Santi Pérez se ganó el sitio

El triunfo que logró ayer Aitor González me recordó al de Freire en su primer Mundial en Verona. Ambos arrancaron a 800 metros de meta y actuando con mucha cabeza. Cuando saltó Aitor ya no le quedaban gregarios a los favoritos. Si Simoni trata de neutralizarle, le hubiera rematado Casagrande y viceversa. Hace falta mucha fuerza para marcharse en ese momento, pero sobre todo, una gran inteligencia para elegir el momento.

La pena es que ni siquiera esta victoria puede suplir la baja de Santi Pérez. Pero si algún equipo se estaba mereciendo un triunfo de etapa en este Giro, ese era el Kelme, que ha luchado por ella en todas y cada una de las jornadas en las que ha tenido una oportunidad, con Vicioso, con Santi Pérez, con De los Ángeles, con el mismo Aitor González.

Pero nos quedamos sin saber hasta dónde podía haber llegado Santi Pérez en este Giro. Ya era el corredor revelación y estábamos muy esperanzados de cuál podría ser su rendimiento en la montaña. Era nuestra única opción de podio. Pero hay que pensar en positivo y, por una parte, alegrarse de que no haya sufrido una lesión grave; y por otra, que Santi ha demostrado que puede pelear con los mejores. Se ha ganado el sitio.