Madrid básket: lo que el viento se llevó

Durante muchos años, el Madrid fue un cero a la derecha en el baloncesto español. Ahora es un cero a la izquierda. Ayer perdió con el Barça, que se presentó en el Raimundo Saporta sin Bodiroga. Era su octava derrota en lo que va de Liga. Pese a ello, favorecido por otros resultados de la jornada, estará en la Copa. Pero lo peor es pensar que casi puede decirse que tanto daba. Nadie parece emocionarse ya ni para bien ni para mal con este equipo, ni el equipo mismo, que se dejó ajusticiar dócilmente en el cuarto cuarto, sin más ocurrencia que hacerle personales a La Bomba Navarro.

A veces me pregunto en qué rincón de la historia reciente se perdió el Madrid de baloncesto que todos conocimos, qué viento se lo llevó. Aquel equipo que estuvo dos años y medio ganando todos sus partidos en España, que ganaba copas de Europa y cuyos jugadores eran tan conocidos, admirados y aplaudidos como los de fútbol. Ahora el lugar de aquello lo ocupa un grupo sin alma, unos señores encorbatados que imparten consignas desde el banquillo sin pasión alguna y unos jugadores tránsfugas, que van y vienen sin que a nadie le importe de dónde vienen ni a dónde van.

A ese grupo le falta un Ferrándiz de nueva generación, alguien que me temo que no es Lolo Sainz, tipo culto, conocedor y de buen talante, pero sin la raza necesaria para remontar este declive que ha convertido un equipo glorioso en una industria de comisiones a beneficio de intermediarios aprovechateguis. "No es necesario tocar bien las castañuelas pero, de hacerse, es preferible hacerlo bien." Así empezaba la Crotalogía o Arte de tocar las castañuelas, una de las partidas de Alfonso X El Sabio. Pues eso vale para el caso: quizá Florentino no considere necesario el baloncesto, pero ya que lo tiene...

Lo más visto

Más noticias