VELA COPA DEL REY DE ÉPOCA Y CLÁSICOS-TROFEO PANERAI

La elite mundial se reta en la gran cita de Mahón

El jueves se inicia el gran desafío del año en la octava prueba del Circuito Mundial Panerai Classic Yachts Challenge.

Mahón

 Las aguas de Mahón (Menorca) reunirán, desde el jueves hasta el próximo sábado, a medio centenar de las embarcaciones más legendarias del mundo de vela de Época y Clásica en la undécima edición de la Copa del Rey, octava prueba del Circuito Mundial Panerai Clàssics Yacht Challenge, única que se disputa en España.

Auténticas joyas de la vela mundial, representando a una decena de naciones, lucharán en pos de uno de los trofeos más codiciados de la temporada. Desde el velero más antiguo de esta edición, el Marigold, un diseño de Charles Nicholson de 18 metros de eslora, botado en 1892 hasta el más reciente, el Saint Kilda francés, un diseño de Daniel Bombigher de 2012, Mahón reúne a la flota más competitiva de este año en el Mediterráneo.

Desde la unidad de mayor eslora presente en esta edición, la goleta británica Elena de 55 metros de eslora, construida en 2009 en la Factoría Naval de Marín en Pontevedra, siguiendo una meticulosa recreación de un histórico barco diseñado por el estadounidense Nathaniel Greene Herreshoff que venció en la Transatlantic Race de 1928 y que fue uno de los mejores barcos de competición del mundo, hasta el pequeño Cami II, un diseño de Charles E. Nicholson de 9,44 metros de eslora, botado en 1948, la competición está muy abierta en todas las categorías.

En esta edición la flota estará dividida en cinco clases: Big Boats o Grandes Veleros; Época Áurica (velas trapezoidales) y Época Marconi (velas triangulares) con embarcaciones construidas antes de 1950; Clásicos, barcos botados entre 1950 y 1975 y Espíritu de Tradición o barcos construidos en 1970 y en años posteriores con el empleo de técnicas y de materiales modernos, pero que tengan un aspecto y un estilo fieles a un plano tradicional de barco de época o clásico.

Así en los Big Boats competirán junto al Elena, el Mariette (1915), de 33 metros ganador de la Copa en 2006 y 2013; Mariquita (1911), de 30 metros; Moonbeam (1914), de 35 metros, y Halloween (1926), de 25 metros.

En Época Aúrica, el Chinook (1916), de Graham Walker, intentará revalidar el título obtenido el año pasado frente al Marigan (1898), de Tim Liesenhoff, que llega a Mahón tras haber ganado la regata Illes Balears Clàssics o el Ilex (1899) de Germán Ruíz vencedor en la Copa en 2003, o El Kelpie of Falmouth (1903) británico, que cuenta con una de las tripulaciones más expertas.

El Enterprise español (1939), de Albert Kusak y el Manitou estadounidense (1937), barco famoso por haber pertenecido al presidente americano John Fitzgerald Kennedy, se vuelven a enfrentar tras vencer el primero en la Illes Balears Clàssics por sólo 26 segundos. Sus rivales directos serán el Sonata (1937) y el Mercury (1938), ganador de la Copa del Rey en 2005 y 2010, de Jordi Cabau, junto al The Blue Peter (1930), de Mathew Barker.

En la división de Clásicos, el Alba (1956) de Damián Ribas, ganador en Mahón en 2011 y 2013 parte de nuevo como favorito aunque deberá medirse al poderosos Emeraude italiano (1975), de Vittorio Cavazzana, vencedor del Circuito Mundial Panerai en 2006,2007 y 2010, así como a las unidades de la Marina Militar Italiana lideradas por el Stella Polare, vencedor del Circuito Mundial 2011 y que viene de ganar en Palma y el Chaplin, vencedor en el Circuito en 2009.

Un diseño de Sparkman & Stephens de 1970, el Calima de Xavier Pujol es el gran favorito en Espíritu de Tradición. Vencedor de la Copa del Rey en ocho ediciones (2003-2011), récord absoluto, y derrotado el año pasado por el Charisma de Alejandro Pérez Calzada intentará recupera el cetro en su división. Frente a él estarán el ruso Tichiy Don (1981) de Eugeny Panevin, y el Pas Encore (2005), de Eduardo Salas.

Destaca también la presencia del  Eilean, un ketch de 22 metros de eslora diseñado en 1936 por William Fife III y que actualmente es el barco insignia de Panerai. Fue recuperado en un estado de total abandono en Antigua en 2006 por Angelo Bonati, director general de la firma y trasladado a Italia. Se trabajó tres años en su restauración y volvió a navegar en 2009.

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