Desde 2008 nadie había revalidado el British Open de golf y en esta ocasión tampoco pudo hacerlo Jordan Spieth. El tejano salió a su última ronda en Carnoustie nueve golpes bajo par dentro de un trío con Kevin Kisner y Xander Schauffele. Pero un frío italiano de nombre Francesco Molinari se cruzó en su camino para ganar su primer major, algo que nunca antes había conseguido un golfista de su país.
"Hoy es un día, sobre todo, para hacer pares", afirmaba al inicio de la jornada. Y eso es precisamente lo que hizo. Dieciséis sin fallo, en concreto, con dos birdies para una tarjeta total de -8, suficiente ante las acometidas de Xander Schauffele, que no cedió hasta el 18, y de Tiger Woods, que llegó a ser líder en solitario y acabó en el top-6 con un total de cinco bajo par, confirmando que está de vuelta.