DRAFT NFL 2015

A los Cowboys no les importan los problemas de carácter

Dallas acaba con el sufrimiento de Randy Gregory al seleccionarlo en el puesto 60 del draft, y lo suma a Greg Hardy, otro jugador polémico.

Joe RobbinsGetty Images

Con la elección número 60 del draft de la NFL 2015 los Dallas Cowboys seleccionaron a Randy Gregory, defensive end de la universidad de Nebraska. Con ello se demostró que en la organización que dirige Jerry Jones los problemas de carácter son algo que no tiene importancia si se tiene talento.

Randy Gregory tiene el potencial para ser uno de los mejores pass rushers de la liga. Lo demostrado en Nebraska le colocaría, sin apenas dudas, en el top diez de este draft. Pero antes del proceso de evaluación, en el fin de semana de la Combine, dio positivo por consumo de marihuana. No es que el hecho en sí resulte preocupante para los dirigentes de franquicias de la NFL, pues todos saben que fumar hierba está extendido entre sus empleados, pero sí que lo hace el momento de este positivo: ¿qué clase de cerebro tienes si eres incapaz de aguantarte sin fumar días antes de saber que te van a analizar?

Pues, al parecer, el cerebro de alguien no especialmente dotado intelectualmente, o demasiado inconsciente. En las últimas horas ha trascendido que Gregory impresionó, para mal, a los ojeadores por sus test de inteligencia y por no acudir a varias citas establecidas con los equipos. Los problemas del muchacho van más allá de fumar marihuana, son los de un carácter inmaduro y complicado que, huelga decirlo, en una liga como la NFL suelen llevar a la calle en menos de tres años, tengas el talento que tengas.

Era un poema ver la cara de Gregory en la gala del draft. Sentado en la green room, esperando a ser nombrado cuando la inmensa mayoría de sus compañeros invitados a la fiesta ya llevaban celebrando su nuevo equipo 24 horas. Lágrimas al ser elegido. Promesas de que jamás defraudará al equipo. Más promesas de que todos los que no lo eligieron lo lamentarán. Lo de siempre. 

Pero no hay que descontar a los Cowboys para estos asuntos. En esta agencia libre fueron los que se lanzaron a fichar a Greg Hardy. El tipo se pasó toda la temporada 2014 sin jugar mientras se sustanciaba en la justicia las agresiones a su pareja; tras concluir ese proceso, la NFL lo ha sancionado, además, con diez partidos sin jugar. Son los mismos Cowboys que llevan jugueteando con la idea de conseguir a Adrian Peterson en un traspaso, otro de los jugadores que estuvo el pasado año alejado de los campos por agresiones, en este caso a su hijo.

Y es que al equipo de Dallas no le importan, por lo que se ve, los problemas de carácter. No parece que sea la mejor manera de afrontar un negocio como el de la NFL pero, no hay que engañarse tampoco, en caso de que Gregory acabe sentando la cabeza y explotando su potencial, a todos nos parecerá un absoluto robo encontrarle en el puesto 60, por lo que el riesgo que corren es asumible.

Mucho más por una franquicia que, haga lo que haga, va a estar en los titulares. Siendo así, pensará Jerry Jones, bien vale el riesgo de ser nombrados como unos desalmados, como unos locos o como unos valientes, a elegir por el ojo de quien juzgue, si lo que se consigue son jugadores del calibre de los nombrados. A los Dallas Cowboys, definitivamente, no les importa lo que piensen de ellos. 

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