SAN FRANCISCO 49ERS

La incomprensible persecución de Josh Norman por los 49ers

La franquicia de San Francisco está en la puja por conseguir los servicios del cornerback estrella, algo que no tiene ningún sentido.

Madrid
Getty Images

Los San Francisco 49ers son uno de los dos equipos con más interés en hacerse con los servicios de Josh Norman. O eso cuentan, al menos. Y quiero deciros que no me parece que tenga ningún sentido... lo cual hace el rumor algo muy adecuado para esta offseason de locos de la cabeza que estamos viviendo.

En San Francisco tienen una muy mala plantilla. No se trata de quitar la ilusión a nadie, pero es lo que hay. Apenas tiene media docena de jugadores de verdadero nivel y, además, alguno de ellos con edad y dudas sobre su rendimiento. 

El experimento Tomsula, entrenador el año pasado, que se basaba en una continuidad nada dramática, en ir reconstruyendo el equipo sin rupturas, fue un sonoro fracaso y han tenido que virar el rumbo. Por eso han fichado a Chip Kelly como entrenador y se enfrentan, ahora sí, a una reconstrucción profunda que ha de llevarles a perder muchos partidos en la temporada 2016. Nadie quiere oír eso en la NFL, pero son uno de los candidatos claros a a sufrir una barbaridad en la campaña.

Esa situación concuerda con el hecho de que sean el segundo equipo con más espacio salarial de la liga. Nada menos que 52,5 millones de dólares de flexibilidad y margen. Sólo tiene más los Jacksonville Jaguars, con 54,8, pero aplicando la salvedad de que estos últimos han de renovar a muchas estrellas la próxima offseason antes de que concluya el año liguero para que ni huelan la agencia libre, algo que no sucede en La Bahía.

Pues en una reconstrucción, con pocas aspiraciones a corto plazo, lo que no puedes es comprometer quince (o dieciséis) millones de dólares en un cornerback de 28 años. Porque es un gasto innecesario, un lujo asiático, que para nada te vale en el actual proyecto y estará fuera de sitio cuando llegue, si llega, la nueva oleada de jóvenes con capacidad de volver a ser aspirantes.

Choca, además, con la filosofía del general manager, Trent Baalke, de construcción del equipo a través de las trincheras, y que tan buen resultado histórico le ha dado. Por si todo esto fuera poco, recuerda con dolorosa viveza lo que sucedió el año pasado en Philadelphia cuando el régimen de Chip Kelly, en su rol de general manager, declinó pagar buen dinero en posiciones de ataque y, sin embargo, sobrepagó hasta la parodia a un cornerback, Byron Maxwell, que fue uno de los grandes fracasos del año y que ya está fuera de la plantilla, en los Miami Dolphins para ser preciso.

Construir convirtiendo a tu 'mejor' jugador, o al menos el más relevante y el más alto en la pirámide jerárquica del vestuario, a un cornerback que viene rebotado de un equipo campeón pidiendo el oro y el moro es una insensatez. Un fichaje así es una guinda, un refinamiento, nunca un cimiento, y los 49ers necesitan cimentar el proyecto antes de poner los embellecedores.

No me entra en la cabeza que San Francisco quiera a Josh Norman. El CB, al que estimo como jugador, está en el momento ideal de su carrera para meterse en un equipo medio, puede que incluso notable, para aportar un salto de calidad en la secundaria, en la defensa y, por consiguiente, en el equipo. Por eso me parece que los Washington Redskins, a donde viaja hoy y de donde no esperan que vuelve a ningún lado, son un equipo perfecto para él.

Pero, claro, hemos visto cada locura en esta offseason que habrá que creerse todo lo que pase. Aunque sea contra toda lógica, como el hecho de que los 49ers quieran a Josh Norman.

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