Partido final de infarto:Olazábal frente a Tiger

Todos contra Tiger. Esa era la impresión a mitad de la vuelta de ayer en el Old Course de St. Andrews, en una apasionante tercera jornada en la que el extraterrestre Woods parecía haber bajado a la Tierra a jugar al golf con unos rivales que se antojaban más firmes y peligrosos que nunca. Goosen, Olazábal, Sergio García, Vijay Singh y Colin Montgomerie sumaban, en una suerte de sinergia pactada, algunos golpes fantásticos que intimadaban al Tigre estadounidense. No era el mismo Tiger de los días anteriores, eso ya había quedado claro.

Batalla.

Hacia las 17:30 horas se produjo el minuto de inflexión, aquel que ha dado vida a este British Open. En ese momento, los 50.000 espectadores presentes en el Old Course, quisieron poder multiplicarse: Tiger perdió la bola en los arbustos por la derecha de la salida del tee del 6. Salió del apuro con un hierro 8 que le dejó a unos ocho metros del hoyo, pero no pudo evitar el bogey. Mientras Woods se dejaba un golpe en el 6, Sergio golpeaba para eagle en el 9 y conseguía embocar en un estupendo putt de lado a lado del green, colocándose a tan sólo dos impactos del estadounidense. Además, Olazábal en el hoyo 8 recorría 160 metros con un drive fantástico que le dejaba posibilidad franca de birdie. Finalmente hizo par, pero le dio alas para el resto del recorrido: hizo birdie en el siguiente, se había desencadenado la batalla.

Aún quedaba mucho por jugar en la bahía de St. Andrews. El viento empezó a soplar con mayor fuerza (lo que habían deseado los españoles) y Tiger seguía fallón. Otro error en el 9, de nuevo a los arbustos cuando buscaba bandera. Realizó un approach y un putt en un desesperado intento por salvar el par. Esfuerzo inútil. El extraterrestre, venido a menos por un rato, perdía otro golpe, momento que aprovechó el héroe local Colin Montgomerie (que compartía partido con Woods) para marcarse un birdie y colocarse a dos golpes del líder. Txema Olazábal, mientras tanto, seguía su gran vuelta con un impresionante eagle en el 12 que le colocaba por primera vez con dos dígitos bajo el par, marca extraordinaria hasta ahora reservada para Tiger.

Cuando todo parecía favorable para destronar al heredero de Nicklaus, el gran Tiger Woods reapareció. Y al resto de candidatos se les empezó a encoger el ánimo a la misma velocidad que el brazo para lanzar los putts. Llegaron los ya famosos hoyos 13 y 17, los más complicados en St. Andrews, y Tiger demostró su solvencia: no quería colíderes con quien compartir su supremacía.

Finalmente, el paraíso del birdie, el hoyo 18. Sergio, Txema, Tiger y Montgomerie consiguieron bajar un golpe ahí. Salieron razonablemente contentos, dejándolo todo para una última jornada de infarto. Partido estelar Tiger-Olazábal, con sólo dos golpes de diferencia entre ellos y la Jarra de Plata en juego. El viento podría decidir el ganador en la Fife Coastal escocesa.

José Mª Olazábal

Estoy realmente contento. Me encuentro muy relajado e intento divertirme. Será un día interesante e intentaré disfrutarlo gane quien gane. No me disgusta jugar con Tiger, nos entendemos muy bien. Hemos estado juntos unas cuantas veces y tenemos un respeto mutuo. Algún día se le acabará el chollo. Quién sabe si puede ser en la última jornada".

Sergio García

Tengo una posibilidad de ganar. Sería algo espectacular hacerlo aquí, un sueño hecho realidad. También tenemos ahí a Txema, que está en muy buena posición. Dos españoles con posibilidades de hacer algo, esperemos estar arriba. La jornada fue bonita gracias a que sopló el viento, se vio el St.Andrews que todos conocemos".