Jonathan Ospina: "No existen evidencias científicas en el caso de Caster Semenya"
Jonathan Ospina, investigador de la Universidad de Brighton y doctor de Ciencias de la Actividad Física de la Isabel I, es experto en hiperandrogenismo.
Jonathan Ospina, investigador de la Universidad de Brighton y doctor de Ciencias de la Actividad Física de la Isabel I, es experto en hiperandrogenismo y ha escrito en Journal of Sports Sciences.
Lo primero, ¿qué le parece esta situación que se ha generado con Semenya?
Te deja un completo sabor agridulce. Por ahora sólo tenemos una nota de prensa de dos folios, no conocemos la documentación, lo que sucedió en la vista… Pero no entiendo que sea una medida discriminatoria y a la vez proporcional para conseguir el objetivo de juego limpio, de equidad en el deporte en categoría femenina. Me queda la preocupación de que el TAS sugiere a la IAAF no instaurar la norma del hiperandrogenismo en 1.500 y la milla, y la IAAF media hora después anuncia que el 8 de mayo entrará la normativa en vigor.
¿Cree que es una medida demasiado restrictiva?
Es muy preocupante que la IAAF diga a las deportistas que les da una semana para rebajar los niveles naturales de testosterona con medicación y que todo atleta que quiera entrar en los Mundiales de Doha en septiembre entregue dentro de una semana una prueba de sangre para corroborar sus niveles de testosterona. Es imposible rebajarlos en ese tiempo, según he consultado con endocrinólogos y médicos. Así que la IAAF ha dicho directamente: no puedes competir. A no ser que no se estuviera medicando ya…
En 2015 con la india Dutee Chand sobre la que usted ha hecho estudios consiguió tumbar el límite de 10 nanomoles por litro. ¿Por qué ahora no?
En aquella época no había normativa científica, y ahora se supone que la norma se fundamenta en el estudio Bermon, que es solamente un estudio que tiene sesgos y ha sido criticado internacionalmente por científicos, por revistas de prestigio como Journal Sports Medicine, por organismos internacionales de derechos humanos. Es decir, no da un valor riguroso para fundamentar una normativa. Además, las pruebas que se hacen en el estudio Bermon no tienen relación con las carreras de 1.500 y la milla. No encontraron evidencias científicas de que una mujer con más de cinco nanomoles tuviera ventajas competitivas sobre otras mujeres. ¿Cuál es la razón de que lo hagan? Que Caster Semenya puede pasar fácilmente de 800 a 1.500, como ya ha hecho.
Y hay más pruebas que usted dice, martillo y altura, en las que el estudio Bermon sí determina ventajas.
¿Y por qué no las regularon? La normativa tiene un nombre propio: Caster Semenya. Apuntaba directamente a una sola deportista, se sabe que no hará lanzamientos. Hay otras deportistas que podrían ser intersexuales, pero no tenemos certezas y las evidencias que hay con Semenya, que ha pasado una suspensión, que ha sido escrutada públicamente desde 2009 en Berlín. Todo viene de su apariencia física y del estereotipo que tenemos del cuerpo femenino.
Entonces…
Que la IAAF no puede basar sus conclusiones en una sola investigación, porque quedan en entredicho muchas cosas. El TAS contempla claramente que no se conocen los efectos secundarios del tratamiento hormonal.
Ustedes han hecho un estudio que dice que Semenya tiene ventaja, pero no de un 10% y un 12%...
Si nos ceñimos estrictamente a los resultados deportivos, nosotros hicimos un método matemático en el que pusimos todos los resultados de Semenya en la historia, los comparamos con los de atletas de esa misma categoría, realizamos una curva en la cual trazamos unos límites del 95 al 99% de confianza. Yo no estoy diciendo que Caster no tenga una ventaja, la tiene y se ve cuando corre, pero ni siquiera se aproxima al 3% en algunas pruebas de ventaja competitiva sobre otras mujeres. El auto de medidas cautelares de 2015 con Dutee Chand, dijo que para que la normativa fuera proporcional y justa, se debería demostrar que una mujer con hiperandrogenismo tenía la misma ventaja competitiva de un hombre sobre una mujer, que debe ser de un 10% a un 12%.
Y a nivel personal, es una situación dura para una atleta...
Hay consecuencias sociales, emocionales, pasionales… Semenya es una chica de 28 años, cuya vida deportiva seguramente haya terminado. Si no llega a Doha, ¿qué sucederá con ella?
Así que cuál es su conclusión.
No existen evidencias científicas, estaría bien que existieran, pero no se puede hacer una normativa por hacerla. A la IAAF ya le pasó un caso así en los 80 con la prueba del corpúsculo de Barr, que daba falsos positivos; en 1988 se tuvo que readmitir a María José Martínez Patiño para competir y en 1991 se tuvo que poner fin a la normativa. Es una rueda que nunca se cierra.