PGA CHAMPIONSHIP

Tiger: "Tendré que ser agresivo"

Tiger Woods no encuentra el pulso al campo de Oak Hill y en el ecuador del major está a 10 golpes del líder Jason Dufner. El 15º grande está complicado.

MATHIEU BELANGERREUTERS

“The Sun Also Rises” fue una de las grandes novelas de Ernest Hemingway y eso es lo que necesita este fin de semana Tiger Woods. Una “Fiesta” en la que corra muy deprisa delante de los otros jugadores y que sepa torear las condiciones sobre el campo, y que el sol se levante y le alumbre para salir de esa modorra de los dos primeros días de lluvias y de decepciones en el torneo final del año.

El californiano llegó esta semana a Pittsford, al norte de Nueva York, dispuesto a comerse el campo de Oak Hill, al mundo y a sus rivales de la PGA norteamericana después de una exhibición en el torneo Bridgestone, hace ahora una semana, con un recorrido de 61 golpes incluido, y una victoria de siete golpes de diferencia.

Y, sin embargo, pocos creen que este será el torneo en el que finalmente gane un nuevo major después de cinco años de sequía y se acerque un poquito más a los 18 de Jack Nicklaus.

Woods terminó el viernes cuando ya caía la noche en la plaza 38 con 70 golpes, el par del campo, y está con una tarjeta de +1 a 10 golpes de Jason Dufner que comanda la clasificación con -9 después de un espectacular recorrido de 63 golpes.

Con todo a su disposición, con los green muy blandos después de dos días de lluvias, en algunas ocasiones durante la tarde de forma torrencial, Tiger estuvo muy irregular y en los cuatro últimos hoyos terminó con un birdie-bogey-birdie-bogey y después de entregar la tarjeta decidió que necesitaba entrenar el swing que parece haberle abandonado en Pittsford.

"No he tenido un buen día y esto es el golf", se disculpó de su juego impreciso. Después de ganar este año cinco campeonatos en el tour de la PGA, tres más que cualquiera de sus rivales, este torneo de la PGA parecía hecho a su medida para terminar la sequía que dura desde que venció en el U.S. Open del 2008.

Pero en los majors que ha disputado este año, el Masters, el British, el U.S. Open y ahora la PGA, no ha jugado bien, quizás demasiado presionado psicológicamente, y en los 14 recorridos hasta ahora solo ha tenido una tarjeta en los 60 golpes en una oportunidad.

"Voy a tener que ser muy agresivo este fin de semana porque el campo está listo para que alguien lo domine. Espero ser yo, colocar una tarjeta en la mitad de los 60, como los otros, y jugar muy bien con los hierros para tener posibilidades con el putt", advirtió Tiger.

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