Los Laureus olvidan al Madrid y coronan a Francia y Djokovic
Los Óscar del deporte, para la selección campeona del mundo. Al que aspiraba Modric, para Djokovic. Biles, mejor femenina. Ana Carrasco, batida por Osaka.
Los escasos dos kilómetros cuadrados del Principado de Mónaco congregaron hoy a la mayor constelación de estrellas del deporte en la cita de los Premios Laureus. Las 68 leyendas de su academia, previa votación de candidatos entre prensa de todo el mundo, coronaron como mejores de 2018 a Novak Djokovic, la selección francesa de fútbol, Simone Biles, Naomi Osaka y Tiger Woods en las categorías principales. Los tres últimos no asistieron a una gala que presentó el actor de X-Men James Marsden.
Las pajaritas, el esmoquin, los vestidos largos o la falda escocesa del expiloto David Coulthard contrastaban con las deportivas que la organización invitó a que calzaran los invitados. “El deporte tiene el poder de cambiar el mundo”, es el mensaje inspirador de Nelson Mandela del que se nutren los Laureus desde el 2000. Y calzando las ‘sneakers’ nadie se olvida de eso.
Sí se olvidaron los académicos, otra vez del Real Madrid. Pese a conquistar la decimotercera Champions en 2018 y haber estado nominado en seis ocasiones, los premiados fueron los ‘Blues’ de Didier Dechamps, que ya tenían uno (2001). Tras Mundial, bingo, como ya había ocurrido antes con Brasil, Italia, España y Alemania.
Tampoco fue galardonado el Balón de Oro Luka Modric, ni Kylian Mbappé. En unos premios muy volcados al tenis, el resucitado Novak Djokovic cruzó la calle desde su casa de Montecarlo para recibir su cuarta estatuilla como mejor deportista, lo que le iguala con Usain Bolt y le deja a una de Roger Federer. “Fue una temporada inolvidable que recordaré siempre”, dijo visionando sus triunfos en Wimbledon, el US Open y su ascenso al número uno. Delante de él, Eliud Kipchogue, el hombre que paró el reloj en 2h 01:39 en la maratón de Berlín y que parecía el rival más fuerte. Se le compensó con le galardón 'A la hazaña deportiva'.
La Academia parece reñida con los futbolistas. En 20 ediciones, nunca ha coronado a uno individualmente y sí diez veces a tenistas.
El título de mejor deportista femenina se lo llevó, como en 2017, Simone Biles. La gimnasta de EE UU de 21 años cuatro veces campeona del mundo de concurso completo. El tenis conquistó también la categoría revelación a la que aspiraba Ana Carrasco, la primera mujer en ganar un Mundial de velocidad en motociclismo fue batida por la primera japonesa en conquistar un Grand Slam.
Para el veterano Tiger Woods, que salió del infierno para volver a ganar un título cinco años después, fue la estatuilla a ‘Mejor retorno’. Pero el aplauso de la noche se lo llevó la que fue su pareja, la esquiadora Lindsey Vonn, que acaba de retirarse del esquí con 34 años, tres medallas olímpicas y ocho mundiales. Una leyenda que, con lágrimas en los ojos, puso a las otras en pie.