Quería venganza

L ance Armstrong estaba herido en su orgullo por la derrota ante Botero en la primera contrarreloj larga del este Tour. Quería venganza y se la ha tomado. Ha demostrado una vez más que tiene garra de campeón y, aunque ya tenía la ronda francesa en sus manos, ha querido ganar la etapa. Normalmente, alguien que lleva más de cinco minutos de ventaja sobre su inmediato seguidor a falta de dos etapas no se muere en la bicicleta para vencer, pero el americano ha querido lograr el triunfo a cualquier precio, aunque ha tenido que sufrir mucho.

Porque le han puesto la victoria muy difícil. Pero Armstrong no se conforma nunca. Es muy ambicioso y siempre quiere ganar. Es un gran campeón. En cuanto a Beloki, ha vuelto a demostrar que es hombre de podio, muy combativo, aunque hasta el último instante nos ha tenido pendientes de ver si conseguía un puesto entre los tres mejores en París.

Y ayer demostró, además, que tiene una gran sangre fría, porque en los primeros kilómetros de la contrarreloj, Rumsas le había cogido una ventaja considerable, hasta 46 segundos en los diez kilómetros iniciales. Cuando tu director de equipo te comunica una noticia así es casi normal que te desanimes, pero Beloki no se ha puesto nervioso y ha sabido responder. Ha hecho una buena etapa y no ha descompuesto la figura.