter en problemas a Rivas.
Un upper puso al colombiano en serios problemas, pero resistió. Otro upper, en el noveno asalto, casi cambia la historia. Lo conectó Rivas y Whyte se fue al suelo. El británico estuvo tocado y tardó hasta el último asalto en lucir bien de nuevo. Para entonces ya se había llevado un importante castigo, pues entre el cansancio y el golpe no frenaba igual los golpes. Intentó poner su jab, pero Rivas llegaba bien. Había obtenido una buena renta, que supo gestionar para acabar ganando. Otro triunfo sufrido, como ante Parker, que le sitúa en la primera línea de la división. Trabajo hecho, ahora toca esperar a Wilder.