Lágrimas de Vonn ante las leyendas: "Amé el riesgo"

Mitos del deporte como Comaneci, Bubka, Fraser, Puyol, Del Piero, Wenger, Freeman, Witt, Moses, Fittipaldi o Becker se pusieron en pie en el Forum Grimaldi de Montecarlo, en la ceremonia de los Premios Laureus, para rendir un tributo de despedida a Lindsey Vonn, una de las reinas del esquí que llegó desde los Mundiales de Are (Suecia) con un vestido tan blanco como la nieve por la que se ha deslizado durante toda una vida llena de éxitos.

“Me habéis servido de inspiración durante mi carrera, estoy triste por dejar mi deporte, pero feliz por tener vuestro respeto”, agradeció el gesto del auditorio la estadounidense. “Creo que he tomado una decisión correcta. Sufrí muchas lesiones, pero amé el riesgo y lo que hice y me siento afortunada”, contó. La de Saint Paul (Minnesota) acaba de dejar las pistas colgándose un último bronce mundial que hacía la octava medalla en esa competición. Además, tiene tres medallas oímpicas (una de oro) y, sobre todo, 82 triunfos en Copa del Mundo, quedándose muy cerca de la marca absoluta (86) de Ingemar Stenmark.

Vonn, que pasó un calvario con lesiones de rodilla, quería retirarse a finales de 2019, pero no ha aguantado. Estaba nominada en el apartado de Mejor Reaparición, junto al que fue su pareja Tiger Woods, pero la Academia le dio la estatuilla al Espíritu del Deporte y la consideró “la mejor esquiadora” de siempre.