NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

NEW ENGLAND PATRIOTS

Bill Belichick no hizo ninguna locura en la prórroga ante Jets

La decisión de los Patriots de pegar la patada en vez de recibir el balón tiene más fundamento matemático del que parece a primera vista.

Bill Belichick en el partido contra los Jets.
PETER FOLEYEFE

El pasado domingo Bill Belichick volvió a crear una polémica. Es el sino de aquellos que tienen una mente privilegiada, notablemente más avanzada que la de sus colegas, amén de sedienta de heterodoxia y que, para colmo de males, pasa por completo de explicar sus decisiones a quienes no trabajan con él, verbi gracia la prensa. Esto lleva a que haya que interpretarla y, claro, surgen las polémicas.

En este caso decidió pegar la patada al comienzo de la prórroga entre sus New England Patriots y los New York Jets. El convencimiento general es que es mejor recibir el balón y atacar en las prórrogas de las NFL ya que si anotas un touchdown has ganado el partido. Sin embargo, ese convencimiento no está tan claro si añadimos todo el contexto posible de cada partido, y es por ahí por donde se puede explicar la decisión de Belichick de no querer el balón y preferir defender.

Por supuesto, también hay gente que opina que quería perder el partido para que los Steelers se quedaran fuera de playoffs, algo bastante más probable con la victoria de los Jets. Pero no es ese punto el que me interesa refutar en este artículo, sino poner en números, en análisis puro, si es una locura o no el elegir defender al comenzar una prórroga en la NFL. 

Desde 2012 en la liga los tiempos extras se deciden en el primer drive si acaba en touchdown o en safety. Si ese ataque acaba en field goal, el rival tiene derecho a su propio drive para igualar, o superar, esa anotación. En caso contrario, se juega hasta que alguno de los equipos anote, con el límite final de quince minutos.

Pues bien, desde entonces se han producido 67 prórrogas y el equipo que ha tenido el balón en primer lugar ha ganado el 50,7% de las veces. La diferencia es tan minúscula que no significa nada. En ninguno de los dos sentidos. Es decir, dado que se gana tanto como se pierde no se puede considerar el tener el balón un factor diferencial.

Más significativo es el hecho de que sólo el 16,4% de las veces el equipo que tiene el balón en el primer drive anotó un touchdown y remató el partido.

Y más aún, para aquellos equipos que confían en su defensa, para aquellos entrenadores que tienen un pedigrí defensivo, y en ambas categorías encajan los Patriots y Belichick, un 64% de las veces los equipos que eligieron defender consiguieron salir del primer drive sin encajar un sólo punto. Y el 72,1% de esos equipos lograron ganar el partido en su siguiente ataque.

Porque si una defensa es capaz de sacar un tres y fuera rápido al ataque rival no sólo conseguirá una buena posición de campo para su ataque sino que contará con la ventaja de saber que con un field goal han ganado el partido, ventaja con la que no cuenta el equipo que ataca en el primer drive.

Todos estos números son genéricos. No tienen en cuenta la situación, la meteorología, el nivel de los equipos, las lesiones del momento, el ímpetu de quién llega remontando y quién se ve apretado por el marcador. Por lo tanto, no pueden ser más que orientativos. Pero sí que muestran que no es ninguna locura el elegir recibir el balón en vez de atacar. Así lo hizo el propio Belichick hace un par de años, y ganó. Así lo hicieron los Vikings este año contra los Rams, y ganaron. Por contra, los Patriots eligieron atacar frente a los Broncos esta temporada, se fueron con un tres y fuera... y los Broncos ganaron con un field goal tras un sencillo drive.

No es en absoluto descabellado pensar que Belichick ponderó que su ataque había anotado 13 puntos durante todo el partido y que los Jets son un ataque medio de la liga para llegar a la conclusión de que era más sencillo que su defensa les parase y que Tom Brady y los suyos tendrían más fácil avanzar unas treinta yardas con buena posición de campo para un field goal ganador, que meterse un señor drive de 80 yardas para ganar con un touch down. No funcionó, pero eso no significa que no tuviese razón.