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Cameron Champ: ¿la próxima leyenda del golf?

El pasado domingo el novato de Sacramento ganó el Sanderson Farms, su primera victoria en el PGA. En su última temporada en el Web.com promedió la friolera de 343.1 yardas desde el tee.

Cameron Champ: ¿la próxima leyenda del golf?
Matt SULLIVANAFP

"Tienes un futuro excitante por delante". Son las palabras de Gary Player (una autoridad en el golf con nueve majors a sus espaldas), en su cuenta de Twitter, felicitando al hombre de moda del PGA Tour esta semana por su primera victoria en el circuito norteamericano. Responde al nombre de Cameron Champ y el pasado domingo se adjudicó el Sanderson Farms poco más de un año después de convertirse en profesional y en su primera temporada con tarjeta en la primera división del golf estadounidense

La victoria de Champ, nacido en Sacramento hace 23 años, ha confirmado lo que se venía rumiando en los últimos meses con sus actuaciones en el Web.com Tour, la segunda división, y lo que dejó ver en el US Open de 2017, donde hizo su primera incursión entre la élite pasando el corte y llegando a estar octavo: que es un auténtico cañonero y el prototipo de jugador que puede dominar el nuevo golf y terminar de llevarlo por la senda de la potencia física, un camino que ya han transitado muchos deportes. No hay más que echar una ojeada a los datos: Champ ha promediado en el Web.com 2018 la friolera de 343.1 yardas (313.6 metros) desde el tee y tuvo la tercera mejor estadística en 'Total driving', un apartado que mezcla potencia y precisión. Esa es la combinación que puede hacer de Champ un golfista letal. 

Lo que sí ha sorprendido es la manera en la que ha fraguado su triunfo, sobre todo en la última jornada. Champ llegó al día decisivo en el Jackson Country Club de Misisipi con cuatro golpes de ventaja sobre su más inmediato perseguidor, Corey Conners. Y la cosa se torció para él desde muy pronto. En la ronda de prácticas partió la cabeza del driver, su arma más preciada, 30 minutos antes de su hora de salida. Tuvo que ir al coche, coger el de repuesto, practicar el tiempo que pudo con él y salir al campo. 

Cualquiera se habría puesto nervioso y quizá habría tirado por tierra todo el trabajo de los días anteriores, pero el bueno de Champ se sacó de la manga cinco birdies entre el 12 y el 18 para mantener la distancia y sellar el título. Sus estadísticas con el driver en el torneo asustan: de media pegó 343.5 yardas desde el tee (algo más de 314 metros) y su manejo del putt también fue sólido. Falló calles, sí, pero no es menos cierto que cuando lo hizo lució juego de hierros, como en el 18 el domingo.  

Sean Foley, su entrenador, que quedó prendado de él cuando vio por primera vez su swing hace nueve años en su academia de Orlando y ha trabajado con otros grandes pegadores como Justin Rose, le describe de la siguiente manera en Golf Digest: "Tiene la precisión de David Toms y llega 30 yardas mas lejos con el driver que Dustin Johnson. Parece Bruce Lee". 

En cuanto a él, parece humilde: "Todo el sacrificio que ha hecho mi familia para que yo pudiera tener esta oportunidad... Ha sido increíble. Hace un año, a estas alturas, estaba en el colegio y ya he pasado por la Escuela, el Web.com y ahora soy ganador en el PGA Tour. Es irreal". Y muestra la naturalidad de muchos campeones: "Hoy (por el domingo) ha sido una nueva experiencia para mí. En los primeros nueve he sentido un poco los nervios y después he conseguido compactar mi juego y terminar fuerte. Ha sido impresionante". De momento, el chico ya tiene su primera victoria y una portada en Golf Digest esta semana. Está en la cresta de la ola. Ahora le queda lo más difícil: surfearla.