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LOS DEBATES DE LOS VIERNES...

El campeón de división en la NFL siempre debe jugar playoffs

El sistema de competición puede no ser perfecto, pero no sería mejor si a la postemporada sólo acudiesen los equipos por su número de victorias.

Chip Kelly puede jugar los playoffs con los Eagles aunque gane sólo siete partidos.
Jim RogashAFP

Está bien que el campeón de división de la NFL juegue los playoffs independientemente de su récord de victorias y derrotas, de que haya equipos con más partidos ganados que ellos. Me parece más discutible si el campeón de división merece jugar en casa la ronda de wild card, aunque mi postura sería idéntica.

Cada año, a estas alturas, aparece en la liga esta polémica. Suele ser habitual que haya conjuntos con mejores campañas, en lo que a triunfos se refiere, que alguno de los campeones que van a jugar playoff y eso desata las iras de los que creen que los que deberían disputar el título son aquellos que mejor récord tienen, que ese sea el criterio de elección supremo, único e inviolable. Voy a tratar de explicar porque creo que no debe ser así.

En la NFL hay treinta y dos equipos y dieciséis partidos entre ellos. Es obvio que pueden jugar todos contra todos. Además, los rivales de división juegan dos partidos entre sí. Por lo tanto, la asimetría en el calendario es obvia. Equipos de diferentes divisiones tienen, en efecto, diferentes rivales a lo largo del año.

Este sistema propicia que se creen rivalidades enconadas que, a mi juicio, benefician mucho al espectáculo y a la competición en sí. No es lo mismo ganar a alguien de tu división que a alguien sólo de tu conferencia o, aún más, a alguno de esos de la otra conferencia a los que sólo ves una vez cada cuatro años. No. Tu batalla está clara. De hecho, los general managars que llegan nuevos a una franquicia saben que su primer objetivo es, por encima de cualquier otro, batir a sus enemigos de división y toman decisiones, tanto en la agencia libre como en el draft, para contrarrestar el poder de los más cercanos. Y a mí eso me gusta. Creo que aporta riqueza a la competición.

Todo lo anterior carecería de sentido si el campeón de la división no entrara en playoff. Es lo que le da sentido.

Además, defiendo un concepto filosófico de justicia poética que me persigue en todas las competiciones que sigo, y es que quiero que se premie a los campeones. Me pasa con la actual Champions, que aborrezco cuando veo que la gana alguien que queda cuarto (o quedó cuarto) en su liga, con la NCAA cuando se defiende que dos equipos de la misma conferencia jueguen por el título, y un montón más de ejemplos. Pues lo mismo pienso de la NFL.

Es decir, puedo entender que se deje de lado la asimetría del calendario o la construcción de divisiones casi autónomas en lo que a la pasión de las rivalidades se refiere, pero me planto en que alguien que no ha ganado su propia liga, su división, piense que tiene más derechos. Por muchos partidos que se ganen, tu obligación primigenia es ganar tu competición interna, a tus tres rivales directos. Ese es el verdadero quiz de la temporada regular. Y, a partir de ahí, y dado que existen wild cards, me parece bien que se premie a buenos equipos, pero lo relevante es que el campeón es uno y sólo uno, y si quedas segundo quedas a expensas de que el sistema te gratifique de alguna manera, pero ésta no puede ser contraria a la esencia de quién ha ganado su liga y quién no.

Todos los años vemos divisiones apestosas cuyo campeón es peor que algún equipo que se queda fuera de playoffs. Y así debe ser. De este forma hemos visto como la NFC Oeste pasaba de pútrida a terrorífica, como los Panthers pasaban de patitos feos a mejor equipo de la liga y vaya usted a saber lo que nos encontraremos en el futuro de la NFC Este. Porque no es la primera vez, ni la última, que un campeón de división con mal récord avanza en playoff ante otro equipo con más victorias.

Y es que si sólo importase la noción de justicia basada únicamente en el número de victorias, habría que quitar los playoffs, quitar las divisiones, quitar el calendario asimétrico y jugar todos contra todos. Y, como bien sabemos todos, eso puede ser más justo, cosa en la que también discrepo, pero lo que es seguro es que es mucho más aburrido, y ese sí que es mi argumento definitivo: yo veo esto para divertirme.