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Denver Broncos

Wes Welker tiene todo el derecho a hacer lo que quiera

El receptor ha fichado por los St Louis Rams después de un largo historial de conmociones cerebrales y no me parece que haya nada censurable.

Wes Welker con los Denver Broncos.
EZRA SHAWAFP

Oficialmente, Wes Welker ha sufrido seis conmociones cerebrales como jugador profesional de la NFL, pero las sospechas son que ha podido sufrir incluso el doble. Las tres últimas llegaron en un plazo de solo nueve meses. ¿Debe un jugador con esos antecedentes regresar a la NFL?

Welker tiene 34 años y su última temporada con los Broncos fue decepcionante. Sufrió una pérdida significativa de velocidad y los balones se le escurrían de las manos como si fueran salmones. 464 yardas en 49 recepciones y dos touchdowns. Los peores números de toda su trayectoria. Cuando fue cortado durante la offseason, todo el mundo daba por hecho que su carrera estaba acabada. Es más, muchos jugadores le recomendaron pública y privadamente que se retirara.

Si algo hemos aprendido los seguidores de la NFL, es que una de las consecuencias de cada conmoción cerebral es que aumenta la predisposición a sufrirlas en el futuro; la otra es que aumentan exponencialmente las posibilidades de tener secuelas y enfermedades neuronales.

Y pese a todo lo anterior, Wes Welker no solo ha firmado por los Rams, sino que estaba ansioso por volver a los emparrillados. En los últimos días ha declarado que durante esta temporada, cuando se sentaba a ver partidos, se daba cuenta de que todavía podía jugar al máximo nivel.

Así que ¿por qué no va a volver?

A los Rams les viene como agua de mayo. Han perdido a Stedman Bailey por consumo de sustancias y Foles necesita como el comer un receptor en slot que se le ofrezca para recibir pases fáciles. Welker puede ser el jugador ideal para intentar que el quarterback de los Rams gane en confianza y seguridad. No es mala idea probar si el parón de estos meses le ha venido bien al receptor para recuperar las sensaciones perdidas. Además, el contrato que le ha ofrecido St Louis en draconiano, plagado de cláusulas que mandarían a Welker de vuelta al retiro a la más mínima lesión.

Por tanto, todos ganan con la jugada. Welker vuelve a jugar, los Rams pueden haber encontrado la única pieza que les falta tras la eclosión de Gurley, y el receptor se lleva un mínimo 456.470 dólares y casi un millón si termina la temporada. Además, el equipo queda blindado si hay problemas médicos.

Otra cosa sería que Welker no pasara los protocolos que la NFL tiene previstos en caso de conmoción cerebral, o que los Rams decidan tras verle entrenar que no está al nivel que esperaban, pero Welker tiene todo el derecho del mundo a hacer lo que le venga en gana y nadie puede impedírselo.

Si el problema es que puede sufrir otra conmoción que le deje secuelas, pues que se retiren todos los jugadores de la NFL y que el último apague la luz y cierre con llave.