Brooks Koepka revalida título en el US Open 'más extremo'
El cañonero estadounidense, que ya ganó en 2017, repitió triunfo esta vez en Shinnecock Hills que tuvo condiciones de juego muy duras.
Brooks Koepka tiene la fórmula para ganar el US Open, ya sea con un resultado muy bajo (como hizo en 2017 en Erin Hills, con -16) o con sufrimiento extremo como estos días en Shinnecock Hills. El cañonero estadounidense repitió triunfo en el major al que la Federacion Estadounidense (USGA) le sacó su cara más desagradable. Greenes rapidísimos, rough salvaje y un terreno que se iba secando a medida que el día avanzaba. En esas circunstancias, Koepka fue el más regular y sumó el segundo grande de su carrera.
“Disfruto jugando conservador y cuanto más duro sea el campo mejor”, decía Koepka, de 29 años, en contraste con la visión de otros golfistas. Y el de Florida fue de hierro en los últimos 18 hoyos en los que la USGA había suavizado levemente las terribles condiciones de días anteriores. Koepka partía con +3, igualado con Dustin Johnson, Finau y Berger, y con la losa de ver en Casa Club al inglés Fleetwood con +2 y 63 golpes en su vuelta, igualando la más baja de la historia del US Open. Paradojas del torneo. Pero Brooks se transformó en robot y arañó hasta cinco birdies mientras Reed, que irrumpió con fuerza, y DJ se perdían por el campo. Todo bien, pero dejó algo de misterio para el 18, donde cerró con bogey y +1. Suficiente para ganar el major más duro del siglo XXI.
Después de Ben Hogan (1950-51) y Curtis Strange (1988-89) es sólo el tercer hombre en la historia que gana el US Open dos veces de manera consecutiva desde a partir de la Segunda Guerra Mundial. Tras haber estado cuatro meses inactivo por una lesión de muñeca, Koepka entrará en el top-5 del ranking mundial. Este golfista que comenzó en el béisbol ya tiene dos grandes.
"Fue un gran test durante toda la semana, para ser honestos. Quiero dar las gracias al campo por el esfuerzo. Me encantó. Ganar dos seguidos es muy especial. En el US Open tienes que aprovechar las oportunidades, supe sacar ventaja de mi juego. Aquí a veces era mejor hacer buenos pares, que determinados birdies", contaba con educación Koepka al propio Curtis Strange, el último que hizo doblete seguido.
El canario Rafa Cabrera Bello terminó 36º con +13 y descontento con la preparación del campo de Shinnecock Hills: “Tuvimos condiciones absurdas, para mí no era un reto. El daño que hicieron fue irreparable para el torneo, pero ya me quejé el sábado”. Este US Open será recordado como el que los que jugaban por la mañana tenían más ventaja que por la tarde, también por el major en el que un gentleman como Mickelson perdió los nervios en un green... y, por supuesto, en el que Brooks Koepka se consolidó como un golfista de majors.