Tiger vuelve al top-50 del ránking 1.275 días después
Crecen las expectativas tras el British, su mejor major en cinco años, que ha sido un éxito de audiencia. McIlroy: "Es genial para el golf tenerle de vuelta".
Definitivamente Tiger Woods ha vuelto y el mundo del golf saluda un retorno que terminó de hacerse carne el domingo en el links escocés de Carnoustie. Tiger llegó a liderar en solitario el British Open en su jornada final tras diez hoyos sensacionales antes del bajón del 11 (doble bogey) y el 12 (bogey). Aún así acabó en el top-6, a cinco golpes de Francesco Molinari, el ganador.
Es su mejor resultado en un major desde el British de 2013 y le devuelve al top-50 del ránking 1.275 días después, aparte de dejar en el aire la sensación de que puede volver a hacer cosas grandes. Empezó a certificarlo el sábado, cuando su vuelta de -5 le metió en la pelea por el título. El público recogió el guante y el domingo la NBC, que ofrecía el torneo en Estados Unidos, registró un 67% más de audiencia que en la ronda final de 2017 (y eso que ganó Spieth, otro estadounidense). El mejor dato de un major (sin contar el Masters) en los últimos 18 años.
Revistas como Sports Illustrated o Golf Digest, en su edición digital, dedican amplios artículos a desgranar su resurrección y diarios como el New York Times o USA Today ("Cazar a Nicklaus ya no es una ilusión para Tiger", avisaban) le concedieron un espacio en sus portadas ayer. “Una explosión”, soltó él preguntado por sus sensaciones durante el fin de semana, que terminó abrazado a sus hijos: “He ganado muchos torneos en mi carrera pero ellos no lo han visto, solo me han visto sufrir”. Otro acicate para buscar el 15º grande.
“Es genial para el golf tenerle de vuelta”, confesó McIlroy, que cree que no vamos a volver a ver al Tiger de hace quince años, "al menos no la versión que tuvieron que soportar Ernie Els o Phil Mickelson". "Pero está ahí, se ha vuelto a meter en la pomada", sentenció. Spieth, al ver su nombre en lo más alto del tablón de Carnoustie, le dijo a su caddie “esto es algo con lo que sueñas”. Todos celebran al nuevo Tiger, uno de los deportistas más trascendentes del siglo veintiuno americano, que en algo sí se parece al viejo: su hambre de gloria.