Resurrección y vida de Álex Suárez
El curso pasado no participó con García Pimienta y ahora es el tercer futbolista más utilizado. “Juegue o no, trabajo igual para estar preparado”, insiste.
Temporada nueva, vida nueva. Nadie en la plantilla de Las Palmas ha encarnado mejor que Álex Suárez la puesta en práctica de este refrán adaptado al deporte. Tras jugar apenas tres partidos durante todo el curso pasado, el 4 de la UD supo adaptarse a la nueva realidad y, ni que fuera el Ave Fénix, es ahora mismo uno de los futbolistas más importantes de su equipo.
Tampoco es que en pretemporada sus perspectivas fueran esperanzadoras. Los fichajes de Sidnei y Clemente, más la firme apuesta de García Pimienta por Coco y Curbelo, convertían en prácticamente un imposible su presencia en el equipo. Sin embargo, los problemas físicos que arrastraba Álvaro Lemos el verano pasado le sirvieron de autopista, y ahora no hay quien le coja.
Y es que Álex Suárez, que acaba contrato en junio de 2024, no ha dejado de acelerar. Este central reconvertido a lateral derecho, donde ha jugado toda esta temporada, supo reciclarse para convertirse en un futbolista tan imprescindible como el que más para su actual entrenador, que no contó con él ni un solo segundo la temporada pasada. “Siempre he sido alguien muy trabajador. Juegue o no, trabajo de la misma manera para que el entrenador cuente conmigo. Es algo que no me va a condicionar”, insistió este mediodía en la sala de prensa de la Ciudad Deportiva.
“Entrena como un animal”, certifican fuentes del entorno del propio Suárez. Ahora está recibiendo su premio. “Sí, se podría decir que esta es una temporada soñada. Solo falta el ascenso para que sea la mejor de mi vida”, aseguraba este jueves.
Cocinada su trayectoria a fuego lento, dio el salto al primer equipo amarillo en 2019, ya con 26 años. “Cada uno tiene su proceso, y mi formación fue la que fue”, consideraba. No hay reproches: “Di el paso cuando el club decidió que tenía que darlo. Soy de los que piensa que todo pasa por algo”.
La resurrección de este canterano de Las Palmas se mide también por unas estadísticas imperiales en cuanto a participación. Así, pasó de jugar apenas 270 minutos la temporada a acumular en la actual, hasta la fecha, 1801 minutos sobre el césped en 24 partidos, 23 de ellos como titular (y un gol, al Eibar). Únicamente ha dejado de estar presente, y por acumulación de amonestaciones, en una jornada. Fue en la 14ª, cuando el Burgos, el próximo rival de su equipo, visitó Gran Canaria (0-2).
El propio Suárez ha sido uno de los protagonistas de la mejora defensiva de su equipo, apenas 15 goles en contra. “Este era uno de los debes que hemos tenido siempre”, recordaba el hoy lateral derecho. La implicación de todo el colectivo ha sido clave. “Es algo en lo que hemos trabajado mucho, y todos apretamos. Nuestra presión tras pérdida es increíble. Robamos el balón muy lejos de nuestra portería para estar arriba, lo que nos hace encajar muy pocos goles”, analizaba.
La buena marcha del líder de la categoría también tiene que ver con Richi Serrés, el coach del equipo: “Trabaja muy bien con nosotros y hace que todos, juguemos o no, estemos preparados”.
Burgos.
Suárez también se refirió al siguiente partido de Las Palmas, el próximo lunes en casa del Burgos (20.00 hora insular). “Es un equipo que se nos atasca. Tiene un juego totalmente respetable y diferente al nuestro”, explicaba. Pese a la derrota de la primera vuelta, no parece haber sentimiento de venganza en el vestuario de la Unión Deportiva: “No sé si la palabra es revancha. Lo que sí sé es que queremos hacer mejores números que en la primera vuelta”.